El segundo relevamiento anual del INTA sobre el estado de la ganadería de cría en la provincia de Santa Fe describió una salida del invierno más complicada para los productores del norte, a causa de la falta de agua y forraje por la escasez de lluvias.
Sin embargo, tras la reactivación de las precipitaciones, anticipan un alivio para los próximos meses pero advierten que será necesario planificar y hacer reservas pensando en el próximo invierno.
Orlando Hug, médico veterinario de la Agencia de Extensión Rural Garabato (departamento Vera), indicó a Campolitoral que los ganaderos de la Cuña Boscosa y los Bajos Submeridionales están “saliendo de un invierno que estuvo bastante complicado otra vez, por el efecto Niña, prácticamente nulo de lluvias”. Algunos, más previsores, dijo que cuentan con cierta cantidad de agua guardada del verano y el otoño pasados, pero “son los menos”.
A esta escasez también contribuyeron las bajas temperaturas. Mencionó que el “exceso de heladas” no sólo complicó el pastizal, sino que también “colaboró a evaporar más rápido las aguadas, así que hay campos que pasaron la última etapa del invierno muy mal por la falta de pasto y de agua”. Por lo tanto, sostuvo que el estado en general de la haciendas al terminar el invierno fue de regular a mala. Pero hizo la salvedad de que en las zonas de monte, donde los animales encuentran alimento, estaban un poco mejor.
De todas maneras, dijo que la preocupación ahora pasa por las vacas con una condición corporal muy baja, que van a tardar en recomponerse para nuevamente al servicio. “Van a entrar ya avanzado el verano, y probablemente entrando el otoño; otra vez vamos a tener pariciones tardías y en muy baja cantidad; es decir, porcentaje de apariciones muy bajos para la zona”, anticipó.
Tras la reactivación de las lluvias, Hug estimó que con una temporada neutra para El Niño, “va a haber agua, va a haber forraje natural y va a haber que hacer buenas reservas para afrontar el próximo invierno”. Con humedad en la temporada estival, habrá óptimos rendimientos de agua y forraje. “Pero así también va a haber que optimizar todo lo que sean ideas y formas de presupuestar y prever para el invierno siguiente”, aclaró.
Al respecto, sostuvo que desde INTA “advertimos a los productores que “deben comenzar a tomarlos en serio” a los efectos del cambio climático y “hacer buena previsión de agua y forraje” para el año próximo.
El relevamiento de octubre de INTA (el otro se realiza en marzo), realizado sobre 375 encuestas al 11 de octubre, indicó que el estado corporal de los vientres de la provincia se encontraba de regular a malo en un 55% de los establecimientos consultados. “Encontrándose su mayoría en la zona norte y centro de la provincia”, aclararon. Mientras que en la zona sur, “en general las respuestas fueron ‘bueno’ y ‘muy bueno’”.
Sobre el estado de las reservas forrajeras, indicaron que todas las comunidades vegetales se encontraban en estado malo o regular, con mejor situación en los ambientes de monte, donde “al menos el 20% de las respuestas fueron bueno y muy bueno”.
El 72% de las respuestas indicaron que el estado de las pasturas fue regular o malo, predominando este último en la región del domo oriental, cuña boscosa y el espinal.
Sobre la disponibilidad de agua, en general los encuestados respondieron tener agua “en cantidad suficiente y de buena calidad”, excepto en los Bajos Submeridionales donde la mayoría de las respuestas señalaron “la falta, tanto en cantidad como en la calidad de agua de bebida”.
En materia reproductiva, según las respuestas del sondeo entre un 50% y 75% de las vacas estaban paridas en la zona centro y sur, mientras que en el norte entre el 25% y 50%.
Mientras que respecto de la sanidad de los rodeos, se indicó que la principal problemática fue nutricional, con deficiencias, desbalances y diarreas, seguido por las parasitosis y las enfermedades reproductivas como abortos. “Se destaca que las respuestas sobre tristeza bovina se encuentran en general en la zona Norte”, agregó el reporte.
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