Martes 7.2.2023
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Dentro del patrimonio cultural santafesino, las obras pictóricas de Sor Josefa Díaz y Clucellas ocupan un lugar preponderante. Es que esta mujer, nacida en Santa Fe el 13 de abril de 1852 y fallecida en Villa del Rosario el 24 de septiembre de 1917, está considerada la primera pintora con firma del continente.
A diferencia de otras mujeres de su época, pudo pintar. En 1871 participó de la Primera Exposición Nacional de Córdoba con cuatro obras realizadas a los 17 años: un gaucho, una “china” y dos naturalezas muertas de frutas. En su juventud, el propio gobernador Simón Iriondo le ofreció una medalla por su talento, gloria y estímulo.
"La negra y el niño". Foto: Archivo El LitoralRespecto a su formación, Graciela González y Jorge Terpín señalaron que “su paso por el taller del italiano Héctor Facino, colaboró a la depuración de su técnica y a la concreción de pinturas de mayor aliento compositivo y precisión colorística. Entre las numerosas obras dejadas por la artista, siempre con un tratamiento neo clasicista, se destacan sus retratos”.
Josefa realizó pintura costumbrista, sus retratos y naturalezas muertas son obras originales, de gran realismo. Fue también productora de retratos de la alta sociedad santafesina. Su fama traspasó la frontera provincial y recibió encargos del gobierno de Entre Ríos como el retrato al óleo de Justo José de Urquiza.
Nunca se casó y a los 42 años optó por la vida consagrada, junto a Hermanas Adoratrices. Así, durante 23 años pintó casi exclusivamente cuadros religiosos para capillas, conventos y oratorios, que se suman en su vasta producción a las naturalezas muertas, retratos y paisajes.
"Justo José de Urquiza". Foto: Archivo El LitoralEntre sus producciones más conocidas figuran “Dolorosa” (óleo sobre tabla), “San Jerónimo” (óleo sobre lienzo), “Cristo en la Cruz” (óleo sobre lienzo de 1892), “San José y el Niño” (óleo sobre lienzo de 1892), “Virgen del Pilar” (óleo de 1883), “Virgen de Lourdes” (óleo de 1889), “San Antonio de Padua” (óleo sobre lienzo de 1886), “Purísima” (óleo sobre lienzo), “Justo José de Urquiza” (óleo sobre lienzo) y “Retrato de Eugenio Correa” (dibujo).
Según la Prof. María Leiva Cullen, en las pinturas de Sor Josefa se traduce un amor por lo bello y lo sencillo, la ingenuidad y la frescura. “Sus obras son trabajadas, pulidas, propias de un estilo feminista; de sus composiciones fluye la naturalidad. Sus retratos señalan la seguridad en el dibujo y la delicadeza en el color. A sus frutas, uno de sus temas predilectos, las representa con veracidad y con un despliegue de luz y color, inigualables. Con respecto a las imágenes religiosas, se originan en su profunda fe y misticismo. Sus vírgenes, ángeles y santos transmiten gran expresividad en sus rostros y actitudes”, expresó quien fuera curadora de una de las muestras de la obra de la pintora.
"Jesús y los niños". Foto: Archivo El LitoralEn 1952, con motivo del centenario del nacimiento de la pintora, se realizaron diversos homenajes. En ese contexto, Horacio Caillet-Bois señaló: “Esta figura merece recordarse por ser tres veces acreedora a la veneración y al respeto de sus comprovincianos: por ser el primer nativo con talento que se dedicó a la pintura: por haber merecido el primer homenaje oficial acordado a un artista plástico argentino, y porque era mujer. Efectivamente, en todo momento y desde cualquier ángulo que se la mire merece la consideración póstuma que se le acuerda como protopintora santafesina, pero mucho más le corresponde si se considera que era mujer y por ello casi excepcional en su tiempo; que realizó una obra muy variada en el cuadro histórico, religioso y de costumbres: y que dejó en su pintura el documento vivo de una época”.
Otro hito: el 9 de septiembre de 1957, a través del decreto municipal 9563, el comisionado municipal José Carmelo Busaniche impuso al Museo Municipal de Artes Visuales el nombre de Sor Josefa Díaz y Clucellas.
"Doña Agustina López de Picazo". Foto: Archivo El LitoralEn 2022, a 170 años del nacimiento de Sor Josefa Díaz y Clucellas, se organizó en la ciudad el circuito “La pintora pionera”. El mismo implicó un repaso por la vida y la obra de la mujer que está considerada la primera pintora con firma del continente. El recorrido incluyó tres museos y una iglesia que poseen obras suyas: el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, donde se pueden contemplar “Retrato de Eugenio Correa” (1889); “Agustina López de Picazo”, “Frutas”, “Virgen de Lourdes” (1889) “Virgen del Pilar” (1883) y “Cristo en la cruz” (1892), el Museo Histórico Provincial, donde están las obras “La negra y el niño”, “Justo José de Urquiza” y “Autorretrato”, el Santuario Nuestra Señora de los Milagros, donde se puede ver “Santa Teresa de Jesús” y el Museo Municipal de Artes Visuales, donde está “Jesús y los niños”.
"Autorretrato". Foto: Archivo El LitoralEn esa oportunidad, Nidia Maidana, jefa del Departamento Museos de Arte de la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de Santa Fe, describió a Sor Josefa como una artista de nuestra ciudad que alcanzó una dimensión, al menos, sudamericana. “Lo que nos debe contagiar a todos de entusiasmo es poder apreciar la obra de esta pintora que es pionera. Su obra es su legado y es entonces el legado de todos los santafesinos y santafesinas”, sostuvo. Nidia mencionó especialmente dos obras de Sor Josefa: “La negra y el niño” y “Jesús y los niños”. “Revelan una sensibilidad y una mirada que son de avanzada en esa época. Esto se completa con las cualidades de la pintura, el clima y la luz”, dijo.