Lunes 19.2.2024
/Última actualización 20:37
La primera impresión cuando Mauro Fornari comienza a hablar es que se trata de un médico. Es que este restaurador santafesino de amplia trayectoria, cada vez que se refiere a las obras de arte que llegan hasta su taller lo hace casi como si fueran personas que están aquejadas de una patología determinada y que tienen que ser curadas. Tal vez por eso se toma el tiempo necesario para hallar el término preciso y formula sus conceptos con la misma dulzura que un profesional de la salud, consciente de su misión, lo hace con sus pacientes.
Detalle de la abrasión, por fricción, sobre el lateral izquierdo de la obra. Foto: Gentileza Santa Fe ArteLa charla, como está previsto de antemano, se centra en el trabajo que Mauro realizó durante varios meses para acondicionar el cuadro “Marroquíes”, del célebre pintor español Mariano Fortuny, que hoy forma parte de la colección de Santa Fe Arte. Pero en todo momento deriva hacia otros aspectos que ponen de relieve la pasión con la cual este santafesino realiza su labor desde hace más de 30 años.
Limpieza del cuadro. Foto: Gentileza Santa Fe ArteEl primer paso al recibir la obra es, según puntualizó, realizar un análisis lo más exhaustivo posible del estado de conservación de la obra, para poder, de esa forma, establecer un diagnóstico que permita armar un diagrama posible de los pasos a seguir, es decir, elaborar un proyecto de restauración conservativa para obras de arte. “Existen diferentes datos que pueden observarse al hacer un análisis preliminar, los cuales tienen que ver con el estado de las patologías que pueden afectar, o no, a la obra. Dentro de esta escala de posibles afecciones, hay que ver cuál es la que prevalece y estudiar el grado de riesgo”, indicó. Acción que se realiza a partir de una premisa muy importante: “la mejor restauración siempre es la que nunca se ha realizado”. Es decir, cuanto menos tenga que intervenir el restaurador sobre la obra de arte y mantener su estado original, mejor. “Será siempre más saludable para la obra. Todo tipo de intervención implica un riesgo, una posible modificación, que mal ejecutada puede ser irreversible”, apuntó.
Luego de la limpieza resalta el rojo característico en las pinceladas de Fortuny. Foto: Gentileza Santa Fe ArteLeer las huellas del pasado
En relación al caso puntual del cuadro de Fortuny, el restaurador percibió desde la etapa de análisis que era una obra que había estado sometida a intervenciones de restauración precedentes, antes de ingresar a su taller. En este punto, formuló una aclaración medular y es que existen diferentes tipos de intervención, que pueden realizarse al intervenir una obra de arte: la restauración estética y la conservativa, una menos ortodoxa que la otra. La primera, permite la posibilidad de tomar algunas licencias estéticas, la otra, apunta a conservar, con la mayor pureza posible, la originalidad de la obra y de su autor.
Intervención finalizada y obra montada. Foto: Gentileza Santa Fe ArteEl cuadro, “Marroquíes”, de Fortuny había sido sometido entonces, a lo largo de su centenaria historia, a algún tipo de intervención estética que, según Mauro, afectó, aproximadamente, un 20 por ciento de la superficie total original de la obra.
Ensamblado de piezas renovidas. Iniciando las etapas de estucadura y reintegración cromática del marco. Foto: Gentileza Santa Fe Arte“Esta hipótesis fue cobrando mucho más peso durante la ejecución de las tareas de restauración en el taller. Con el avance de la investigación y la utilización de métodos y elementos de análisis más específicos, pudo verificarse que, gran parte de dicha intervención, fue realizada sobre la existencia de película pictórica original, es decir, debajo de esa intervención se encontraría un gran porcentaje de pintura original de Mariano Fortuny que ha sido cubierta por una intervención precedente realizada con escaso criterio técnico”, expresó.
Remoción de piezas del marco. Foto: Gentileza Santa Fe ArteOtra patología, que debió ser abordada, ha sido la abrasión del barniz, por fricción, en los márgenes de la obra, debido al deficiente montaje del cuadro sobre el marco. Al respecto, Mauro explicó que “la intervención de restauración que se hizo sobre la película pictórica, fue realizada para detener el proceso de esta patología y garantizar la estabilidad y la conservación de la obra”. El profesional, también debió actuar sobre otras patologías mucho más frecuentes, como la oxidación del barniz de protección, la suciedad que se impregna en la superficie, la humedad y los excrementos de insectos.
Remoción de intervenciones precedentes realizadas con materiales incompatibles (clavos comunes) y remoción de piezas en equilibrio precario. Foto: Gentileza Santa Fe ArteLa restauración de esta obra se ha dividido en dos segmentos específicos. Por una parte, el óleo de Fortuny y las patologías mencionadas y por el otro, el imponente marco dorado que encuadra magistralmente la obra. El marco fue sometido a una intervención integral de restauración conservativa. Fueron realizadas todas las etapas de restauración específicas, tales como: desinsectación, limpieza, eliminación de intervenciones precedentes, consolidación de partes en equilibrio precario, estucado de lagunas, reconstrucción de partes faltantes y reintegración cromática. “Una restauración conservativa como esta apunta, sobre todo, a preservar intacta la originalidad de la obra”, remarcó Fornari.
Reconstrucción de partes faltantes del marco. Foto: Gentileza Santa Fe ArtePara Mauro, la posibilidad de haber podido trabajar, en esta primera etapa de restauración, de una obra generada por un artista de la jerarquía de Fortuny, uno de los más destacados pintores españoles del siglo XIX, fue una gran alegría y un hito. “No todos los días tenemos la suerte de tener un cuadro de estas características en el taller. Se trata de una obra de gran importancia pictórica mundial, dentro de la historia del Arte. He tenido la oportunidad de intervenir obras muy importantes y de gran jerarquía nacional, pero de menor magnitud. Es un honor solo poder tener la oportunidad de hacer un análisis del estado de conservación de una obra como esta. Poder aconsejar o asesorar al cliente sobre los pasos que debería dar para poder preservarla de la mejor manera, es ya muy importante y que ese análisis culmine con la realización y el abordaje de alguna de las patologías que la afectan, es un gran honor y una gran oportunidad para poder aplicar los conocimientos que uno tiene. Entonces la responsabilidad ya se vuelve personal”, aseguró Mauro.
Intervención en el marco finalizada. Foto: Gentileza Santa Fe ArteY planteó, en este punto, una paradoja: el éxito de una intervención de restauración conservativa, del trabajo de un restaurador, se produce cuando pasa lo más desapercibido posible. Es un trabajo sumamente importante para la obra, pero, paradójicamente, no debe notarse. “Es la humildad del restaurador”, cerró.
Marco y cuadro: finalización de las etapas previstas en el proyecto de restauración conservativa para obras de arte. Foto: Gentileza Santa Fe ArteMauro Fornari es un restaurador santafesino que acredita una gran trayectoria. Realizó cursos de conservación y restauración en museos tanto argentinos como italianos. Su labor fue crucial en proyectos de preservación del patrimonio artístico, incluyendo esculturas, pinturas murales y retratos. Fornari también ha coordinado proyectos de restauración en puntos emblemáticos como la Basílica del Carmen en Santa Fe y la Iglesia de San Ignazio di Loyola en Roma. También restauró obras significativas como el cuadro “Santa Teresa de Jesús” de Sor Josefa Díaz y Clusellas.