Martes 5.3.2024
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Juan Suhr, nacido el 23 de abril de 1911 en Santa Fe, fue principalmente reconocido por su capacidad para la representación de paisajes regionales: no solo se ocupó de su terruño, sino que más adelante recorrió otros puntos del país y hasta llegó a convertirse en un precursor en la realización de obras sobre los paisajes serranos puntanos.
Suhr, según los registros del crítico Córdoba Iturburu mencionados en el portal Arte de la Argentina, integró el Grupo Litoral, formado por artistas que buscaban, en sus obras, revitalizar la estética de la región. Sus paseos por los parajes de San José del Rincón, en compañía de los miembros del grupo, lo llevaron a buscar temas en las bellezas naturales que lo rodeaban.
“Nublado en las sierras”, obra de Suhr. Foto: Arte de la ArgentinaDotado de una sólida formación y una técnica depurada, logró plasmar con los paisajes que lo rodeaban. En los años ‘40 se estableció en San Luis, donde estableció su taller y se dedicó a enseñar en las escuelas. Fue en esta provincia donde descubrió las bellezas puntanas y donde su presencia activó el panorama artístico local.
Según el portal “La Melesca, historias de Cuyo”, Suhr fue uno de los pintores más dotados que residieron en la provincia de San Luis en esa época, por “su sólida formación y depurada técnica”. Además, se lo menciona como el principal animador artístico “en un ambiente adormilado que empezó a activarse por su presencia”. Por último, indica que se le podría considerar como “un paisajista de alma que transmite a sus telas, junto con el color, la sencilla emoción del paisaje”.
A lo largo de su carrera, el pintor participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Su obra, caracterizada por paisajes serranos de una factura impecable, revela un entendimiento de la luz, el color y la perspectiva. En cada trazo transmitía la emoción y la simplicidad inherente a lo que pintaba.
Arte de la ArgentinaEn mayo de 1950, los paisajes de Juan Suhr se expusieron en Santa Fe, en el Museo Municipal de Bellas Artes, junto a obras del artista Raúl Schurjin. En su edición del 9 de mayo, El Orden señala: “vuelve con su cosecha cromática, Juan M. Suhr, paisajista enamorado de la naturaleza argentina. Pródigo en el color, valoriza las gamas para crear belleza, ello le permite expresarse obediente a sus acentos íntimos ya concretados desde hace tiempo. Es un sensitivo en función exaltadora. El color le da valores líricos que sabe aprovechar con eficacia”.
“Utiliza el temple y el óleo por igual, conjugando calidades cromáticas inequívocas. Enamorado de la montaña, del verdor rural, la naturaleza mansa de los cursos de aguas y las frondas silvestres, vuelca en su paleta tonos y semitonos ricos y luminosos. A veces da a su expresión sensitiva, un acento decorativo que le resta vigor y calidad. Más es justo decir, que orquesta y armoniza el color con acierto y recursos felices”.
Archivo El Orden / Hemeroteca Digital Castañeda“En definitiva, es un pintor que no vacila ni se desnivela. Es un alma romántica, fina y temperamental, que da un ámbito seguro en sus registros e interpretaciones telúricas. Dignos de mencionar son sus trabajos: “Paisaje de La Quebrada. “Paisaje de Huerta Grande”, “Paisaje de Merlo” y la nota urbana “Talcahuano y Córdoba”. Libre y con un nuevo acento en “Iglesia de Las Chacras”, decorativo en “Fantasía serrana”. “Nubes borrascosas”, “Tarde rojiza” y “Rincón serrano”.
A través de su obra, Suhr demostró ser más que un pintor: fue un poeta de los paisajes, un cronista de la naturaleza argentina. Su capacidad para transmitir la emoción del paisaje y su dominio del color y la luz lo sitúan como una figura fundamental en el panorama artístico argentino.