Jueves 17.8.2023
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En este mismo espacio, se reflejaron varias muestras artísticas que resuenan desde el pasado de Santa Fe en el presente porque supusieron la posibilidad para los habitantes de la ciudad de observar, de primera mano, obras de grandes maestros de las artes plásticas universales.
La exposición de grabados de Gustave Doré en los años 40. Aquella de 1927 dedicada a maestros españoles de finales del siglo XIX y principios del XX como Joaquín Sorolla Bastida, Julio Romero de Torres, Hermenegildo Anglada Camarasa, Salvador Sánchez Barbudo y Fernando Labrada.
Obra de Alexander Camaro. Foto: LempertzUna que incluyó 250 piezas de artistas como Alberto Durero, Rembrandt, James Abbott McNeill Whistler y Claude Lorrain. Y la magnífica propuesta de 1962, que estuvo conformada por trabajos de Henri Matisse, Jackson Pollock, Mark Rothko, Amedeo Modigliani, Pablo Picasso, Joan Miró y Marc Chagall.
Existen otras, como la inaugurada en septiembre de 1967 bajo el título “Arte gráfico alemán de hoy”. La misma contó con una selección efectuada por el Museo Folkwang, de Essen, a instancias del Consejo Alemán de Arte y se concretó en el Museo Municipal de Artes Visuales con auspicio del Instituto Cultural Argentino-Germano.
Un trabajo de Fritz Winter. Foto: BauhausSe trató de un conjunto de 96 trabajos que logró sintetizar diversas corrientes expresivas y que abarcó casi todas las técnicas del grabado en relieve, del huecograbado y las impresiones planas. Respecto a las técnicas, hubo xilografías, grabados en linóleo, aguafuertes, punta secas, impresiones de montaje, aguatintas, litografías y serigrafías entre otras. Algunos de los artistas presentes con sus trabajos fueron: Wols, Emil Schumacher, Otto-Heinz Mack, Max Ernst, Alexander Camaro, Rupprecht Geiger y Fritz Winter.
Trabajo de Rupprecht Geiger. Foto: www.kunst-posterhaus.deEl drama interior de un pueblo
En la edición de Diario El Litoral correspondiente al martes 12 de septiembre de 1967 fue posible hallar una referencia al acto inaugural de la mentada muestra. El entonces presidente del Instituto Cultural Argentino-Germano, Prof. Ricardo Ahumada, fue el encargado de referirse a la importante selección.
"Visión Romana IV" de Von Pilgrin. Foto: Archivo“Las búsquedas, experimentaciones o desplantes del hombre de nuestro tiempo frente a las formas tradicionales, no constituyen una mera actitud de inconformismo iracundo, sino que reflejan una ‘esencial’ necesidad de expresar el sentido último de la realidad contemporánea. Por eso intentos tan tradicionales como los de Max Ernst, Heldt, Nesch, Brüning o cualquiera de los integrantes de esta rica generación de artistas alemanes, están condicionados por una línea común: la severidad artística y el sentido de la angustia”, afirmó.
Acuarela de Wols. Foto: Colección privadaMás adelante, invitó a considerar frente a cada una de las piezas “el drama interior de un pueblo que no olvida la división que significa ‘el muro’ o que las nuevas autopistas se levantan sobre lo que fueran ruinas de bombardeos. Entenderlo así implicaría respetar al artista y a la fuerza documental de su testimonio”. Cabe recordar que el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial era mucho más vívido que hoy en los 60 y que el muro de Berlín recién fue derribado en 1989.
Cuatro días después, el sábado 16 de septiembre de 1967, El Litoral publicó una reseña del crítico Jorge Taverna Irigoyen sobre la exposición. La describió como “un conjunto que no sólo se ha preparado con hondo sentido de las propiedades de cada pieza integrada, sino que aún presenta como pocas veces verdaderas cualidades didácticas para alumnos y estudiosos. Figuras consagradas y jóvenes artistas de la Alemania actual, se abrazan en un panorama brillante que -sin pretender ser exhaustivo- consigue ser ejemplar, respecto al medio técnico”.
Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda“Los campos de la experimentación artística, abren un cada día más promisorio futuro a las diversas expresiones del hombre creador. De ahí que se puedan comprobar -año a año- verdaderas explosiones renovadoras de los viejos medios técnicos. Y por cierto que el grabado en general, todo ese mundo misterioso y subyugante que emerge de la imprenta, no es la excepción a esta ‘regla revisionista’. Precisamente esta muestra magnífica, nos prueba la verdadera evolución, el candente enriquecimiento expresivo, que el arte gráfico ha experimentado en los últimos quince o veinte años”, añadió.
“Nuevos alardes en la conjugación de las técnicas, mayor calidad de las tintas de colores, diversificación en las impresiones, logran en común una mayor brillantez (y a veces espectacularidad), de este viejo arte multifacético. En el caso de esta exposición de arte gráfico alemán, el blanco y negro -en su indiscutible dramatismo de valores grises- se enfrenta dignamente a la verdadera pirotecnia cromática de otras piezas”, aseguró en otro párrafo.
Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda“Todos, sin excepción, son trabajos de admirable calidad, realizados dentro de un rigor sin concesiones. Y a través de esos medios técnicos rigurosamente pulsados, lo figurativo y lo abstracto, la mancha y el diseño caligráfico, la línea automática y la forma expresionista concurren para dar una idea de admirable potencialidad”, cerró.