Martes 27.6.2023
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Víctor Delhez, grabador y dibujante de origen belga pero que vivió gran parte de su vida en Argentina, dejó una obra compuesta sobre todo por grabados, que resulta significativa para las artes plásticas gestadas en estas latitudes durante el siglo XX.
Con una formación artística que abarcó estudios en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, así como en Inglaterra y Francia, Delhez exploró diversas disciplinas como arquitectura, dibujo y pintura. Su interés por la vanguardia se reflejó en sus primeras obras.
"Adoración del cordero". Foto: Arte de la ArgentinaA mediados de la década de 1920, luego de una tragedia personal, decidió trasladarse a Sudamérica y establecerse en Buenos Aires, donde fue proyectista, arquitecto y contratista.
Más adelante, en Bolivia, comenzó una serie de obras basadas en Los Evangelios, que lo consagraron. Además, ilustró “Cuentos de un soñador” de Lord Dunsady.
"Autorretrato". Foto: Arte de la ArgentinaSegún consta en una nota publicada recientemente por el diario La Nación (en virtud de la muestra recientemente inaugurada en Buenos Aires, dedicada al artista) Delhez ilustró los dos primeros números de la reconocida revista Sur, de Victoria Ocampo.
Después de su paso por Bolivia, regresó a Argentina y se estableció en Chacras de Coria, Mendoza. Allí continuó su obra artística, se desempeñó como profesor en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo, y profundizó en la técnica del grabado con madera.
Foto: Mutual ArtAunque en los inicios de su carrera incursionó en varios universos artísticos, entre ellos la fotografía, la pintura y las artes decorativas, Víctor Delhez siempre se definió a sí mismo, por sobre todas las cosas, como grabador.
Foto: victordelhez.comEn 1939, los santafesinos tuvieron la posibilidad de observar en director obras de Delhez, a través de una exhibición que se concretó en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez. La misma se abrió el domingo 22 de octubre, pero desde varios días antes los anuncios en los periódicos daban cuenta de la relevancia del artista en cuestión.
Foto: Mutual ArtEl Litoral, el día 21 de octubre de 1939, publicó un artículo dedicado al artista, acompañado de una imagen de “Jesús calma la tempestad”, grabado en madera de Delhez. Allí, da cuenta que la muestra iba a estar compuesta de 40 xilografías, de las cuales 30 estaban inspiradas en temas tomados de los evangelios y las otras 10 eran retratos y paisajes.
“La xilografía de Víctor Delhez adquiere un acento novísimo dentro del género universal al que pertenece, no sólo por su sabiduría técnica sino por su contenido espiritual que revela en su autor una inteligencia y una sensibilidad de artista extraordinarias”, expresó el autor de la pieza periodística.
Foto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital CastañedaVigilia, paciencia y dolor
Al día siguiente, 22 de octubre, el vespertino incluyó en su edición una crónica en la que refiere que un crecido número de personas concurrió al acto inaugural de la exposición de grabados del xilógrafo belga. Entre las cuales estuvieron el gobernador de la provincia, el ministro de Instrucción Pública, autoridades civiles y militares.
Horacio Caillet-Bois, desde su rol de director del Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, pronunció un discurso en el cual explicó que la elección de Delhez para la exposición tenía que ver con que representa, indudablemente, un “hito señalador en el difícil género de la incisión”.
Víctor Delhez. Foto: Gobierno de Mendoza“Género difícil, hemos dicho. Difícil y arduo que exige en el artista un poder de sacrificio tremendo, que empieza por la superación de la técnica y sigue por la incomprensión del público, poco acostumbrado a captar lo que no tiene color. Claro está que los grabados de Delhez llegan milagrosamente al calor por la variedad y profundidad de matices que él logra en la superficie de la madera. Pero para, alcanzar con el blanco y negro esa sutilidad maravillosa que transmite el color ausente, ¿Cuántas noches de vigilia se necesitan y cuánta paciencia y cuánto dolor?”.
Diario El Litoral, 1939. Foto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda“Por su dominio de la técnica del grabado, por el sentido épico con que penetra en los grandes símbolos de la humanidad, por la inteligencia inspirada, con que ha alcanzado a expresar con su buril maravilloso las verdades simples y eternas del Evangelio y por la poesía y el ministerio que trasciende de su arte, nadie le supera entre nosotros”, afirmó Caillet-Bois.
En junio de 1941, Delhez realizó otra muestra en Santa Fe, compuesta por 35 xilografías, que fue recibida en forma efusiva por el público. Tres años más tarde, su nombre vuelve a aparecer en las páginas de los diarios santafesinos. “Los 62 grabados del gran xilógrafo Víctor Delhez que se exponen en las salas del Museo Municipal de Cultura, constituyen una alta expresión en esa técnica y un ejemplo claro de lo que puede obtener un artista bien dotado mediante la dedicación íntegra a una técnica, a un hacer y a un oficio”, publicó El Litoral el 1 de septiembre de 1944.
Diario El Orden, 1944. Foto: Archivo El Orden / Hemeroteca Digital CastañedaDelhez falleció muchos años después el 4 de enero de 1985, pero su obra sobrevivió y tiene plena vigencia. Parte de la explicación aparece en un artículo publicado por el diario El Orden de Santa Fe el domingo 3 de septiembre de 1944: “Delhez, como artista cumbre, no es de hoy ni de ayer, ni sufre limitaciones ni enclaustramientos de ninguna especie. Es de todos los tiempos”.