Lunes 5.8.2024
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Tiene 414 años; la colonial torre de la Iglesia de los Milagros de los jesuitas es el mirador más antiguo de Santa Fe. Las cúpulas de la Casa de Gobierno, expresión moderna finalizada en 1917, ocupan parte del solar donde se emplazó el cabildo, donde se sancionó la Constitución de 1853. Son dos de las formas representadas por el artista Gustavo Pueyo que, en acrílicos de gran formato, se exponen durante todo el mes de agosto en Buenos Aires.
Ese diálogo en el que la arquitectura colonial y el eclecticismo europeo se reprochan la identidad argentina, se ha instalado en la Casa de Santa Fe, apenas a 150 metros de un silencioso bronce del artista alemán Gustavo Eberlein, que convoca a la memoria de Juan de Garay en Rivadavia y Paseo Colón, junto a la Casa Rosada. Sincronías que, en este caso, no son casualidad.
“De cúpulas y colores: 450 años de Santa Fe”, es una muestra que acompañó en el hall del Museo de la Constitución, el cumpleaños de la capital provincial. Llegó a Buenos Aires de la mano de Santa Fe Arte.
Tiene 414 años; la colonial torre de la Iglesia de los Milagros de los jesuitas es el mirador más antiguo de Santa Fe.aLos acrílicos de 0,70 por 1 metro recortan en cielos “estridentes” -según la propia palabra del autor- cúpulas y torres de las iglesias de Santo Domingo, San Francisco y Nuestra Señora de los Milagros; la Catedral Metropolitana y la Casa de Gobierno, el frontis del Teatro Municipal o del paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral, el Puente Colgante y el de palitos, la Estación Belgrano, los Elevadores del Puerto.
“Propuse en los acrílicos algún detalle de los edificios; cuando empecé a mostrar la obra a mis amigos, a mi papá que es mi principal crítico, había cosas que él preguntaba porque no se daba cuenta de qué lugar se trataba. Entonces está la acuarela para que la gente se ubique en tiempo espacio”, contó Pueyo en la inauguración de la muestra. Las acuarelas de 20 cm por 30 cm acompañan a los acrílicos para reconfigurar por completo a cada edificio, esta vez con un soporte que usa al agua “que representa a nuestra ciudad”, dijo el artista, sanjustino de cuna y habitante de Arroyo Leyes.
Las formas del tiempo
Con los fuertes colores de los cielos, Pueyo contrasta la morfología que desde la arquitectura acusa entre españoles conquistadores e inmigrantes europeos, los clásicos irreconciliables de crisol argentino. El juego resaltado de forma y fondo es un recurso fuerte para rescatar al símbolo de la cotidianeidad que impide apreciarlo.
Trabajos del artista Gustavo Pueyo, en acrílicos de gran formato, se exponen durante todo el mes de agosto en Buenos Aires.“Cuando voy a los colegios a charlar con los chicos, hablo por ejemplo de la Iglesia de los Milagros, que cumplió 414 años. Estar allí es habitar la historia de la ciudad, de América, de los jesuitas. Hay mucha gente que nunca entró donde el Papa fue maestrillo en el ‘63”, reseñó el artista al contar su impulso.
Hernán Rossi, al frente de la Casa de Santa Fe en Buenos Aires, agradeció la elección del lugar para “una obra que refiere a la ciudad capital, a Santa Fe de la Vera Cruz, y que nos invita a hacer algo que por lo general olvidamos: observar mirando para arriba, las cúpulas, en una ciudad que combina lo colonial, lo hispánico y la modernidad”.
Recordando su paso como estudiante de la UNL, el funcionario rescató el acto de “caminar la ciudad”, como lo hizo el propio Pueyo, porque “es la mejor manera de observar” antes de reflexionar, preguntar y conocer el patrimonio, para quererlo y conservarlo.