Reconocido tallista, era oriundo de Puerto Gaboto pero realizó la mayor parte de su obra en Chaco. Su obra incluye imágenes del ámbito rural y referencias a las costumbres criollas. En 1966, años después de su muerte, se realizó en Santa Fe una muestra de tallas y una charla sobre su vida y obra.
Juan de Dios Mena fue un escultor autodidacta que capturó la esencia del campo y las tradiciones criollas en sus tallas en madera curupí. Foto: Fundación Urunday
Aunque desarrolló la mayor parte de su obra en Chaco, Juan de Dios Mena es oriundo de Santa Fe. Nació en Puerto Gaboto, una localidad costera ubicada al sur de la capital provincial, en 1897. Escultor y poeta de formación autodidacta, es especialmente conocido por sus tallas, en su mayor parte realizadas en curupí, madera chaqueña a través de la cual gestó una obra cuya imaginería popular sólo encuentra un paralelo en otra figura relacionada con el arte como el dibujante Florencio Molina Campos.
Foto: Arte de la Argentina
Su obra como tallista se hizo famosa más allá de los límites de argentina, pero particularmente por su capacidad para expresar motivos vinculados con las tradiciones nacionales. En especial, construyó sus trabajos en torno a personajes del ámbito rural, pero sin eludir tipos sociales urbanos y referencias a las costumbres criollas.
Foto: Gentileza arnoldogualino.blogspot.com
Marcelo Nieto, en un artículo publicado por Fundación Urunday describe detalles del inicio de la vocación de Mena: “La leyenda cuenta que tenía un facón con mango de plata que lo acompañó en su nomadismo y que, en las horas aciagas, agarraba un pedazo de madera y comenzaba a tallar. Del todo autodidacta, del todo artista. También se cuenta que en 1932, viviendo en el campo, un arriero le regaló un palo de guayaibí ‘para que se hiciera un bastón criollo’. Mena empezó a trabajar con un cortaplumas la punta gruesa del palo y le salió la cabeza de un paisano”.
Foto: Gentileza Mutual Art
Fernando M. Varela, en un extenso trabajo titulado “El humor en la escultura de Juan de Dios Mena”, señala: “Hay artistas que poseen una vocación metafísica, que han descubierto la distancia existente entre la superficie de los seres y lo que ellos son profundamente, para luego desenmascarar la realidad cotidiana. Ellos revelan y obligan a percibir lo esencial, y su obra, aunque cuando de una fascinante verdad, inquieta, suscita la sorpresa y la presencia de otra existencia. A ese grupo de artistas pertenece Juan de Dios Mena, un escultor cuyas imágenes sirven de vehículo a una fuerza interior, a un deseo de cambiar la vida. El ha visto lo que nosotros dejamos de percibir, porque miraba desde afuera, en observador; asombrado frente al espectáculo de lo humano, intentó encontrar un sentido a la vida; sus preguntas son tan in-
Foto: Gentileza Ask Art
tensas que desalientan toda respuesta; su ingenuidad es tan enorme que destruye las convenciones. Su escultura, humorística al primer contacto -porque nuestra reacción al desafío de la existencia es el reír-, se vuelve angustiosa y patética, y si reflexionáramos un poco, nos sorprenderíamos de haber podido tomarla con superficialidad”.
Valoración en Santa Fe
Según señala Sonia Decker, Mena no fue considerado como un artista significativo en la plástica escultórica argentina que abarca las décadas de 1930 a 1950. Las exposiciones relevantes y los reconocimientos importantes le llegaron después de su muerte, acaecida en 1954 y en muchos casos por iniciativa del “Fogón de los Arrieros”.
Foto: Gentileza Ask Art
Santa Fe tuvo algo que ver en esto: en el año 1966 se realizó, en el Museo Municipal de Artes Visuales una muestra de tallas de su autoría y una charla sobre su vida y obra, de la cual dejó registro Diario El Litoral. La conferencia estuvo a cargo de Hilda Torres Varela, integrante de la embajada de “El fogón de los arrieros”, de Resistencia. La especialista hizo un paralelo con el “Martín Fierro” por el “vigor y lo certero de la descripción de personajes” y asignó el parecido de Mena con José Hernández, señalando que “el tallista fue descubriendo paulatinamente todos los secretos que los árboles de los montes de su tierra encerraban”.
Foto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda
En rigor, la omisión a la que hace referencia Decker probablemente haya estado apuntada al centralismo porteño. Es que hay registros de que, en la década de 1940, Mena expuso en Santa Fe con éxito. Reproducimos a continuación parte de un artículo publicado por Diario El Orden el 14 de junio de 1941, bajo el título “El artista Mena y su obra de intensa argentinidad”.
Textualmente, señala lo siguiente “Cuando, al inaugurar el señor Juan de Dios Mena su original exposición en el Museo Municipal de Bellas Artes, saludamos su nuestra como una profunda expresión de criollisino en el más puro sentido de la palabra, prometimos al artista que oportunamente volveríamos a ocuparnos de sus piezas, cuyo éxito ha sido confirmado por la aceptación que el público le ha, dispensado y por los elogiosos comentarios que la crítica le ha prodigado”.
Foto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda
Como sea, las tallas de Juan de Dios Mena son valoradas en la actualidad por su técnica y calidad. El artista es reconocido por su habilidad para tallar la madera con detalle y realismo, creando obras que parecen vivas. Sus tallas demuestran especial sensibilidad respecto a la forma y la textura de los distintos tipos de madera.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.