Juan Manuel Fernández | @jotafernan
Las últimas subas en Liniers fueron una recuperación frente a otros precios de la economía argentina, dijo Fernando Canosa, coordinador de la Mesa sectorial. También admitió que la industria exportadora paga por debajo de su capacidad. Los criadores siguen en la peor situación.
Juan Manuel Fernández | @jotafernan
El salto de entre 10 y 15% en el precio que dieron todas las categorías comercializadas en el Mercado de Liniers el viernes previo a las elecciones presidenciales, aunque pudieron tener un componente político, sería un mero “aggiornamiento” de la actividad a los valores generales de la economía argentina. Sin embargo, y pese a la excelente performance exportadora, los productores aún no reciben valores acordes por una “toma de ganancias” de las industrias. Incluso los criadores, que sufren un fuerte retraso, tampoco pueden acceder a los beneficios que les generaría la posibilidad de exportar hacienda en pie, alternativa a la que se niegan los industriales.
Así lo explicó Fernando Canosa, uno de los coordinadores de la Mesa de Ganados y Carnes que integran 33 cámaras sectoriales, engordadores y criadores, obreros, industrias y firmas proveedoras de insumos de las cuatro carnes (bovina, ovina, porcina y aviar).
Luego de considerar que la carne no está exenta de una “economía en ebullición”, sostuvo: “sin dudas que el precio viene retrasado hace un tiempo y todos esperamos que en algún momento se acomode”. Por lo tanto indicó que se trata de un “aggiornamiento” ineludible “a la situación natural del mercado” o los precios del conjunto de la economía.
En tal sentido Canosa mencionó que en Uruguay el precio de la hacienda ronda los u$ s 2,20 el kilo en pie, aproximadamente $ 150 argentinos, “y nosotros recién estamos en $ 85”. Se trata de un dato objetivo: el precio de la carne está atrasado “y siempre, a la corta o a la larga, se acomoda”. Al respecto, una análisis de RosGan alertó que por la “distorsión de precios” un kilo de helado artesanal llega a valer el doble que un kilo de carne.
Canosa aclaró que, como ocurre con muchos productos de consumo, la carne puede resultara cara en función del poder adquisitivo y “puede parecer que vale mucha plata”. Sin embargo “no está más cara que el resto de los productos de la canasta y por eso de alguna manera la demanda va convalidando los precios que se van dando”.
Por otra parte, los últimos datos conocidos sobre la exportación de carne bovina mostró en niveles récord (80.000 toneladas en septiembre, 60% más que en igual mes de 2018). Sin embargo los beneficios aún no le llegan a productor. “Claramente la capacidad adquisitiva de la industria en función de los valores a los que se exporta es mucho más alto; hoy la industria frigorífica está haciendo una toma de ganancias importante”, admitió el coordinador de la Mesa de Ganados y Carnes.
Por motivos como ese, y por no abordar soluciones para los criadores, que sufren el mayor atraso en el precio de su producción (el índice RosGan de invernada de octubre bajó 1,9% respecto de septiembre y en un año se recompuso 49,5%, por debajo de la inflación) surgieron críticas hacia la Mesa y el pedido de habilitar la exportación de hacienda en pie. “Sin duda que el criador es el más castigado de los últimos tiempos”, reconoció Canosa. Y explicó que la Mesa siempre trabajó buscando consensos. Pero “en el caso de la exportación de animales en pie no hay una postura unificada porque la industria no estaría de acuerdo”.
De todos modos aclaró que a su criterio sería una buena medida la exportación en pie “porque le daría mayor equilibrio al mercado criador y generaría una mayor competencia que haría que en momentos como este el criador no reciba tan malos precios”. Acotó que así ocurre en Uruguay y Brasil, donde la salida exportadora “ayuda a que no haya semejante caída de precio para los criadores”.
Sobre la posibilidad de implementarlo en el país, indicó: “es muy difícil que cualquier funcionario salga a decir que se va a hacer, pero me consta que se está trabajando a nivel oficial”. Aclaró que por tratarse de animales vivos existen condicionamientos sanitarios y se requiere adecuar los protocolos sanitarios. “Me consta que se está trabajando en el Senasa para lograr eso”, dijo, aunque es imposible saber cuando podría implementarse.