El escultor que insufló una vida "terriblemente bella" a la materia que pasó por sus manos
En sus obras realizadas en mármol, granito y madera, reflejó sus ideas políticas. Principalmente, posó la mirada sobre los sectores postergados de la sociedad. En 1932 expuso en Santa Fe y su labor despertó enorme interés. “Figura en primera fila entre los grandes artistas de la hora presente”, manifestó El Orden, en su edición del 30 de junio.
“Madre del pueblo”, tallada en madera de vivaró oscura y fechada en 1931, es una de las obras más reconocidas de Riganelli. Muestra a una mujer de humilde condición que trata de proteger a su pequeño hijo. Foto: Museo Nacional de Bellas Artes
El nombre de Agustín Riganelli tal vez no diga mucho a las nuevas generaciones. Pero hace un siglo, la figura de este escultor de formación autodidacta y nacido en la cuna humilde de una casa de inmigrantes italianos, llegó a ser casi tan descollante en los ambientes artísticos como la del pintor Benito Quinquela Martín (de quien hizo un busto en madera).
"El errabundo". Foto: Museo Nacional de Bellas Artes
Su propia procedencia explica la preocupación que Riganelli manifestó en sus obras. Si hay que buscar rasgos englobadores para caracterizar su trabajo, uno es la preocupación por las clases marginales y sus padecimientos. La coherencia entre vida y obra, lo llevó a integrar el grupo denominado Artistas del Pueblo, que se gestó en los años 20 como alternativa a las corrientes del academicismo y a la figura del “artista solitario”. Riganelli fue el único escultor del grupo, conformado por artistas nacidos en la clase trabajadora.
"Niño de la calle" Foto: Museo Nacional de Bellas Artes
Arrancó su labor en un taller de carpintería, donde aprendió a tallar madera. Con el tiempo, incorporó otros materiales como el yeso, la piedra, el bronce, el cemento y la terracota. Aunque en los primeros años le costó mucho, con el paso del tiempo fue ganando más protagonismo y sus obras alcanzaron altos niveles de reconocimiento. “El hombre del rascacielos”, talla en madera de 1928, le permitió acceder a un premio en la Exposición internacional de París.
"Niño sereno" Foto: Museo Nacional de Bellas Artes
Indagó en diferentes variantes de la escultura: retratos, piezas decorativas, obras de carácter social y monumentos. En efecto, es autor de los dedicados Florencio Sánchez, a Domingo Faustino Sarmiento y a los caídos el 6 de septiembre de 1930. Son recordadas a su vez obras de su autoría como “Niño de la calle”, “El errabundo”, “Mujer de pueblo”, “El buey viejo”, “La pobre madre” y “Retrato del poeta Bufano”. También realizó, en España, una obra conmemorativa del vuelo del Plus Ultra.
"La llamarada". Foto: Museo Sívori
Una de sus producciones más reconocidas es “Madre del pueblo”, que integró una serie en la cual Riganelli puso acento en las distintas dimensiones de la maternidad. “Si bien respetó la iconografía tradicional de las madonnas, destacó la figura de la mujer humilde y resignada que protege a su hijo en el regazo, lo amamanta y defiende ante la precariedad de su condición social”, escribió Patricia Corsani.
En 1947 concretó su última exposición, compuesta por 28 trabajos y falleció en 1949, a los 59 años.
Foto: Archivo El Orden / Hemeroteca Digital Castañeda
“Un espectáculo inolvidable”
En 1932, Agustín Riganelli viajó a Santa Fe y realizó una exposición personal, en paralelo al Salón Anual de Pintura, Escultura y Grabado que despertó gran interés. Al punto que El Orden, en su edición del 30 de junio de 1932 manifestó: “Su nombre, que no es desconocido en Santa Fe, tampoco lo es en las grandes capitales del mundo, donde se rinde ferviente e inteligente culto al arte”. Y añadió “Riganelli, figura en primera fila, entre los grandes artistas de la hora presente. Sus obras emplazadas en los paseos públicos, adquiridos por los museos y por galerías particulares, hablan demasiado claro de su talento y de su capacidad”.
Foto: Archivo El Orden / Hemeroteca Digital Castañeda
El Litoral también se hizo eco de la muestra, en su edición del 8 de julio del mencionado año. “Comporta un título de legítimo orgullo para nuestra ciudad, pues a sus grandes valores intrínsecos une la circunstancia excepcional de ser absolutamente inédita para el país. El año pasado fue Quinquela Martin la gran revelación que lanzó a la faz de la república el Museo Provincial de Bellas Artes ‘Rosa Gallateo de Rodriguez’. Este año es un escultor no menos eminente, y que representa la más alta y pura expresión del arte plástico argentino contemporáneo”.
Foto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda
Los elogios del cronista de El Litoral ponen de relieve la importancia que tuvo el paso de Riganelli por la capital provincial. “Su colección de esculturas en mármol, granito y madera es, según ya lo expresó el crítico José León Pagano, la muestra más completa e interesante que se haya organizado de artista alguno, nacional o extranjero, en el país. Agustín Riganelli representa la nota más alta que haya dado hasta ahora el arte argentino en la escultura y su exposición del Museo será un espectáculo inolvidable”.
Foto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda
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