Este jueves, el presidente Joe Biden impondrá reglas de vacunación más estrictas a los trabajadores federales y tomará medidas para alentar a las empresas privadas a hacer lo mismo, durante un importante discurso destinado a presentar un nuevo enfoque para combatir el coronavirus.
Biden firmará una decreto que requiere que todos los trabajadores federales estén vacunados, sin la opción de someterse a pruebas regularmente para optar por no cumplir con el requisito, según una fuente familiarizada con los planes.
Además, el presidente firmará un decreto que ordena que el estándar se extienda a los empleados de los contratistas que hacen negocios con el gobierno federal. El Departamento de Defensa, el Departamento de Asuntos de Veteranos, el Servicio de Salud Indígena y el Instituto Nacional de Salud también completarán sus requisitos de vacunación previamente anunciados, que la Casa Blanca estima cubre a 2,5 millones de personas.
Ese es un paso significativo más allá del requisito que Biden anunció a principios de este verano que requería que los trabajadores federales estuvieran vacunados, pero permitió medidas de mitigación para aquellos que optaron por no estar sujetos a la vacunación.
La Casa Blanca ha dicho que el gobierno federal debería actuar como modelo para otras empresas en sus propias órdenes de vacunación y ha elogiado a las grandes empresas que exigen que los empleados estén vacunados.
Biden también planea anunciar este jueves una importante expansión de las pruebas gratuitas, un paso que los funcionarios de salud pública han dicho que es fundamental para contener el virus, particularmente cuando los niños regresan a la escuela y algunos trabajadores regresan a las oficinas.
En tanto, abordará la confusión sobre las vacunas de refuerzo, aunque no hará ningún anuncio nuevo sobre cuándo se autorizarán dosis adicionales para los estadounidenses.