La posibilidad de incorporar la vacunación como estrategia de control de la gripe aviar en Argentina es materia de debate entre productores, técnicos y organismos de control, ante una serie de "pros y contras" que implica su utilización.
El Senasa evalúa ventajas y desventajas de esta estrategia sanitaria. En el sector hay posiciones divididas, en función del impacto económico y comercial que implicaría. Unos aseguran que podría evitar el cierre de granjas, pero otros sostienen que dificultará mucho más la reapertura de mercados externos.
La posibilidad de incorporar la vacunación como estrategia de control de la gripe aviar en Argentina es materia de debate entre productores, técnicos y organismos de control, ante una serie de "pros y contras" que implica su utilización.
El tema fue abordado el pasado 4 de mayo durante un encuentro de la Comisión Nacional Avícola de Senasa con el objetivo de evaluar las experiencias de los últimos meses y examinar la información técnico-científica disponible para realizar un análisis respecto al uso de vacunas contra la enfermedad.
En ese ámbito, la titular del organismo Diana Guillén admitió que "la vacunación es un tema sensible" que genera preocupación en los distintos eslabones de la cadena productiva. Y explicó que la decisión final dependerá no sólo del análisis local, sino de los resultados que arroje la 90ª Sesión General Anual de la Asamblea Mundial de los Delegados ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), del 21 al 25 de mayo en París.
Desde el Colegio de Médicos Veterinarios de Santa Fe, el presidente de la subcomisión de avicultura Yari Lucerna indicó que hasta saber si la OMSA determina algo diferente este mes, "la única contra es que el país deja de ser libre y pasa a ser endémico", por lo que el cierre de mercado podría acentuarse.
Sin embargo, el veterinario enumeró una serie de ventajas que implicaría la vacunación de las aves. Sostuvo que evita la eliminación del virus por materia fecal, por lo que disminuye el riesgo de contagios; mejora los datos productivos por no haber sacrificios; y en avicultura de puesta de huevos dejan de correr el riesgo de sacrificio sanitario. "Es por lo que bregamos todos los veterinarios del país, porque hoy con sacrificios sanitarios vemos que van cerrando muchas empresas y el costo es impresionante; y no hay mecanismos de resarcimiento económico para ningún productor", completó.
Desde la producción, en cambio, relativizaron las ventajas de vacunar a las aves. Alejandro Coinaniz, presidente de la Cámara Avícola Santafesina, dijo que hay dos posturas. Una de las partes es la producción de huevos para consumo, que como no tienen exportaciones, "están a favor de la vacuna". Por otra parte, los que producen carne no encuentran justificativos para adoptar una estrategia sanitaria de dudosa efectividad y alto costo comercial. "Con este tipo de vacunas, la postura es que no sería conveniente vacunar", dijo.
El empresario explicó que "te cierran mercados de entrada" por el sólo hecho de vacunar. "Argentina quedaría como país con influenza y eso te cierra un montón de mercados; y dificulta la posibilidad de volver a reabrirlos por lo menos en forma rápida".
Coianiz sostuvo que la vacuna disponible a nivel mundial "no resuelve el problema", sino que a lo sumo lo "controla un poco" porque no detiene la enfermedad. Al ser una "gripe" se trata de un virus con alta capacidad de mutar, por lo que existen distintas cepas con eficiencia dispar del inmunógeno. "Ningún país exportador las está utilizando. Ninguno es exitoso. Sobre todo México, que la usa desde 1995 y no controló el brote para nada".
Por otra parte, indicó que los países que la están usando, "básicamente son importadores más que exportadores; entonces, no lo vemos conveniente por el momento, porque no soluciona el problema".
A partir de estas evidencias de relativa o nula eficiencia, el dirigente avícola remarcó que "ningún laboratorio salió a desmentir eso, o sea que está totalmente confirmado que es así". Por este motivo la postura de la cámara santafesina es "trabajar muchísimo y reforzar cada vez más el tema de bioseguridad" para el control a nivel de establecimientos; porque aplicar las vacunas "no es ninguna solución".
Y remarcó: "no vacunando hay una posibilidad de recuperar más rápido esos mercados" que se perdieron; mientras aplicar la vacuna tendría el efecto contrario.