Viernes 17.11.2023
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Luego de la Segunda Guerra Mundial, una parte de la cual se había librado en su propio territorio, Francia pugnaba por recuperarse tanto en términos materiales como simbólicos. Recobrar su hegemonía cultural que había tenido en décadas previas era una de las claves. En el artículo de su autoría titulado “‘De Manet a nuestros días’: derivas de una exposición anacrónica”, Cecilia Bettoni Piddo recuerda que una de las estrategias que impulsó Francia para recuperar ese poderío fue organizar una exposición itinerante para recorrer durante un año distintas ciudades latinoamericanas y exhibir “pruebas irrefutables” de su prestigio artístico.
Obra de Edgar Degas. Foto: Bridgeman Art Library“Por supuesto, no se trataba solamente de juntar un montón de pinturas de artistas consagrados, sino de pergeñar junto a esos cuadros otros de artistas jóvenes y menos conocidos, de modo tal que la cronología propuesta tuviera la eficacia esperada: Francia no solamente era la cuna del arte moderno, sino también una escena decisiva en los derroteros del arte contemporáneo”, agrega la especialista. En efecto, la exposición mencionada fue desplegada en Argentina, Brasil, Venezuela, Perú, Chile y Uruguay entre los años 1949 y 1950.
Obra de Roger Chapelain-Midy. Foto: Plazzart“De Manet a nuestros días” estaba integrada por obras de más de sesenta artistas, en su mayor parte de origen francés, de primer nivel mundial. Incluía obras de Bonnard, Braque, Derain, Léger, Matisse, Manet, Monet, Renoir, Modigliani, Degas y otros. La distribución fue en tres categorías: impresionistas y simbolistas, Escuela de París y generaciones más jóvenes. En la capital argentina, se inauguró el 28 de junio de 1949 en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde tuvo como complemento 39 obras de coleccionistas argentinos, que nutrieron de mayor valor la totalidad.
Obra de Modigliani. Foto: National Gallery of Art, WashingtonEl dato menos conocido pero que figura en los diarios de la época, es que la muestra tuvo un paso por Santa Fe, en septiembre de 1949, en lo que constituyó una oportunidad única para los santafesinos. El Litoral en su edición del lunes 5 de septiembre de ese año, dejó registro. “Ayer por la tarde en el museo Rosa Galisteo de Rodriguez, con la presencia de numeroso público y autoridades, quedó inaugurada la muestra de arte moderno francés titulada ‘De Manet a nuestros días’. La muestra fue habilitada por Roger Monmayou, encargado de negocios de Francia”.
Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital CastañedaPrecisamente, Monmayou pronunció un discurso donde resaltó las características de la muestra. “La exposición que ustedes reciben hoy es muy distinta y posiblemente sorprenderá a algunos. Corresponde muy poco a lo que Cezanne llamaba ‘la pintura de los museos’. Los museos, en efecto, reciben en general obras maestras consagradas, indiscutidas Y los visitantes reconocen, al contemplarlos, formas, colores, procedimientos, expresiones y estilos que les resultan familiares”, expresó.
Obra de Georges Rouault. Foto: Centre Pompidou“La exposición que presentamos hoy comprende, sin duda, gran número de cuadros que pertenecen al ‘Arte de los museos’ y ustedes podrán examinar telas de maestros cuya gloria está ya tan sólidamente establecida como la de los más grandes. Pero los organizadores han querido, también, hacer otra cosa. Al lado del arte acabado, clasificado y, en cierto sentido, clásico, existe el arte que se va haciendo, el arte hoy, el arte de mañana. Nuestros contemporáneos se preocupan mucho por sorprender, si puedo así decir, la creación artística en su brotar y, en casi todas las grandes capitales, se han organizado ya museos de un tipo nuevo, museos de arte moderno gracias a la hospitalidad de ustedes. El museo provincial de Santa Fe se convierte hoy en un museo de Arte moderno”, añadió. Y finalizó diciendo que la exposición se proponía, ante todo, presentar a “la joven pintura francesa, la pintura de los pintores vivientes, ilustrada con un conjunto de cuadros de los maestros de quienes se reclaman”.
Archivo El Orden / Hemeroteca Digital CastañedaEn la oportunidad, entre otras autoridades como el entonces director del museo, Horacio Caillet-Bois, habló el rector de la Universidad Nacional del Litoral, Angel Guido. Es que la casa de altos estudios fue organizadora con los auspicios de la Dirección Provincial de Bellas Artes, la Subsecretaría de Cultura Municipal de Rosario y la Asociación Francesa de Acción Artística de Buenos Aires.
Obra de Utrillo. Foto: ArchivoGuido, durante su discurso, señaló lo que representa el vigilante e inquieto espíritu francés para la cultura universal. Se refirió a los movimientos pictóricos después de la revolución del 89, al impresionismo, al postimpresionismo orientado por Cézanne y Gauguin, hasta las expresiones modernas como el expresionismo y otras escuelas de vanguardia. “Una vez más, la dulce y culta Francia, nos ha traído la expresión de un siglo nutrido de la más alta, valiente y torturada aventura del espíritu, mediante el documento de su pintura”, expresó.
Archivo El Orden / Hemeroteca Digital CastañedaUn día después de la inauguración de la muestra, que se mantuvo activa hasta el día 11 de septiembre, numeroso público siguió atentamente a través de las salas del Museo Provincial Rosa Galisteo de Rodríguez, una actividad que despertó interés: la visita guiada a cargo del prestigioso crítico de arte, Paul Conquet. Fueron los propios santafesinos los que le dieron la puntada final, entonces, a otra manifestación de la relevancia que llegaron a tener sus espacios culturales.