Domingo 6.8.2023
/Última actualización 13:33
En un mano a mano con El Litoral, el secretario de Agricultura de la Nación, Juan José Bahillo hizo un balance del primer año de gestión. El potencial del campo argentino y las deudas pendientes de una gestión que pretende seguir al mando del timón, pese a un escenario macroeconómico en rojo por la creciente inflación.
- ¿Cuáles serían los lineamientos para una política agro industrial en caso de ganar las próximas elecciones?
- Para nosotros, el sector agroindustrial es estratégico en el desarrollo de nuestro país. Y si bien todavía tenemos varios problemas pendientes de solucionar, venimos trabajando fuertemente en corregir varios de ellos. Es imposible pensar que Argentina va a solucionar esos problemas si no es con más inversión, con más trabajo, con más producción, con más exportación, sobre la base del crecimiento.
Hoy el mundo tiene cuatro motores que traccionan fuertemente las oportunidades de desarrollo del crecimiento: la minería, la energía, la economía del conocimiento y la producción de proteínas y alimentos. En Argentina, en este último tenemos cadenas muy desarrolladas, con productores con toda la tecnología y muy profesionales; y los otros 3 se están desarrollando fuertemente. Con las inversiones en el norte la minería en base al litio y en cuanto a la energía, el desarrollo del gasoducto Néstor Kirchner nos va a permitir auto abastecernos y exportar gas o agregarle valor, produciendo entre otras cosas, fertilizantes.
Estos cuatro vectores son determinantes para los próximos años para el mundo, y Argentina tiene que aprovechar esta oportunidad para darle un desarrollo más federal, más inclusivo, con más arraigo en el interior. Además, esto permitirá al sector primario y agroindustrial no ser el principal o el único y que más rápido genera dólares (y que algunas medidas o algunas cuestiones caigan reiteradamente sobre este sector, porque es el que más rápido los genera). Debemos encender los otros tres motores -como dice Sergio Massa- ya que esto va a permitir también generar mejores condiciones, mejores políticas y mayor previsibilidad para el sector primario. Las oportunidades que tenemos para vender proteínas, para agregar valor en el mundo son realmente muy buenas. Los próximos cinco años hay que generar políticas y condiciones favorables.
"Para eliminar ya la brecha cambiaria, hay que recomponer reservas, el volumen de producción y la exportación", aseguró Bahillo.- En concreto, ¿Qué piensan hacer con la retenciones y el tipo de cambio en caso de conservar el poder?
- Nosotros venimos trabajando, y por eso hablamos desde otro lugar, tenemos otra responsabilidad desde la gestión. La oposición por ahí puede tener definiciones más ligeras, netamente de promesas y a veces cargada de desconocimiento y algo de irresponsabilidad. Por eso primero queremos ser responsables, porque a los productores se los ha frustrado en demasiadas oportunidades por cuestiones que después no se cumplen. O que se toman medidas como le pasó al gobierno anterior de eliminar retenciones y el cepo y después tener que volver a instalarlas, además de un endeudamiento feroz que condicionó estos años.
Con las retenciones no tenemos una cuestión dogmática de que hay que sostenerlas por sostenerlas, y dijimos que hay que repensarlas. En este sentido una clara demostración de esto es que cuando asumió esta gestión de gobierno la mayoría de las economías regionales tenían retenciones y cuando termine esta gestión de gobierno el 10 de diciembre ninguna de las economías regionales va a tener retenciones.
A veces algunos por desconocimiento o por lo que fuera ponen al peronismo en una cuestión de que tenemos una postura dogmática con las retenciones. Nosotros entendemos que el esquema hay que repensarlo y replantearlo y tomar decisiones al respecto. Yo creo que hay que modificarlo, grabar al que más tiene y el que más gana sin resentir los ingresos del Estado e ir a un esquema gradual de reducción.
- ¿Y con respecto a la unificación del tipo de cambio?
- Ojalá lo pudiéramos hacer y la verdad no hay un desdoblamiento cambiario como política o como decisión. Esto se ha generado por la restricción de dólares que tenemos producto de dos cuestiones: una es el feroz endeudamiento del gobierno anterior con una serie de vencimiento que son realmente muy difíciles y complejos de cumplir. Y la sequía que en Santa Fe en todo el país, ya que 19 provincias están emergencia. Por eso nos faltan 22.000 millones de dólares y mete más presión todavía sobre las cuentas públicas. Para eliminar ya la brecha, hay que recomponer reservas, el volumen de producción y la exportación; y hay que trabajar en un esquema de compromiso con el Fondo Monetario que se ha cumplido sobre la base de no generar ajustes hacia la producción y hacia el trabajo. Trabajar en un esquema (como se viene haciendo) de recomposición de la macroeconomía con solvencia y previsibilidad. Se lograron objetivos importantes hasta el mes de noviembre. Luego la sequía más los vencimientos del Fondo nos complicaron ese escenario, pero aún así se siguió trabajando, asistiendo y no se ha resistido el nivel de actividad industrial ni el empleo.
- ¿Qué balancee hacen del Programa de Incremento Exportador, habida cuenta de la previsibilidad que usted plantea tan necesaria para los sistemas productivos, la que se ve afectada con constantes cambios de reglas de juego?
- Estas son medidas tomadas en un contexto de esta complejidad que te describía anteriormente, por los compromisos de la deuda y la sequía. Son medidas excepcionales en este marco; y si no tuviéramos estos condicionamientos (que uno es como consecuencia del gobierno anterior y el otro consecuencia del clima, que no es responsabilidad de nadie) y los que más lo sufren son los productores, nos vemos la obligación de tomar estas medidas para tener cierta fortaleza en el Banco Central y dar cierta previsibilidad en términos macroeconómicos. Desde ese punto de vista el objetivo se va a lograr, son U$S 2 mil Millones hasta el 31 de agosto.
Y respecto a las externalidades que produce y que puede producir este tipo de medidas en la alteración de costos en las distintas cadenas, estamos trabajando, sin grandes anuncios, porque ya los hicimos a los anuncios, y lo hemos pagado con compensaciones y fortalecimientos a la cadena avícola y porcina fundamentalmente y a la lechería en oportunidades de otras ventanas del dólar soja estamos reeditando. Estamos haciendo todos los pasos administrativos que revisando esos programas cuando nos permite hacer anuncios con lo cual cuando terminemos las cuestiones administrativas lo vamos a poner. Para que los productores se inscriban y reciban directamente en sus CBU los montos de fortalecimiento o de asistencia económica para tratar de atender estas modificaciones de costos.
- ¿Cómo está hoy el escenario con la Gripe aviar?
- A partir del 15 de febrero tuvimos que declarar la emergencia en el sector avícola, producto que perdimos el estatus de país libre. Eso nos obligó a auto suspender las exportaciones a todos los destinos porque así es el protocolo de la Organización Mundial de la Salud Animal (ONSA). Nosotros cumplimos con esto porque sino, después las sanciones comerciales pueden ser muy graves, y estamos muy cerca de recuperar el estatus por el protocolo sanitario, ya que hace varias semanas que no tenemos casos en granjas comerciales. Por otro lado, se están restableciendo los mercados: la semana pasada se restableció Vietnam que es muy importante. El segundo en importancia del mercado asiático, Arabia Saudita, también está en proceso de recomponerse y se avanzó con China. En el 65% de las exportaciones avícolas hemos hecho un avance significativo en los últimos 15 días. Ahora la evaluación de todo el trabajo que hicimos y del criterio de zonificación que le propusimos a China para poder restablecer las exportaciones, está en evaluación de ellos. Nosotros estamos gestionando para tener una pronta respuesta, y esperemos que el del próximo mes podamos lograr el restablecimiento de las exportaciones.
Juan José Bahillo, secretario de Agricultura de la Nación. - ¿Cuáles son las leyes que la agro industria necesita para crecer?
- Fundamentalmente dos leyes: una (que es la que promueve el Consejo Agroindustrial) que apunta al fomento de las inversiones, amortizaciones y otros beneficios fiscales impositivos. Y otro proyecto que hemos acercado también, que es el de una ley para las economías regionales. Para generar programas de incentivos. Creo que también tenemos pendiente una ley de propiedad intelectual de semillas y de eventos genéticos.
- ¿La lechería es una Economía Regional?
- Creo que sí, lo que pasa es que no tenemos una descripción normativa, que nos diga qué es Economía Regional y qué no lo es. Entonces queda de manera subjetiva la interpretación, pero si uno toma como concepto que una economía regional está fuertemente relacionada con lo territorial claro que sí, porque si tomamos Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, tenemos el 95% de la lechería del país.
-¿Cómo describe el diálogo con las entidades del sector?
- Uno puede pensar que tenemos más o menos coincidencias, pero diálogo tenemos. Por eso creo que no es necesario un restablecimiento del diálogo ya que tenemos muy buena relación con las entidades, aunque claro siempre se puede mejorar. Y si esa mejora tiene que ser a partir de una autocrítica nuestra, no hay ningún inconveniente. Pero muchos de los programas que hemos desarrollado y mucha asistencia que hemos tenido en el marco de la sequía (que no ha sido poca), me pueden decir que llegó tarde o que es insuficiente, cada uno puede opinar. Pero la verdad que la Ley de Emergencia Agropecuaria se facilitó a través de un decreto para que los productores que están alcanzados por la misma no tengan que hacer los trámites.
Miles de productores pudieron diferir sus vencimientos impositivos y refinanciar las deudas bancarias con los distintos programas que nosotros llevamos adelante desde la Secretaría. Toda una asistencia directa al productor que tiene que ver con las compensaciones avícolas, con el impulso tambero, con las compensaciones porcinas y para los productores de soja y maíz.
En la provincia de Santa Fe fueron asistidos por $ 6.844 millones unos 4 mil productores. A esto tiene que sumarle los beneficios de las transferencias a la provincia, que fueron de $1.200 millones en el marco de la emergencia para que la provincia los asista de la manera que mejor entiendan. El Plan Ganadero uno puede decir que no tuvo el alcance suficiente o que podría haber sido más rápido. Es opinable y pueden tener razón, lo que no se puede decir es que ha habido un Estado ausente.
- ¿Cuáles cree que son las deudas pendientes, luego de un año de gestión?
- Hacemos autocrítica permanentemente. Y no por una autorreferencia; creo que la función pública nos obliga a tomar decisiones todos los días, porque lo peor que podemos hacer como funcionarios es inmovilizarnos. Obviamente me hubiera gustado tener mayor tranquilidad, pero en la función pública nunca hay tranquilidad. Si uno quiere está tranquilo se tiene que buscar otro trabajo, pero sí tal vez un contexto de menos urgencias al que nos llevó la sequía. Porque además de las cuentas públicas, lo que afecta sinceramente es ver la angustia de los productores, la desazón, la tristeza que eso genera fue una experiencia realmente muy triste. Eso nos quitó el tiempo necesario o las condiciones para pensar otras cuestiones, como tiene que ser un seguro de riesgo ante eventos climáticos; un plan nacional de riego; avanzar en el proyecto de Ley de Economías Regionales; o avanzar en otras cuestiones más de fondo que nos quedaron pendientes producto de esta coyuntura.
- ¿Cómo se define: como productor o como funcionario?
- Yo soy las dos cosas, pero entiendo que si asumo esta responsabilidad no dejo de ser productor. Tengo que tener una mirada en función de toda la sociedad. Obviamente eso es totalmente compatible y armonizable con generar acciones y políticas para que el desarrollo de los sectores primarios, las cadenas agroalimentarias. En todo caso mi desafío y mi deber es generar la mejores condiciones desde las políticas públicas para que todos los sectores productivos de nuestro país puedan expresar su mayor potencial productivo (que es muy alto). No veo una división, no hay una contradicción entre el productor y pensar las políticas públicas, pero mi mayor responsabilidad hoy están tratar de dar respuesta a todos estos sectores.