Miércoles 28.2.2024
/Última actualización 9:26
“No te acobardas de lo triste porque tienes amor a la tristeza. Tu placer es dejar que te conquiste. Y lleno estás de su naturaleza. Ceñida por tu brazo, ella te asiste deshojada del suelo a la cabeza, y su desnudo, donde el día existe, te baña de verdad y de belleza. Glorificado, tu dolor se viste de flor en vaso de agua, de cereza, de niña azul en un ambiente triste. Porque tiene de amor a la tristeza. Porque todo te dió, todo le diste, y lleno estás de su naturaleza”.
Poema de Pedroni dedicado a Schurjin. Foto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital CastañedaLas palabras anteriores corresponden al recordado poeta José Pedroni, fueron escritas en Esperanza, y publicadas por El Litoral el domingo 2 de agosto de 1953. El destinatario: el artista plástico Raúl Schurjin. Considerado, según consta en el sitio web dedicado a su memoria (galeria-schurjin.com.ar) “el pintor que amaron los poetas”, “el pintor de las costeritas del Paraná” y el “pintor de sueños, tristezas y esperanzas”.
"Costeritas". Foto: J.C. NaónRaúl Schurjin nació el 12 de febrero de 1907 en Mendoza y falleció el 30 de junio de 1983 en Buenos Aires a la edad de 76 años. A los 12 años huyó de su hogar debido al maltrato de su padre y se trasladó a Buenos Aires en un tren carguero, donde conoció a personas que lo acogieron y lo introdujeron en las ideas marginales y anarquistas. En la capital argentina, trabajó como vendedor de diarios y lustrabotas para sobrevivir y seguir su pasión por la pintura.
"Platos vacíos". Foto: ArchivoSu vida cambió cuando el pintor Emilio Centurión lo descubrió y lo ayudó a desarrollar su talento artístico, brindándole clases de dibujo y materiales para pintar. Schurjin estudió en la Academia Nacional de Arte y se estableció como profesor en el norte santafesino donde fundó la Escuela de Artes y Oficios de San Lorenzo. Más tarde se trasladó junto a su familia a la ciudad de Santa Fe, donde vivió varios años.
ArchivoA lo largo de su carrera, expone en numerosos salones nacionales y provinciales, ganando reconocimiento y premios importantes. Su estilo pictórico evoluciona desde paisajes y retratos hacia una serie llamada "Estampas de la vida humilde" y sus famosas "Costeritas", figuras de niños y mujeres del río Paraná. Utiliza grafito sobre papel y una colorida paleta de óleos y pasteles.
Galería SchurjinEn 1958, motivado por la salud de su esposa, se trasladó a Buenos Aires donde su carrera despegó aún más con el apoyo de mecenas como Federico Fernández de Monjardín. Viajó a Europa para exponer su obra con éxito, vendiendo todas sus pinturas y consolidando su reputación como pintor respetado.
Galería SchurjinSchurjin estableció vínculos con importantes figuras literarias y artísticas de la época, y su obra se caracterizó por retratar la vida y las costumbres del litoral argentino con una impronta expresionista y caricaturesca. Su legado vive en museos y colecciones de arte en Argentina, siendo reconocido como un “lírico del pincel” y un exponente del arte del siglo XX.
Galería SchurjinUna búsqueda en los archivos de los diarios santafesinos permitió dar con varias referencias a Schurjin. Una de ellas, correspondiente a 1930, da cuenta de la presentación de una de sus obras juveniles, titulada “El Gaucho”, en el Salón Anual de Bellas Artes, realizado ese año en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez. Por entonces, Schurjin tenía apenas 23 años.
"Casas de la calle Uruguay". Foto: Archivo El LitoralLa otra referencia corresponde a la edición del Diario El Orden, correspondiente al martes 9 de mayo de 1950. En ese momento, Schurjin ya residía en Santa Fe y ese año, concretó una muestra conjunta con su colega Juan Mauricio Shur. Al punto que en la reseña que publicó el matutino, lo mencionan como un “conocido plástico local, vario y múltiple”.
Archivo El Orden / Hemeroteca Digital CastañedaSegún el cronista, Schurjin “trabaja con y para su mensaje estético, exaltando su sentir, Hay, a no dudarlo, una firme frecuentación que nos evidencia las búsquedas sensitivas que siempre conducen hacia una afirmación. La fineza del color, le permite expresarse en más de una naturaleza muerta, motivos florales y figuras. Pero a veces se excede en la tonalidad y quiebra la armonía que busca sin lograr su acento, Cabe entonces preguntarnos: ¿Hay acaso indecisión y desnivelamiento armónico en esas vibraciones lumínicas? Entendemos que si. La búsqueda puede ser fértil, pero debe instar o a permanecer en su estilo, en su canon estético figurativo y cromático, por cuyo cauce logrará la identificación con su arte y su vivencia temperamental”.
"Compañeros". Foto: ArchivoY agrega “Schurjin ha trabajado empeñosamente, no otra cosa afirman más de 70 obras expuestas, aun cuando algunas de ellas hayan sido vistas ya. Cuando se afirme en su técnica personal, vibrante, ardida y noblemente espiritual, su acento estilístico será cabal, validando toda su obra, todo su tránsito. La exuberancia puede ser una libre manifestación del anhelar plástico, pero a veces merced a ella, desnivela el propósito y no da la tónica y el vigor que busca el artista. Algo de ello ocurre con Schurjin. No obstante esta aseveración, el pintor es una conducta laboriosa, esforzada y digna”.
"Refugio". Foto: Museo Municipal de Artes VisualesRaúl Schurjin es un ejemplo de cómo, a pesar de los desafíos y las críticas, la perseverancia en una búsqueda estética puede derivar en una obra de profundas resonancias, capaz de resonar en el tiempo. Raúl Schurjin, el "pintor de sueños, tristezas y esperanzas", es una figura que siempre vale la pena revisar dentro del panorama artístico argentino del siglo XX.