Martes 29.8.2023
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El poeta nicaragüense Rubén Darío llegó a Mallorca en 1906 y se instaló en una vivienda de El Terreno, en la bahía de Palma. Los paisajes de la isla fueron inspiración para algunos de sus versos: “Quietud, quietud... ya la ciudad de oro ha entrado en el misterio de la tarde”. Pero no fue el único artista cuya sensibilidad resultó movilizada por la isla española situada en la parte central del archipiélago balear. También fue la “meca” de muchos pintores del mundo, que acudieron aIlí para (como señala un viejo periódico) “impregnarse de luz y de belleza”.
Archivo¿Por qué evocar en este espacio a Rubén Darío y a artistas plásticos de distintas épocas y procedencias? Porque en setiembre de 1928, hace casi 95 años, una exposición en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez estuvo compuesta por pinturas de Mallorca, que fueron traídas al país por Juan Alomar, crítico de arte del diario El Día de Palma de Mallorca e hijo del poeta Gabriel Alomar.
ArchivoDe esto dejó constancia El Orden en su edición del 13 de septiembre de 1928, donde anuncia la inauguración de la muestra para el día 22. “Ocioso nos parece extendernos acerca de la importancia de esta exposición que se prepara en el Museo, desde que las personas entendidas en la materia deben estar ampliamente, enteradas al respecto a través del éxito que alcanzó la citada muestra al exhibirse por primera vez en Buenos Aires, en los Salones de la Comisión Nacional de Bellas Artes bajo los auspicios de la misma y con asistencia del señor presidente de la República”, señala el diario.
“Con tal motivo y con acierto, Juan Alomar ha seleccionado un centenar de telas correspondientes a los más célebres aquellos pintores que han desfilado por Mallorca y los ha traído al país para que se conozca, a través de la pintura, lo que es la isla de oro y lo que representa en el arte”, asegura luego.
Art.SalonEntre los pintores seleccionados para la mencionada muestra, figura Hermenegildo Anglada Camarasa, de quien los santafesinos de aquella época pudieron observar cuatro óleos de grandes dimensiones. Anglada Camarasa, nacido en Barcelona y referente del modernismo catalán, vivió muchos años en Mallorca, forzado por la coyuntura de su país. Utilizó paisajes campestres y costeros para sus trabajos, reflejados con vivos colores y brillos.
Archivo El Orden / Hemeroteca Digital CastañedaEl argentino Francisco Bernareggi fue otro de los artistas presentes con sus obras en la muestra de 1928. Integró, junto a otros, el grupo de pintores llegados a la isla tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, precisamente bajo la tutela de Anglada Camarasa. Otro argentino que dedicó buena parte de su labor a los paisajes mallorquines fue Tito Cittadini, quien arribó en 1913 y se instaló definitivamente al año siguiente. Sus trabajos pudieron ser apreciados en el Rosa Galisteo.
Joaquin Mir, considerado el más destacado de los paisajistas del impresionismo español, fue otro de los artistas que integraron la muestra promovida en Santa Fe por Alomar.
rubendeluis.comSu producción realizada en Mallorca a principios del siglo XX fue destacada por su originalidad. “Desde Mallorca su constante no dejó de ser el paisaje, pero un paisaje y una atmósfera siempre vista desde el interior, siempre atenta a identificarse con colores que describen la sensación del autor al contemplarlo”, señala al respecto la página web descubrirelarte.es.
ArchivoEl sueco Haberkorn, el inglés Huber Erwin, el danés Hermann Hruck, el noruego Acke Sjostrand y el italiano Vechioli también fueron parte de la exposición en la cual los santafesinos pudieron acceder, gracias al arte, a uno de los paisajes más atractivos de Europa.