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El Congreso Mercosur de Aviación Agrícola puso de manifiesto la importancia de la actividad para la protección de la agricultura nacional. Autocríticas y desafíos ante las demandas productivas y ambientales.
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Con una gran concurrencia, se realizó esta semana el XXVII Congreso Mercosur y Latinoamericano de Aviación Agrícola. El evento contó con una importante presencia de aeroaplicadores, productores, empresarios y referentes del agro, en la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba.
Durante el acto de apertura, estuvieron presentes el Ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, Sergio Busso, el Secretario de Agricultura de Santa Fe, Juan Manuel Medina, el Intendente de Villa Mercedes, Martín Gill, el Director de Seguridad Operacional de la Anac, Federico Gianini, el Presidente de Anepa, Julio Placeres, Gabriel Colle, el Director Ejecutivo de Sindag, y el Presidente de Fearca, César Antonietti.
El presidente de Fearca destacó “quienes generan esta pasión son los aviones y de ahí en más con quienes arriesgamos la vida” y agregó que “tenemos muchos desafíos por delante pero el día a día es muy difícil por eso necesitamos de las autoridades unidas porque divididas no llegamos a nada”.
En ese marco, el Presidente de Sindag agradeció la invitación en representación a Brasil diciendo: “estamos honrados de participar en este congreso”. Por su parte, su par uruguayo, Gabriel Cole, contó que el país vecino atraviesa una situación de gran demanda de producción.
A su turno, el Intendente de Villa María se refirió al lugar como uno de los corazones más productivos del país y “queremos darles la más cordial de las bienvenidas, acompañarlos y agradecerles y contarles que se puede ser un país que nos permite planificar, encarar y aprovechar las oportunidades”.
Comunicación
Por su parte, Gianini aseguró que, de parte de la Anac, “hemos iniciado una fluida comunicación con Fearca y en los próximos días estaremos firmando un acuerdo de apoyo a las pymes agroaéreas”.
Asimismo, el Secretario de Agricultura de Santa Fe reconoció: “en la aviación tenemos la posibilidad de ser aún más eficientes, pero no es fácil ya que hay mucha estigmatización de parte de la sociedad por una gran desinformación”.
También se refirió a las Buenas Prácticas Agrícolas cuando sostuvo que “el camino es mostrar la eficiencia de nuestro sistema agropecuario y que las aplicaciones aéreas son el desarrollo de nuestra tecnología”. Sobre el final habló el Ministro de Agricultura de Córdoba. “Venimos trabajando en distintas políticas públicas junto a Santa Fe y Entre Ríos”, aseguró Busso y resaltó: “el país sale de la crisis con producción, no con ajuste, pero hay una demanda social que es producir conservando el ambiente y es ahí en donde tenemos que trabajar juntos”. Por último, Antonietti señaló: “los aeroaplicadores no somos marcianos, somos argentinos que generamos agroaplicaciones”.
Sinergia
Con más de 350 asistentes, el auditorio estuvo a pleno durante todo el primer día en donde hubo charlas muy variadas que fueron desde el Plan de acción de Buenas Prácticas Agropecuarias hasta “el discurso emocional versus la información concreta y constatable” explicado por el Licenciado Luis Franco, director de Aeromarket, medio especializado en aviación.
El secretario de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba, Ingeniero Agrónomo Marcos Blanda, habló sobre “El camino de las Buenas Prácticas Agropecuarias”. En la misma se refirió a que “la demanda social nos pregunta cómo producir y para eso está el plan de acción de Buenas Prácticas Agropecuarias que llevamos a cabo desde el año pasado”, sostuvo.
“Este año se redoblaron las apuestas porque hay doble presupuesto y estamos trabajando con más prácticas (doce) que son sociales, ambientales y productivas”, explicó Landa. Entre ellas están el Plan Pecuario en el que realiza mejoramiento genético, sanidad y bienestar animal, el Plan Hortícola, la Agricultura Sustentable Certificada (ASC) y el Manejo de Ganadería Integrada. “El mayor desafío es que el productor participe para poder contar a los demás cómo trabajamos”, resaltó landa y aseguró: “Para nosotros este fue el mejor programa de comunicación que tuvimos porque es la manera y posibilidad que tenemos de contarle a la sociedad lo que estamos realizando”.
Fiscalización
Por su parte, el director General de Fiscalización y Control de Córdoba, Martin Gutiérrez, habló sobre “Políticas de fiscalización y normativa sobre agroquímicos- Caso Córdoba. Esta política de fiscalización, que tenemos en Córdoba, se realiza luego de la sanción de la ley de agroquímicos”, comenzó su charla y explicó que “la ley cuida la salud humana y nosotros queremos lograr el desarrollo sostenible”. De esta manera, comenzó a exponer de manera contundente que “el aplicador es el responsable de todo, las técnicas de aplicación, el triple lavado, archivar la receta de producto peligroso, adaptar la técnica de aplicación a las condiciones ambientales, etc.”
Más tarde, el director de la empresa Aeromarket, Luis Franco, se refrió a la asimetría en la comunicación. “En realidad me parece insuficiente para describir la asimetría que hay entre datos concretos de la ciencia, la verdad, y la información que apela a lo emocional”. Citando algunos casos de importancia histórica con protagonismo de ambientalistas radicalizados, Franco sostuvo “que en esas oportunidades venció datos no precisos doblegando decisiones que significaban soluciones más adecuadas”. El disertante hizo especial hincapié sobre el concepto de solución de compromiso al señalar que “el ser humano busca soluciones que la mayoría de las veces no son perfectas sino las disponibles”. Finalmente, agregó: “es la ciencia la que proveerá las soluciones a los problemas que tenemos, en un proceso de prueba y error que, en definitiva son los parámetros que a lo largo de la historia han posibilitado el progreso”.
Aviación agrícola y ambientalismo
Dr. Gustavo Marón (*)
“Desde hace diez años venimos asistiendo a un intenso enfrentamiento entre ambientalistas radicalizados y empresas explotadoras de aviación agrícola. En todos estos escenarios, el espectáculo ha sido más o menos el mismo: acusaciones abstractas y alarmistas basadas en posiciones ideológicas rígidas de parte de los detractores de la actividad y, del lado empresarios, continua sensación de impotencia al ver que los argumentos técnicos y científicos que sustentan la actividad no son tenidos en cuenta por los ambientalistas, mientras que los funcionarios de gobierno omiten pronunciarse categóricamente en uno u otro sentido, moviéndose al flujo o reflujo de la intención de voto de sus respectivas jurisdicciones. Este cuadro se quebró en Mendoza durante la pasada campaña con motivo de las aplicaciones aéreas de fitosanitarios que el SENASA decidió ejecutar contra la Polilla de la Vid (Lobesia botrana), una plaga cuarentenaria que se venía extendiendo imparablemente desde 2008. El empleo de aviones agrícolas permitió detener en seco la expansión de este insecto, pues por primera vez se lo pudo atacar en simultáneo sobre todo el territorio provincial y con dosis uniformes de confusores sexuales e insecticidas de baja toxicidad. El resultado fue que la plaga logró detenerse y, gracias a la aviación agrícola va camino al exterminio. En Mendoza, el medioambiente es tanto natural como cultural, pues cien generaciones de agricultores crearon tres oasis donde naturalmente debía existir sólo desierto. Las plagas que afectan estos cultivos no pueden permanecer ajenas a la ecuación ambiental sencillamente porque muchos de los insectos u hongos no son autóctonos, sino exógenos o “importados” de otros ecosistemas. En Mendoza quedó claro que era la polilla (y no los aviones) la que afectaba el medio ambiente y que los aviones sólo representaban la mejor cura posible contra este flagelo. Así, la Justicia mendocina generó un precedente jurisprudencial interesante que se suma e integra al precedente sentado por el Tribunal de Justicia de Córdoba en el ya célebre caso Barrio Ituzaingó”.
(*) Abogado de Fearca