A la espera de la letra chica, el campo no tiene claro cómo evaluar las medidas económicas
Lo que parecía un trato equitativo, a partir del anuncio de retenciones para los rubros exportables "no agro", se transformó en incertidumbre cuando trascendió que se podría aplicar 15% de impuesto a cereales, carne o leche.
El anuncio de un incremento de los derechos de exportación (mal llamadas retenciones) a "las exportaciones no agropecuarias" que anunció el Ministro de Economía, Luis Caputo, pareció un gesto hacia el campo, sector que en un primer momento recibió de buen modo la medida.
Sin embargo, con el correr de las horas se deshizo el hechizo al trascender que la categoría "no agro" significaría en realidad "no soja", por lo que los demás granos, carne, leche o economías regionales en verdad sufrirían un incremento del tributo, que sería de 15% para todos por igual, mientras que la oleaginosa mantendría el 33% actual.
Sara Gardiol, presidente de Carsfe, indicó a Campolitoral que por el momento se trata de disposiciones generales, que esperan se especifiquen próximamente. "Las medidas son como para empezar a trabajar", sostuvo sobre la combinación de devaluación del tipo de cambio oficial e incremento impositivo. "Los costos van a crecer, porque los insumos se compran en dólares", dijo. Y recordó que en los últimos 25 días las compras de insumos se hicieron diferidas a cosecha. "Quiere decir que va a ser una situación de espera de qué otras medidas financieras se toman", planteó.
Vale decir que en el Boletín Oficial de este miércoles 13 de diciembre, el gobierno prorrogó el llamado "dólar agro", que ahora permitirá a las empresas exportadoras liquidar el 80% las divisas a la cotización oficial y el 20% restante por el CCL (Contado Con Liquidación), por lo que el tipo de cambio para el sector sería de unos $860 por dólar.
Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el vicepresidente Javier Rotondo, sostuvo que la primera impresión que tuvieron no los sorprendió, en tanto "golpe de efecto" a tono con lo que ya se esperaba, en el marco del ajuste que había anticipado el nuevo gobierno. "Sabíamos que iba a venir un ajuste fiscal y un racionamiento necesario de las variables económicas y del gasto", dijo, en declaraciones a la prensa.
"Nos parece lógico el sinceramiento del tipo de cambio", dijo, respecto del dólar oficial a $800, aunque consideró que "va a traer algunas consecuencias con respecto al valor de nuestros insumos". Vale aclarar que para importaciones el tipo de cambio sería aproximadamente $940, ya que se debe aplicar -tal como anunció el Ministro- el impuesto país, que en esa instancia comercial es de 17.5%.
Sobre el impuesto a las ventas al exterior, indicó: "nos parecía una medida de equiparación que comenzaran a tributar otras exportaciones". Se trata, dijo, de una "presión fiscal que el sector agropecuario ya venía teniendo", por lo que se consideró una cuestión de "solidaridad ante la crisis".
Sin embargo, desde el propio gobierno habrían confirmado, por el momento de modo informal, que se llevaría al 15% el impuesto a todos los productos por fuera de la soja. Así, a la carne bovina, que hoy tributa el 9%, le subirían 6%; igual que a la leche (hoy en 9%); mientras para maíz y trigo (que hoy pagan 12%) implicaría 3% más. Para las Economías Regionales, como tabaco, maní o arroz, a las cuales se les había eliminado el tributo, el incremento sería pleno del 15%.
"Esto no contribuye, no ayuda; es parte de lo mismo y vuelven a traer las mismas recetas que recaen siempre sobre el mismo sector", se quejó Rotondo en declaraciones al medio cordobés Valor Agregado Agro. "Estaremos evaluando cuales son las medidas a tomar", anticipó, luego de "ver cómo se da la letra chica y cómo se implementa cada cosa".
Por su parte, el titular de Coninagro Elbio Laucirica también hizo declaraciones sobre las medidas en general y la devaluación en particular, en las que manifestó: "vemos con preocupación los efectos que puedan tener en distintas producciones". Si bien admitió que es necesario "sincerar la economía y resolver el problema del atraso y la brecha cambiaria", consideró que "los efectos son muy diferentes" para cada producción.
En el caso de carne, leche y economías regionales, "gran parte van al consumo interno y estos se perjudican por la suba de los insumos y la caída del poder adquisitivo de la gente", dijo. Al respecto, consideró que la ciudadanía no podrá convalidar las necesarias subas para los productos del campo por mayores costos de producción. Por eso estimó que el sector "no tienen beneficios en la venta por el aumento del dólar, pero si se perjudican por la suba de los insumos".
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