Frank Duveneck, pintor y grabador estadounidense nacido hace 176 años, el 9 de octubre de 1848, gestó una obra asentada en un estilo realista, que intentó siempre derivar hacia la libertad, fuera de los “encorsetamientos academicistas”, de acuerdo a los datos que señala el sitio especializado Trianarts. Una de sus obras emblemáticas es “Muchacho silbando” (“The Wistling Boy”, en el idioma original), que pintó en 1872 y que se convirtió en un símbolo del realismo de la Escuela de Múnich, donde el artista se formó.
Cincinnati Art Museum
Nacido como Frank Decker en Covington, Kentucky, Duveneck se trasladó a Múnich para estudiar pintura entre 1870 y 1873, cuando apenas había pasado los 20 años de edad. Su formación en la Academia Real de Múnich fue central, en la medida en que aprendió de maestros como Wilhelm von Diez y Wilhelm Leibl. Durante su estancia en Europa, Duveneck afinó su estilo personal y estableció una escuela de arte, que más tarde trasladó a Florencia y Venecia.
Cincinnati Art Museum
A pesar de su breve residencia en Estados Unidos, su influencia fue sólida, sobre todo en una generación de pintores americanos, entre ellos William Chase y John Twachtman, quienes adoptaron sus técnicas y estilos en sus propias obras. En 1888, regresó a su país natal y fue reconocido por su contribución al arte, siendo miembro de la Academia Universitaria de Arte de Cincinnati en 1900.
En la línea de Velázquez
“Muchacho silbando” es un retrato que destaca por su trazo suelto y enérgico, característico del estilo de Duveneck. Esta obra es representativa de su dominio del realismo y refleja los puntos de contacto con la tradición del género de los bajos fondos, inspirada en maestros del siglo XVII como Diego Velázquez y Frans Hals.
Collection of Gates Thornton Richards and Margaret Kyte Richards
En el retrato, el niño emerge de un fondo oscuro, lo cual resalta su figura y le otorga profundidad emocional. Para eso, el pintor se vale de pinceladas directas y contundentes, creando una obra que posee vitalidad y expresividad. Lo interesante de este retrato es la manera en que transmite vulnerabilidad juvenil, algo que, según información del Museo de Arte de Cincinatti, donde permanece, lo diferencia de los matones que aparecen en obras posteriores del mismo autor.
Indiferencia y desobediencia
En su artículo “An Unsuspected Man of Genius”, publicado en The Magazine Antiques, Thomas Connors señaló que “estudiando bajo Wilhelm von Diez, quien fomentó estudios rápidos y temas no académicos, Duveneck demostró ser un alumno apto y en 1872 produjo “Chico silbador”. Arguiblemente uno de los lienzos más conocidos del artista, representa a un chico vestido con un delantal de trabajador, con una expresión que oscila entre la indiferencia y la desobediencia claramente delineada en su rostro. Mientras que los rasgos faciales, los labios apretados y la nariz regordeta, están modelados sólidamente, el torso se presenta con un toque suelto y animado, un enfoque casi no ilusorio que parece abrazar la noción de la pintura como pintura”.
Museo Taft
“Muchacho silbando” es una reflexión sobre la condición humana, la vulnerabilidad y la libertad creativa. Hoy forma parte del acervo del Museo de Arte de Cincinnati, donde se la aprecia como una obra maestra y un botón de muestra del poder del arte para mostrar la vida cotidiana.
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