Martes 7.11.2023
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Pedro Logarzo nacido en Santa Fe el 28 de mayo de 1916 fue un pintor autodidacta cuya obra, en especial sus acuarelas, constituye el reflejo de una porción de la historia, la arquitectura y los diferentes espacios de la ciudad. Formó parte de la segunda generación de pintores santafesinos, junto a otros como Estrada Bello, Domenichini, Schurjin, Fernández Navarro, Supisiche, Matías Molina, César López Claro, Lammertyn, Planas Casas y Freyre Beñatena.
Su carrera se caracterizó, particularmente, por su disposición para explorar y abordar diversas técnicas y materiales, como el óleo, la acuarela, la monocopia, la témpera, los barnices y las tintas, todo lo cual aparece reflejado en su heterogénea obra.
Archivo El LitoralLogarzo no solo se destacó como artista plástico, sino también como docente y secretario del Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Fe. Sus contribuciones a la escena artística se extendieron más allá de los límites de Argentina, ya que también expuso individualmente en Los Ángeles, Estados Unidos.
Adrián Merlino, autor del Diccionario de Artistas Plásticos de Argentina, describió la temática de la pintura de Logarzo como “testimonial y social” y elogió su versatilidad en el uso de materiales. Esta característica distintiva permitió a Logarzo explorar y plasmar su visión en una amplia gama de medios artísticos.
"Iglesia de Santo Domingo". Foto: Arte de la ArgentinaAunque falleció en 1972, el influjo de Pedro Logarzo se mantiene vivo en estos tiempos. Esto queda claro en una entrevista realizada en 2015 a Mariano Arteaga, otro artista santafesino. Arteaga compartió, en diálogo con Domingo Shada, que Logarzo resultó una influencia. “¿Quiénes fueron tus maestros?”, le preguntó Sahda. La respuesta fue: “no tuve maestros, soy autodidacta. Mi padre era muy amigo de Pedro Logarzo, que fue el primer pintor que vi en acción cuando era chico, y me quedó esa imagen. Además lo era de Supisiche, con quien tuve charlas, como así también con Jorge Planas, profesor en la secundaria, al cual visité en su taller”.
En los archivos de El Litoral fue posible encontrar varias referencias a Logarzo. Una de ellas, del mes de julio de 1976, consistió en el reflejo de un homenaje póstumo realizado en la galería Finuart, en la cual se habilitaron catorce de sus óleos, incluyendo obras icónicas como “Chico con tarro”, “Mate” y “Pescador”.
En la ocasión estuvieron presentes la viuda y los hijos del artista, así como colegas, amigos y el público en general. Emilio Lamothe, en su discurso, destacó la soledad creadora de Logarzo, su capacidad para reinventarse en cada presentación, su compromiso social y su importancia en la historia cultural del litoral argentino.
"Mercado Central de Santa Fe". Foto: Arte de la ArgentinaLo consideró en los aspectos de amigo, artista y hombre, querido, respetado por la crítica nacional y volcado hacia los seres humildes, respectivamente. “Su alegato social -dijo- fue antes que nada valedera obra de arte, al par que incorporó a la historia del quehacer cultural plástico una época y un lugar determinado: nuestro litoral”.
Lo cotidiano se vuelve arte
La otra mención data de agosto de 1979. En este caso, Jorge Taverna Irigoyen profundizó sobre la obra de Pedro Logarzo, enfocándose en su “pintura de lo cotidiano”. Taverna Irigoyen observó que las escenas de la vida diaria, la vida humilde y los elementos costumbristas eran temas recurrentes en las pinturas de Logarzo. Estos elementos cotidianos conferían a su obra un tono sereno y elocuente. “Hombres y mujeres suburbanos, niños y elementos calificadores del quehacer -la bomba de agua, la pajarera, la pava al fuego- hacen que cada escena vibre y llegue a trascender de su contexto”, escribió Taverna.
Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital CastañedaTambién destacó que, a lo largo de su carrera, Logarzo evolucionó hacia un expresionismo firme, enfocado en los valores humanos que defendía. “‘Mujer con tarro’ y ‘Pescador’, en planteos de superficie más ligera pero no por ello menos elocuente en los pasajes y algunas ‘veladuras’ ayudan asimismo a ubicar a Logarzo en un expresionismo firme, sujeto a los valores humanos en los cuales creyó, fiel a una tónica que, salvo los paisajes en acuarelas, que configuraron otra modalidad en su concepción- prolongó hasta su muerte”.
MAC UNLLogarzo, en síntesis, fue un artista autodidacta, docente y defensor de lo social, dejó un conjunto artístico duradero que continúa inspirando a los artistas.