Un hecho insólito ocurrió en la ciudad de Esmirna, Turquía, cuando se presentó en la clínica municipal una gata con sus crías que no podían abrir los ojos.
La gata llevó a sus crías por el cuello y comenzó a maullar. Los pequeños felinos tenían sus ojos infectados y, con tratamiento, pudieron abrirlos.
Un hecho insólito ocurrió en la ciudad de Esmirna, Turquía, cuando se presentó en la clínica municipal una gata con sus crías que no podían abrir los ojos.
Según contaron los empleados del lugar, la felina se presentó con uno de sus hijos y comenzó a maullar sin parar, pidiendo ayuda.
Logrando la atención de los trabajadores, estos observaron a la cría y notaron que tenía los ojos infectados y no podía abrirlos. Tras aplicarle unas gotas, pudieron solucionar el problema.
El mismo proceso ocurrió con las otras crías, que también fueron llevadas por la propia madre al lugar.
Tras curar a todos, los felinos fueron trasladados a una veterinaria local y fueron puestos en adopción, junto a la madre.