Martes 6.8.2024
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Andy Warhol, nacido hace justo 96 años, el 6 de agosto de 1928, es uno de los artistas norteamericanos más célebres del siglo XX. Lo logró con algo que parece simple pero es tremendamente complejo: convertir objetos cotidianos (como productos del supermercado) y figuras de la cultura de masas (Marilyn Monroe, Mao Tse-Tung, Isabel II) en obras de arte provocadoras y de gran impacto entre el público.
Tal vez su trabajo más emblemático, por lo innovador que resultó y por las nuevas posibilidades que abrió, sea “Latas de Sopa Campbell”, presentada en 1962. Esta obra actualizó, en cierto modo, las reflexiones que Marcel Duchamp había hecho 45 años antes a través de un urinario de porcelana.
CNNTodo comenzó con el consejo de una amiga, cuando el entonces joven artista buscaba temas para abordar: “pinta algo que veas todos los días y que todos reconozcan. Algo como una lata de sopa”. Lo que sigue es conocido: en 1962, Warhol presentó al mundo una serie de 32 cuadros, cada uno representando una variedad diferente de la sopa en lata Campbell, que se convirtieron en un símbolo del movimiento conocido como Pop Art.
Con la mirada astuta puesta en la cultura de masas y el consumo, el artista fue capaz de elevar un objeto de la vida cotidiana al estatus de arte. Las latas de sopa, un producto común y corriente, se volvieron íconos artísticos. Un dato curioso: el actor Dennis Hopper, conocido por sus roles en Easy Rider y Apocalypse Now, fue uno de los primeros en comprar uno de los cuadros, por 100 dólares.
Colección privadaMás tarde, Warhol explicó que eligió ese producto porque lo consumió a diario durante 20 años. Consideró, sabiamente, que si era parte de su vida, también era un reflejo de la experiencia del estadounidense promedio. Tal como sostiene Bruno Ruiz-Nicoli, Warhol “tomó el icono y lo desnudó, mediante una técnica que aunaba la reproducción mecánica y el concepto de obra única”.
Para lograr esto, utilizó la técnica de serigrafía para crear su emblemática obra, un método que permitía reflexionar sobre la reproducción en masa y la producción industrial. En cada cuadro, que mide 51x41 cm, Warhol replicó el diseño de las latas, con detalles como el logotipo y las inscripciones en cursiva. La serigrafía, asociada con la publicidad, fue elevada por Warhol a una forma de arte.
ArchivoSara McCorquodale, en un artículo para BBC Culture, expuso una idea fundamental: “los expertos creen que el pasado publicitario de Warhol le ayudó a idear las latas de sopas Campbell. La obra fue, por lo tanto, algo pensado, y no solo surgió de un momento de inspiración”. En ese mismo texto, Starr Figura, curadora de una exposición con las obras de Warhol en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, aseguró que el artista “sabía cómo encontrar aquello nuevo que iba a capturar la atención de la gente. Tenía instinto y un gran talento, pero también se había formado”.
Al principio, las latas de Sopa Campbell fueron recibidas con escepticismo. De hecho, un crítico llegó a decir: “este joven artista es o un imbécil o un embaucador”. Pero pronto se convirtieron en un tema de debate y análisis. Warhol había logrado su objetivo: cuestionar el elitismo del arte y avanzar hacia su democratización. Como derivación más inesperada, lo catapultaron al estrellato.
Como afirmó Miguel Calvo Santos: “La cultura popular fabrica sus propios iconos estéticos y Andy fue de los primeros no sólo en verlos como Arte con mayúsculas, sino en fabricarlos en masa y comercializarlos, como si de un producto más de consumo se tratara”.