El sacerdote pintor cordobés admirado en Santa Fe y valorado por Zapata Gollán
Nacido en 1880 y fallecido en 1961, fue un artista que perteneció a la orden de los dominicos. Se lo considera una autoridad por sus obras pictóricas sobre temas sacros, pero también realizó admiradas series sobre paisajes serranos de su provincia natal. El recuerdo de sus conferencias y exposiciones en la ciudad de Santa Fe.
Serranías (Paisaje de Córdoba), obra de Fray Guillermo Butler de 1936. Foto: Museo Nacional de Bellas Artes
Si bien fray Guillermo Butler no es un artista santafesino (nació en Córdoba, viajó por Europa y vivió durante décadas en Buenos Aires) su paso por la ciudad de Santa Fe tuvo gran repercusión: fue elogiado por especialistas y hasta destacado especialmente por Agustín Zapata Gollán, figura central si las hubo en la capital provincial durante el siglo XX.
Foto: Archivo
Cabe, en primer término, recordar algunos aspectos de la biografía de Butler. Nació en la provincia de Córdoba en diciembre de 1880, en el seno de una familia formada por un padre de origen irlandés y una madre italiana. Las biografías marcan en forma unánime que su predisposición hacia la pintura fue muy precoz.
Muy joven, en 1896, ingresó en la Orden de Predicadores de Santo Domingo de Guzmán. Si bien el nombre que le habían impuesto al nacer era Juan, en este punto de su vida eligió el de Guillermo, el cual utilizó para firmar su producción pictórica posterior.
Foto: Archivo
Tras su ordenación comenzó estudios de pintura que lo llevaron a la tutela de destacados maestros. Entre ellos Emilio Caraffa, retratista y acuarelista que, en la catedral de Córdoba, pintó “La Gloria del Cielo” y Honorio Mossi.
En 1908 viajó a Europa. Allí fue discípulo en la Academia Lucien y Desiré Lucas, un pintor y litógrafo francés cuya especialización fue la pintura de género y los retratos. Cuando regresó a la Argentina siete años después, Butler se estableció en la ciudad de Buenos Aires.
"Ángel" (1950) Foto: Zurbaran
A partir de entonces, exhibió sus obras en las principales ciudades de Argentina y de otros países. Obtuvo varios premios y mantuvo una intensa actividad social: fundó la Sociedad de Artistas Cristianos, fue parte de la Academia Nacional de Bellas Artes como académico de número y creó la Academia de Bellas Artes Beato Angélico.
A lo largo de su vida, trabajó sobre diversos soportes y aplicó varias técnicas (óleo, acuarela, témpera, temple) y realizó dibujos con lápiz, tinta y lápices de colores. Realizó también vitrales y dos murales mosaicos para la estación Plaza Italia de la línea D del subte. Falleció en 1961.
"Galería soleada" (1950) Foto: Zurbaran
Fuera del convento
Tatiana Kohan, licenciada en Artes Plásticas de la UBA y egresada de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano escribió en Página 12 en 2017 que “Butler fue analizado habitualmente como un solitario; sin embargo, la suya fue una figura muy activa en el campo artístico: era un sacerdote que vivía fuera del convento, en las instituciones educativas en las que se dedicaba a la enseñanza de la pintura”.
"Dormición de la Virgen" (1929) Foto: Zurbaran
Otro aspecto interesante sobre el que puso hincapié Kohan es la ausencia, en la obra de Butler, a temáticas referidas a su tiempo. Y eso que le tocó la primera mitad del siglo XX, época de profundos cambios en el mundo en general y en la Argentina en particular. “Su obra se nos presenta como detenida, sin contingencias; una pintura que pareciera situarse fuera del tiempo”, señaló la especialista.
En Santa Fe
En agosto de 1932, Fray Butler visitó Santa Fe y brindó una conferencia que despertó gran interés, bajo el título “Algo sobre arte religioso”. La curiosidad que generó su visita se observa en los periódicos de la época: El Orden, en su edición del 11 de agosto, le dedicó una página completa bajo el título: “Una personalidad artística es el pintor Fray Guillermo Butler”. Las imágenes: una foto del propio dominico y otra en compañía de Horacio Callet Bois (referente del Museo Rosa Galisteo), Miguel Ángel Correa, Nicanor Molinas y el también pintor Sergio Sergi.
Foto: Archivo / Hemeroteca Digital Castañeda
Durante la extensa conferencia que brindó el lunes 15 de agosto de 1932, Fray Butler dejó conceptos de interés. Entre ellos, que “no podemos ni debemos considerar al arte como un objeto de lujo o como una simple distracción del espíritu, sino como una imperiosa necesidad, una realidad trascendental que nos guía y dirige, hacia el divino atributo que llamamos belleza, por medio de obras armoniosas que nos acercamos a Ia Divinidad”.
Foto: Archivo / Hemeroteca Digital Castañeda
El artista también remarcó que, desde su óptica, “para producir arte cristiano, es necesaria no solo la fe religiosa, sino también un ideal superior. Si los autores y decoradores del templo no son ellos mismos profundamente religiosos y no están compenetrados de la fe cristiana, con un ideal superior, nunca será posible que hagan obra cristiana. ¿Cómo podrá producir la emoción de una cosa, si el artista productor no ha sentido primero esa emoción? Y sobre todo, ¿Cómo podrá sentir emoción religiosa aquel que no es religioso?”.
Foto: Archivo / Hemeroteca Digital Castañeda
El martes 16 de agosto, Diario El Litoral publicó una nota titulada: “El pintor Fray Guillermo Butler juzgado por Agustín Zapata Gollán”. Allí, el descubridor de Santa Fe la Vieja señaló: “el fraile Butler ha llegado a la contemplación mística de la naturaleza empezando por alcanzar la perfecta humildad de su espíritu. Parece que antes de tomar los pinceles suplicara con las palabras del Kempis que la gracia de Dios descendiera sobre él como el rocío, y así lleno de era gracia divina ha ido pintando en sus telas”.
Foto: Archivo / Hemeroteca Digital Castañeda
Algunos años más tarde, en agosto de 1944, Fray Butler expuso en el Museo Municipal de Bellas Artes, en la calle San Martín. Durante la inauguración, hizo uso de la palabra el presbítero Pedro Pagés Sellares. En esa oportunidad, el artista cordobés mostró parte de su “laboriosa cosecha transida de mística delicadeza”.
En esa oportunidad, Diario El Litoral expresó: “Fray Guillermo Butler, cuya fervorosa dedicación hacia la pintura le viene desde su primera edad, nos trae en las 60 obras que expone, una clara y limpia muestra de su habilidad técnica que, unida al ámbito de soledad y espiritualidad que surge de cada uno de los trabajos, constituye la característica esencial y sensitiva de su arte”.