A raíz de los casos positivos del virus en dos jóvenes de la ciudad de Esperanza, investigadores del Laboratorio de Ecología de Enfermedades (LECEN) del Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral (ICiVet-Litoral) -el cual se encuentra en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNL y es de doble dependencia entre la UNL y el CONICET- iniciaron una investigación que propone conocer más sobre el hantavirus en Esperanza.
Inicialmente se está realizando la búsqueda de las especies de roedores que actúan como reservorio de hantavirus en diferentes puntos del Barrio Sur y Oeste, Parque de la Agricultura y en la zona periurbana de Esperanza. Cabe resaltar que no todas las especies de roedores pueden ser portadoras del virus. Los primeros resultados dieron negativo, es decir, no se dio con las especies Colilargo Isleño (Oligoryzomys nigripes) ni Colilargo Chico (Oligoryzomys flavescens).
El procedimiento es efectuado con la siguiente modalidad: se colocan trampas durante tres días y se las revisa todas las mañanas. En caso de hallar roedores, se monta un “laboratorio de campo”, y siguiendo las pautas de bienestar animal y de bioseguridad se toman muestras de sangre y de tejido. “Se busca detectar anticuerpos para saber si el ratón estuvo expuesto a Hantavirus”, sostiene la Dra. Valeria Colombo, investigadora del LECEN.
“Debemos tener mucho cuidado a nivel bioseguridad, así como se enferman otras personas, nos podemos enfermar nosotros. Por esta razón, se trabaja con traje, máscara con filtros, guantes, generalmente al aire libre y al sol porque hay menos riesgos”, sostiene Valeria Colombo.
“El virus está en un porcentaje mínimo de roedores. En investigaciones similares que realizamos en Campana, Buenos Aires, encontramos un porcentaje de menos del 5 por ciento”, informó.
Cabe resaltar que la investigación, se realiza enmarcado en los Servicios Tecnológicos de Alto Nivel de Investigación de Mortandad/Brote y Vigilancia Epidemiológica en animales silvestres que brinda el laboratorio LECEN.
Se trabaja además en coordinación con el área de zoonosis de la Municipalidad de Esperanza y en vinculación con el Ministerio de Salud de la provincia.
Por su parte, el docente de Salud Pública y Zoonosis de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Dr. Gabriel Sequeira, remarcó que para que haya enfermedad “tiene que darse la presencia del vector-que es el roedor-, y éste ser portador del virus Hanta”.
El roedor es de ciclo ‘silvestre’ por lo que es poco frecuente encontrarlo en zona urbana, sí habita la periferia y zona rural.
Seguidamente dijo que “es una enfermedad que se transmite por vía aérogena, por mordedura o contacto con roedores. Es muy común el contagio durante la limpieza de galpones o lugares que permanecieron cerrados durante mucho tiempo y que se encuentran en áreas silvestres porque al limpiarlos la generación de polvillo contaminado con virus Hanta es el motivo de contagio. En estos casos es necesario prevenir el contagio a través de la ventilación previa del lugar, el uso de ropa protectora, guantes, barbijos y se puede humedecer el área con una solución de agua y desinfectante como puede ser lavandina antes de proceder a barrer el lugar”, dijo finalmente.