Viernes 29.9.2023
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Bernardo Jesiot fue un artista cuyo desarrollo estuvo enfocado sobre todo en suelo argentino, pero nació en Varsovia, Polonia en la década de 1920. Durante su infancia, en 1929, llegó a la Argentina con su familia, de modo que su vida y obra tuvieron como epicentro Buenos Aires.
La Academia Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón fue su primer ámbito de acercamiento a las artes plásticas. En ese espacio se convirtió en profesor en 1942. Durante su formación, Jesiot tuvo la posibilidad de perfeccionarse con la artista Cecilia Marcovich, cuya figura lo influyó.
Museo Municipal de Arte de la PlataEn un artículo publicado por el portal Infobae el pasado 15 de septiembre, firmado por Juan Batalla y dedicado a Cecilia Marcovich, destaca su rol como pionera en el campo de la enseñanza artística en espacios públicos, a partir de la fundación de APA (Asociación Plástica Argentina).
Dentro de ese espacio, que según Batalla, rompió con la rigidez de la Academia de Artes oficial al proponer una mirada más social, “pensada para sectores de bajos recursos económicos”, Jesito fue alumno junto con Demetrio Urruchúa, Rubén Fontana, Ricardo Sívori y Alberto Greco, entre otros.
Gentileza Juan Carlos BoveriCon el apoyo de otro referente de la pintura como Antonio Berni, Jesiot organizó su taller y compartió su conocimiento a través del desarrollo de clases magistrales. En 1950, según consta en el portal Arte de la Argentina, Jesiot obtuvo el primer premio de la Asociación Hebraica Argentina, reconocimiento que impulsó su carrera artística. Un año después concurrió por primera vez al Salón Nacional.
Juan Carlos Boveri, crítico de arte, describió a Jesiot como un “buen dibujante y colorista expresivo, con influencias de Cézanne y Lothe, posee un estilo depurado, sensible, ideológicamente comprometido, centrando su obra en el ser humano y sus hechos”.
Crux AntiquesEn diciembre de 1971, se abrió una muestra en la galería Finuart de Santa Fe compuesta por obras del maestro Bernardo Jesiot. En total, fueron 19 trabajos centrados en temáticas de Israel, Brasil, Perú y Bolivia.
También se utilizó parte del material que el artista exponía por entonces en Buenos Aires bajo el título “Imágenes para un mundo solidario”. Y un boceto del mural denominado “Canto a la madre tierra”, realizado para una firma relacionada con la producción del látex.
Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital CastañedaEl Litoral, en su edición del sábado 4 de diciembre de 1971, dio cuenta de la exposición de pinturas y dibujos de Jesiot. Allí, el vespertino señala palabras del propio artista, quien aseguró que su pintura está basada en una realidad que “busca en lo telúrico la fuente de la creación sin desechar todo el aporte de nuestra época moderna”.
En Santa Fe, el propio Jesiot se refirió al tema “Introducción a las artes plásticas”, conferencia que ilustró con diapositivas comparativas del arte antiguo y el moderno, desde la escultura “La victoria de Samotracia”, una escultura de la escuela rodia del período helenístico que está en el Museo del Louvre, hasta la obra de Pablo Picasso.
Afirmó que “el arte es testimonio de la cultura de los pueblos y también producto de anhelos, rebeldías, amor, luchas y sueños y la expresión de una permanente lucha de clases para afirmarse en el poder”.
J.C. NaónAgregó que por lo general “aceptamos lo consagrado y que en el vaivén de la incomprensión se infiltra el macaneo de contrabando quedando establecida la barrera de lenguajes sin lengua, para expresar que el arte está en manos de los buscadores de verdades que nos ayudan a no perder la capacidad de asombro”.
Señaló que “si por momentos algunos talentosos colegas caen en el monstruismo es simplemente un llamado de atención a la deformación que engendra la miseria social”. Más adelante expresó que Picasso “rompe con el ascetismo, idolatría de antiguas visiones, pero se sirve de ellas para probar infinitas nuevas aperturas para las artes plásticas”.
“Pienso -añadió- que no es el tótem ni tampoco el robot la imagen para nuestro tiempo, aunque tema por esto último”. Y continuó diciendo que “se trata de rescatar el signo plástico mediante la geometría expresiva, presente siempre en los grandes maestros, oponiendo el expresionismo de Van Gogh al arte desvinculado de todo contacto terrenal”.
Archivo“Del contrabando ideológico al contrabando plástico -terminó- solo mengua una palma y si queda abierto el puño que se transformará en abrazo es cuando rescateremos al hombre de la sumisión, quebrando la brecha belicista con imágenes solidarias, para que nos ayudemos mutuamente a vivir”.
Las creaciones de Bernardo Jesiot trascendieron las fronteras de Argentina y se hallan preservadas en colecciones de Estados Unidos, Israel, Brasil, Italia, Bulgaria, y en los museos de Moscú, Varsovia y Sofía. Murió en 1996, pero su vida y obra representan un testimonio inspirador de la contribución de los inmigrantes a la cultura y el arte argentinos.