La cosecha de maíz temprano avanza en la región núcleo, cubriendo ya un 23% del área cultivada, pero los rindes muestran grandes diferencias, dependiendo en gran medida de las lluvias recibidas entre diciembre y enero.
"La recolección avanza muy lentamente por la alta humedad y alertan que empiezan a observarse brotados de granos. En soja hay indicios de mejores resultados en la región, pero tambien hay escepticismo por la gran variablidad y la necesidad de que se retrasen las bajas temperaturas", destaca el informe de la BCR.
La cosecha de maíz temprano avanza en la región núcleo, cubriendo ya un 23% del área cultivada, pero los rindes muestran grandes diferencias, dependiendo en gran medida de las lluvias recibidas entre diciembre y enero.
En Río Tala, los míces de 1ra no llegan a los 40 qq/ha, en cambio, en Marcos juárez promedian 110 qq/ha.
En toda la región se está avanzado muy lentamente, la humedad no baja de los granos. Hay preocupación porque, por la gran cantidad de lluvias, comienza a observarse brotados de granos en algunos lotes. Esto puede traer problemas de calidad y bajar el peso de los granos, atentando contra el rinde de la región.
El centro-sur de Santa Fe lidera el avance con un 30% cosechado y rindes de 130 qq/ha, puntualmente en El Trébol, en la que tal vez se consolide como la localidad de punta en rindes de esta campaña tanto en soja como en maíz.
En Marcos Juárez, en el sudeste cordobés, ya se trilló el 25% del maíz con promedios de 110 qq/ha. En el sur de Santa Fe, con un 23% de avance, los rindes rondan los 93 qq/ha y se observan demoras por los excesos de humedad.
Los números son muy distintos en el norte de Buenos Aires, sobre todo en el NE, que es la zona más castigada por la sequía. Allí, el avance es del 20%. En Río Tala no llegan a los 40 qq/ha de promedio. Los rindes en Pergamino apenas llegan a 50 / 60 qq/ha, unos 10 quintales por debajo de lo que se esperaba a fin de año.
En las áreas que más lluvias recibieron en enero, los rindes suben a 70 y 80 qq/ha. En los alrededores de Chacabuco, los valores están entre 65 y 75 qq/ha y adviertem que el maíz temprano terminará siendo el cultivo más golpeado por la falta de agua.
En soja hay indicios de mejores resultados en la región. Pero tambien hay escepticismo por la gran variablidad de situaciones y la necesidad de que las bajas temperaturas se retrasen y le den al cultivo de la soja de segunda 15 días más para extender su ciclo antes de las primeras heladas. De todas maneras, el rebote podría ser de 5 a 6 qq/ha contra los 4 estimados recientemente.
Sin dudas, el caso más extremo y notorio es el del noreste de Buenos Aires, que pasó de perder un 30% del área sembada de la soja de 2da a rindes que ahora se estiman entre los 20 y 23 qq/ha.
Los ingenieros de Pergamino lo explican así: las sojas de primera están finalizando su ciclo y podrían alcanzar los 40 qq/ha. La situación mejoró mucho respecto del panorama previo a las lluvias. Hasta principios de febrero la sitación era muy crítica.
La soja de segunda también mostró una gran recuperación. Generaron una muy buena planta, pero su desarrollo está “como si estuviéramos 20 días atrasados”.
Y explican: “el clima será determinante: deben mantenerse temperaturas de alrededor de 25°C y que las mínimas no sean demasiado bajas para que que el llenado no se interrumpa. Podríamos llegar así a los 20 qq/ha.
En Chacabuco, estiman para la soja de 2da soja promedios de 23 qq/ha: “si bien es un rendimiento por debajo de la media, a inicios de febrero íbamos derecho a perder todo el cultivo”.
Mientras tanto, en el centro-sur santafesino se registran las mejores expectativas de la región, con mejoras de entre un 15% y 30% tras las lluvias en soja de 1ra. “Antes esperábamos 35 qq/ha y ahora hablamos de entre 40 y 50 qq/ha”, comentan desde El Trébol.
En Carlos Pellegrini, la proyección es de 45 qq/ha. En el sudeste cordobés, en cambio, no hubo grandes variaciones en las últimas semanas, y el rinde promedio se mantiene en torno a los 38 qq/ha.
“Si no hubiese sido por la circulación humeda que a partir de febrero entró desde el extremo NE de Argentina, impulsada desde el Atlántico por los sistemas de alta y baja presión, la situación de toda la región pampeana hubiese sido muy crítica”, responde Alfredo Elorriaga.
Lamentablemente, las imágenes muestran que Chaco recibió menos de un 25% de las lluvias medias que conforman el monto pluvial del verano. Aparte, la provincia arrastra una sequía de 3 años.
“La Niña” se mantuvo presente como enfriamiento oceánico desde la primavera y solo en parte del verano potenció el patrón deficitario sobre el centro del país, aunque hay que destacar que no fue el factor preponderante de la sequía.
En cambio, en Chaco y Santiago del Estero, este condicionante planetario mostró su efecto más adverso, potenciando largos periodos con altísimas temperaturas y ausencia prolongada de precipitaciones. Al día de hoy, la reserva de agua útil en el primer metro es absolutamente crítica en la provincia.
Hay probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas a partir del sábado 22. Se espera que las lluvias se generalicen el domingo y la inestabilidad persista hasta el miércoles (26/3).
El periodo comprendido entre el jueves 20 y el miércoles 26 de marzo presentará dos momentos bien definidos, uno con buenas condiciones meteorológicas y otro lluvioso. Desde el jueves 20 hasta la tarde/noche del sábado 22 predominará la estabilidad y buenas condiciones meteorológicas.
A partir de ese momento se esperan chaparrones y tormentas aisladas e intermitentes que, con mejoramientos temporarios, se irán generalizando durante el domingo 23. La inestabilidad persistirá hasta el final del periodo de pronóstico. Cabe destacar que la confianza del pronóstico es moderada a partir del martes 25 de marzo.
Las temperaturas evolucionaran en un paulatino ascenso con máximas que alcanzarán los 30 a 32°C el sábado 22. Luego, los valores descenderán en forma generalizada a registros entre 19 y 23°C. Las térmicas se recuperarían hacia el final del periodo de pronóstico.
Las temperaturas mínimas tendrán el mismo comportamiento que las máximas y los valores más bajos alcanzarían los 10 a 16°C.
La semana comprendida entre el jueves 13 y el miércoles 19 de marzo se registraron precipitaciones muy variadas tanto en volumen como en distribución. La zona de lluvias abarcó el norte y sudeste de la zona GEA con valores que oscilaron entre 2 y 14 mm.
Puntualmente el sector noreste recibió los montos más altos que rondaron de 12 a 14 mm. El registro más elevado del periodo fue 14 mm, y se midió en las localidades de Clason y Montes de Oca, ambas en Santa Fe.
Las temperaturas máximas fueron elevadas, entre los 33 y 35°C y el valor más alto, 34,6°C, se midió en la localidad de Laboulaye, en Córdoba. Las temperaturas mínimas fueron bajas y variaron entre los 7 y 12°C en forma generalizada. El registro más bajo del periodo, 6,9°C, se midió en la localidad de Junín, Buenos Aires.
Con este panorama, las reservas de agua en el suelo disminuyeron respecto a la semana pasada, pero se mantienen entre adecuadas y optimas, con un núcleo localizado en el sector noreste donde son abundantes.
Con las actuales condiciones, en los próximos quince días se requieren alrededor de 20 mm en el oeste y este de la zona GEA, mientras que en el sector central no es necesaria la ocurrencia de precipitaciones para alcanzar as condiciones de humedad óptimas.
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