Santafesino, fallecido en 1994, reflejó en sus obras paisajes y personajes característicos de la costa santafesina, en especial de Rincón. “Entiendo al color no sólo en sus valores intrínsecos de luz de intensidad, de gradaciones, sino fundamentalmente en su limpieza”, dijo a El Litoral en 1977.
El artista plástico Molinas en pleno proceso de trabajo. Foto: Archivo El Litoral / Birri
“¿Dónde empieza la costa?” -se preguntaba Juan José Saer en “Discusión sobre el término zona”-. “En ninguna parte. No hay ningún punto preciso en el que se pueda decir que empiece la costa”, respondía. Hay unanimidad, sin embargo, respecto a quienes fueron los artistas plásticos que lograron reflejar en sus obras la costa santafesina en todo su esplendor, con sus matices y colores. Uno de ellos, Matías Molinas, definido alguna vez como “pintor del litoral”.
Foto: Archivo El Litoral
Matías Tomás Molinas nació en Santa Fe el 7 de marzo de 1911 en una familia de inmigrantes españoles, concretamente de Mallorca. Desde muy joven se inclinó por el arte. Trabajó en diario El Orden de Santa Fe en la década del ‘30 y en esos años concretó su primera exposición, conformada por las caricaturas publicadas en la prensa. Se dedicó también a la publicidad, realizando carteles. Tras su paso por la escuela provincial de Artes Visuales “Juan Mantovani”, a mediados de la década de 1940 se convirtió en profesor de dibujo y grabado. En la misma época, se sumó a la Sociedad de Artistas Plásticos Santafesinos.
Foto: Archivo El Litoral
Autodidacta en pintura, plasmó en sus obras el paisaje de la costa santafesina, en particular San José del Rincón. “Sus composiciones con pescadores y gente de la costa, con ranchos y canoas, se fueron tornando cada vez más evanescentes a medida que avanzó hacia el fin de los cincuenta, mostrando sus obras tardías una persistencia de la corporeidad y de los peculiares acordes cromáticos en verdes y amarillos que lo definen dentro del panorama santafesino”, indica sobre él la página web de la editorial de la UTN. Falleció en Santa Fe el 4 de marzo de 1994 a los 82 años.
Foto: Archivo El Litoral
Agrupados
Entre sus pergaminos, Molinas fue uno de los miembros fundadores, a finales de la década de 1950, del “Grupo Setúbal”, en honor a la laguna homónima. ¿En qué consistió? En una asociación de artistas (Ricardo Supisiche, José Domenichini, Ernesto Fertonani, Miguel Flores, Jorge Planas Viader y Armando César Godoy) que se dedicaron a exponer en forma colectiva en varios puntos del país durante dos años.
Foto: Archivo El Litoral
El punto en común, fue la búsqueda de una renovación formal y técnica, pero dentro de una tónica regional, anclada en el paisaje litoraleño. Apuntaban, a su vez a la comunicación, el intercambio de ideas y la reflexión. “Queremos pintar el momento, encontrar lo regional hasta en el revoque de un rancho, en los colores de la región”, consideró el propio Molinas en una entrevista.
Pintar el interior
En los archivos de El Litoral, aparecen dos entrevistas con el maestro Matías Molinas, donde el artista desarrolla interesantes conceptos. Una corresponde al lunes 16 de diciembre de 1962 y lleva la firma de Pedro Giacaglia. “Me dice Matias Molinas que no quiere abandonar el paisaje. Que, allí se encuentra rodeado de elementos que son vitales para su obra. Tentado por la naturaleza muerta, hizo algunos trabajos, pero terminaron siendo paisajes. Allí en un caballete veo un pescado muerto en la costa. Sus dorados, sus осres, contrastan con el paisaje lagunero del fondo. Hay poesía y hay realidad. Este dualismo existe en casi toda la obra del pintor santafesino. Lo vemos en ‘El islero’, en ‘Hombre de la red’, en sus dibujos y aguadas, en ‘Soledad’ obra de 1961, en sus más recientes pinturas”, escribe el autor del artículo.
Foto: Archivo El Litoral
¿La pintura argentina está centralizada en Buenos Aires o cree que en el interior hay importantes movimientos? le pregunta Giacaglia a Molinas. “Entiendo que el verdadero movimiento de la pintura argentina está en el interior, pero desgraciadamente los artistas se ven obligados a enviar sus obras a los salones de la Capital Federal para integrar el movimiento nacional y pesar sus valores por intermedio de la crítica porteña, que actualmente es la más autorizada del país. Si bien anualmente se realizan en el interior importantes muestras, éstas permanecen sin trascendencia en el ámbito nacional. Una solución para este problema sería la unión e intercambio de las direcciones de Cultura que permitiría contrarrestar los efectos de la fuerza de Buenos Aires”, responde el artista.
Foto: Archivo El Litoral
En otro tramo de la rica entrevista, ante la consulta respecto a cuáles son sus cinco pintores de referencia, Molinas señala a Giotto (pintor, muralista, escultor y arquitecto florentino de la Baja Edad Media) Francisco de Goya (pintor y grabador español nacido en 1746 y fallecido en 1828), Paul Cezanne (pintor francés postimpresionista), Pablo Picasso (creador, con Georges Braque, del cubismo) y el ruso Vasili Kandinsky.
Los maestros del maestro
Otra de las entrevistas fue publicada por El Litoral el 30 de enero de 1977. “Entiendo al color no sólo en sus valores intrínsecos de luz de intensidad, de gradaciones, sino fundamentalmente en su limpieza. Así, sólo así, entra a mi entender en la categoría de lenguaje o de calificación de las formas”, puntualiza Molinas.
Foto: Archivo El Litoral
Asimismo, recuerda a sus formadores. “Jamás podré olvidar lo que fue aprender al lado de Orlando Pierri, Gustavo Cochet, Casas Ocampo, José Planas Casas. Hombres que daban todo de sí, que enseñaban a dibujar y pintar una manzana, pero no una manzana más, sino precisamente ésa'. La escasez de libros sobre arte estaba así generosamente compensada con la entrega de estos maestros de verdad”.
Foto: Archivo El Litoral
Aún nos guía
La vigencia de la obra de Molinas se puede apreciar en una fecha tan reciente como noviembre de 2022, cuando el colectivo “Creadores de la Costa”, que nuclea a artistas y hacedores culturales de Rincón y la zona, organizó la muestra “La Costa en las manos de Matías Molinas”, con obras y objetos personales del artista que eligió San José del Rincón, para montar su taller de trabajo.