Los extrusores santafesinos descartan la posibilidad de que el gobierno nacional cumpla la promesa que les hizo de compensarlos por el daño que les provocó el dólar soja y como única esperanza esperan que empiece a fluir la nueva cosecha, siempre y cuando no vuelva a implementarse otro tipo de cambio diferencial para el poroto.
Son cientos de pymes, radicadas en pueblos y ciudades, que prensan soja para obtener expeller para alimento animal y aceite crudo para abastecer a las pymes de biodiesel. El tan mentado "agregado de valor" en origen, un primer paso que podría sacar del mero lugar de "cliché" la muy meneada y jamás estimulada "industrialización de la ruralidad".
"Estuvimos con Bahillo hace 15 días y te diría que está cerrada definitivamente la posibilidad de que tengamos algo; no están dadas las cosas para que nos den", señaló Marcelo Conde, presidente de la Cámara Industrial de Extrusado y Prensado Santa Fe (CIDEP), en referencia a los $25.000 por tonelada que les prometieron para cubrir el bache financiero que les causó el "Programa Incremento Exportador" (PIE).
Mirá tambiénMassa anticipó que llegará asistencia nacional a productores del norte santafesinoDespués de varias reuniones con el gobierno para instrumentar las compensaciones, que para el PIE 1 serían por 120/130.000 toneladas -a distribuir entre todos los extrusores del país- y sobre unas 50.000/60.000 de la versión siguiente, las mismas "no han aparecido, no salió ninguna", se resignó Conde. "Ya se descartaron, prácticamente".
Luego de la primera edición del dólar soja, relató, "quedamos mal, pero creímos que nos íbamos a ir acomodando". Con el segundo "sí, ya vino un problema mayor", porque arrastraban una situación de "capital negativo" y el precio de la soja se duplicó hasta que "llegó enero y desapareció la oferta de soja".
Sin mercado
Orientados al mercado interno, a los extrusores se les encareció abruptamente la materia prima sin chance de trasladar ese mayor costo al precio de venta. En septiembre, con la implementación del PIE 1, la soja que valía $50.000/tn pasó a pagarse $75.000. Mientras que a fines de noviembre, con la segunda versión, saltó a $85.000 y luego trepó hasta alcanzar $100.000 en diciembre.
Hoy, sin un "dólar soja" operativo, quien quiera hacerse de mercadería (que no se consigue) tendría que ofrecer precio como si lo hubiera. "La soja no bajó en enero, se mantiene en $90.000/95.000", dijo Conde, un valor que "te da 510 dólares, contra 410 de los $72.000" que se exhiben como precio en el Mercado Disponible de Granos de Rosario. "Si no se tiene para pagar eso ni siquiera hay que buscar".
Incluso observó que esta distorsión "ya está pasando con el maíz, con un precio en Bolsa y un precio de mercado totalmente distinto, u$s20/30 arriba". Y lamentó: "la pizarra ya no se puede tomar de referencia para nada".
Esperando la cosecha
Sobre el saldo de soja, que varía entre 7 y 9 millones de toneladas, dijo que si estuviese toda disponible no sería un problema. Pero explicó que mucha se venderá paulatinamente para pagar alquileres. Y también se debe contemplar "en manos de quién" está la mercadería, porque lo que está en acopio "no viene a nosotros, va para los puertos".
Mirá tambiénExtrusores, otra vez "descalzados" con el dólar sojaPor este motivo, las únicas expectativas están puestas en la próxima cosecha. "Esperando que llegue abril y no haya otro dólar soja de por medio", dijo el extrusor. En la cámara, especulan con una reaparición en marzo. "Es el mes que calculamos que podría llegar a volver".
Lo más complicado, es el hábito generado entre los vendedores. "La gente se acostumbra a que le pongan un dólar soja y hasta que no se transparente el dólar, va a vender cada 3 meses; y nosotros operativamente no podemos comprar para tres meses", explicó, porque no tienen la capacidad financiera de un exportador que ingresa divisas. "Entonces nos estarían dejando fuera del mercado", alertó.
Capacidad ociosa
El industrial explicó que las empresas tienen alta demanda de expeller porque "nadie produce al 100%, entonces todos están buscando dónde comprar". Además, la exportación cerró la venta de harina al mercado interno y "está sacando todo para afuera, que por el dólar soja tiene que cumplir los contratos".
Conde lamentó que, por efecto de la sequía, "tenemos mayor demanda pero no la podemos cumplir porque no hay materia prima". Y estimó que las empresas del sector "están trabajando al 50%". Algunas pararon para hacer mantenimiento, otras redujeron días de trabajo en la semana o licenciaron personal.
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