La cosecha algodonera en Santa Fe creció un 47 % a pesar del retraso
Pese a los desafíos climáticos, la superficie cosechada creció un 35,6% respecto al año anterior. Mientras tanto, el girasol avanza con el 60% de la siembra completada y el trigo muestra síntomas de déficit hídrico en algunas zonas.
La cosecha algodonera en Santa Fe creció un 47 % a pesar del retraso
La campaña algodonera 2023/24 en la provincia de Santa Fe finalmente llegó a su fin, luego de un retraso significativo en las labores de cosecha. Según el último informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, la recolección del cultivo concluyó con resultados alentadores: una producción total de 204.330 toneladas, lo que representa un incremento de 65.045 toneladas, equivalente a un 47% superior a la campaña anterior, cuando se habían recolectado 139.285 toneladas.
Este notable aumento se debió a varios factores, entre ellos, un incremento del 35,6% en la superficie cosechada, que pasó de 78.450 hectáreas en la campaña 2022/23 a 106.400 hectáreas en el ciclo actual (se habían sembrado 106.600). Además, el rendimiento promedio por hectárea mejoró un 8%, alcanzando los 1.920 kg/ha versus los 1.775kg/ha del ciclo previo.
El informe del SEA repasó las contingencias climáticas que debió enfrentar el cultivo a lo largo de la campaña. Durante la siembra, las condiciones de humedad fueron irregulares, afectando la expansión de la superficie implantada. Sin embargo, los primeros estadios del cultivo se beneficiaron de temperaturas, radiación y humedad adecuadas. A lo largo del ciclo, la regularidad de las precipitaciones en las fases de desarrollo vegetativo y fructificación fue clave para el éxito de la campaña. El monitoreo constante del picudo algodonero, una plaga recurrente en la región, también contribuyó a mantener la calidad del cultivo.
No obstante, la última etapa de la cosecha se vio prolongada debido a condiciones climáticas desfavorables, especialmente en el sector oeste de los departamentos Vera y Nueve de Julio, donde las lluvias y la inestabilidad ralentizaron las labores de recolección.
Girasol y Trigo
Paralelamente, la siembra de girasol en el centro-norte santafesino avanzó, alcanzando un adelanto del 60% en la implantación. Los departamentos General Obligado, norte de San Javier, Vera, norte de San Justo y norte de Las Colonias fueron los más activos en este proceso, beneficiándose de la humedad presente en los horizontes superficiales del suelo. Sin embargo, la falta de las precipitaciones pronosticadas ha limitado el avance en algunas áreas. Se estima que la intención de siembra para la campaña 2024/25 alcanzará las 138.000 hectáreas, lo que implicaría un incremento del 4% respecto al ciclo anterior.
Se estima que la intención de siembra para la campaña 2024/25 alcanzará las 138.000 hectáreas.
En cuanto al trigo, las lluvias recientes y la aplicación de fertilizantes nitrogenados han favorecido el desarrollo de los cultivos en la región, especialmente en las etapas de vegetación y macollaje. Sin embargo, en el centro-oeste y noroeste del área de estudio, se han detectado nuevos síntomas de déficit hídrico, como amarillamiento foliar e irregularidades en la evolución de los cultivos. Las parcelas sembradas tardíamente, a finales de junio y principios de julio, son las que muestran un menor desarrollo fisiológico. Según el informe, el 85% de los lotes de trigo se encuentran en estado bueno a excelente, mientras que el 15% restante presenta condiciones que van de levemente regulares a regulares, sin plagas reportadas hasta el momento.
Pronóstico Climático
El pronóstico climático para el periodo del 4 al 10 de septiembre anticipa jornadas soleadas, con estabilidad climática y temperaturas diarias que oscilarán entre los 4 y 32 °C. Las probabilidades de precipitaciones son escasas a nulas, lo que podría influir en la evolución de los cultivos en la región. Este panorama estable permitirá continuar con las labores agrícolas pendientes, aunque la falta de lluvias podría seguir afectando el desarrollo de los cultivos, especialmente en áreas donde ya se observa un déficit hídrico.