La inestabilidad continúa en el sur santafesino, donde la semana pasada se produjeron serios inconvenientes a raíz de excesivas lluvias, por encima de la media.
Tras los 300 milímetros de la semana pasada, la inestabilidad continúa y se prevén nuevas precipitaciones. "Estamos desfinanciados y nos estamos descapitalizando", alertó un ganadero que perdió casi toda su pastura. Un relevamiento oficial muestra recargas de agua desmesuradas en lotes agrícolas, pero estimó que serán útiles para la campaña fina.
La inestabilidad continúa en el sur santafesino, donde la semana pasada se produjeron serios inconvenientes a raíz de excesivas lluvias, por encima de la media.
"Esperemos que no vuelva a llover igual; no podríamos volver a soportar el desborde del arroyo", dijo a El Litoral el ingeniero agrónomo y productor ganadero Silvio Montenegro. Cinco días atrás, su campo -ubicado entre Cañada Rica y Santa Teresa, en el departamento Constitución- se inundó por el desborde del Arroyo Cabral. De las 300 hectáreas de loma donde pastaba su plantel de vacas con crías al pie sólo quedaron 50 fuera del agua. Esto le causó la pérdida del 60% de las alfalfas, además de sufrir la caída de alambrados y boyeros. "Hay mucho por reparar", dijo.
Montenegro sostuvo que, en otra época, estos eventos pasaban cada 10 años, pero con el Cambio Climático entre 2014 y 2017 hubieron inundaciones todos los años. "Nos desmoralizó bastante y tuvimos que cambiar la forma de producir".
Ahora, siente el golpe anímico de perder una pastura que vale u$s400/ha en un año cuando debiera durar seis. "Y sabiendo que la vas a volver a sembrar y esto va a volver a pasar, tarde o temprano".
Al respecto, el productor reflexionó: "para colmo no hay tratamiento de cuencas; este país está abocado al hoy desde hace 50/60 años; no se planifica absolutamente nada". Y añadió que, cuando se quiere hacer algo, "encontrás 50.000 piedras en el camino" que lo impiden. En su caso, sostuvo que el Arroyo Cabral (que al desbordar inunda su campo) "es un tema de desidia" estatal. "Si los gobiernos nacionales y provinciales no asisten a los productores, en vez de sacarles todo el tiempo, no podemos encarar este tipo de obras de infraestructura porque estamos desfinanciados y nos estamos descapitalizando, así que no le veo solución a este panorama", lamentó.
En la madrugada del miércoles 13 de marzo, en su zona cayeron unos 260 milímetros a los que el viernes se sumaron otros 85. "El agua de los arroyos empezó a bajar el viernes por la noche, aunque el domingo seguían desbordados; ahora está lloviendo de vuelta", se inquietó.
La perspectiva en la zona se torna complicada a raíz de la llegada del otoño, una época históricamente húmeda y con días más cortos, en la cual será difícil que los campos recuperen el piso. Dependerá de cómo continúe el tiempo.
Montenegro perdió el 60% de las alfalfas, el 100% de las mohas destinadas a rollos y el sorgo forrajero que estaba en pastoreo. Esta planificación forrajera se había diseñado para hacer la recría o terminación de todos los terneros, algo que durante los últimos años no pudo hacer por la dura sequía. Ante la imposibilidad de evitar el pisoteo en las pocas hectáreas que le quedaron con forraje, "ahora nos vemos obligados a salir a vender el destete, porque hay que priorizar la vaca".
Este lunes, el reporte semanal de Eventos Meteorológicos Destacados, que emite la Oficina de Riesgo Agropecuario de la Nación, indicó que "los sistemas previstos para esta semana podrían volver a generar a su paso tormentas y/o lluvias importantes, aunque no necesariamente tan intensas". Pese a los anegamientos e inundaciones, que en algunos puntos en los alrededores de Rosario hicieron colapsar la infraestructura, el parte indica: "Las recargas, si no pasan a mayores, son una buena noticia ya que representan un importante reservorio para la disponibilidad de agua para la fina".
La ORA detalló que en la última semana se registraron precipitaciones superiores a 200mm en varias localidades del centro-este del país. "Se estiman excesos temporarios en el Litoral y este de la zona núcleo pampeana", indica el informe. Y detalló algunas de los mayores registros: el tope se produjo en Entre Ríos, con más de 260mm reportados en los departamentos Victoria y Rosario del Tala. Fuera de esta zona, le siguieron Olavarría (233mm) y más de 200mm en Rosario (231mm), Monte Caseros (218mm), Gualeguaychú (217mm) y Buenos Aires (202mm).
En la medición de las reservas de agua útiles para sojas de primera, los mapas muestran que las intensas lluvias de la semana generaron importantes recargas en el noreste y centro de la provincia de Buenos Aires, donde se generaron excesos temporarios. También en el noroeste de la provincia se dieron recargas significativas, aunque no se estiman reservas excesivas actualmente. El sudoeste bonaerense sigue con almacenajes escasos o deficitarios.
Entre Ríos y Corrientes, que ya habían recibido importantes lluvias anteriormente, llegaron a niveles excesivos de almacenaje como consecuencia de los nuevos aportes. Lo mismo sucede en la mayor parte de la mitad sur de la provincia de Santa Fe y en áreas del NOA.
En cambio, en La Pampa y Córdoba los cambios estimados en las reservas hídricas son menores. Incluso en la mayor parte de Santiago del Estero, Chaco y Formosa se generaron desecamientos en virtud de las escasas precipitaciones y las altas temperaturas que aumentan la demanda hídrica.
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