Entre las decenas de infracciones a la Ley de Fitosanitarios 11.273 que los inspectores labraron en el primer semestre de 2023 no hubo ninguna denuncia por afectaciones a la salud o el ambiente por un mal uso de los agroquímicos.
Si bien la provincia informó infracciones a la ley 11.273, se trata de incumplimientos reglamentarios en maquinarias o instalaciones. En cambio, hasta el momento no se accionó por "malas prácticas agrícolas".
Entre las decenas de infracciones a la Ley de Fitosanitarios 11.273 que los inspectores labraron en el primer semestre de 2023 no hubo ninguna denuncia por afectaciones a la salud o el ambiente por un mal uso de los agroquímicos.
Recientemente, desde el Ministerio de la Producción informaron que la Subdirección General de Agricultura y Sanidad Vegetal formuló más de 80 actas de infracción por incumplimiento a lo dispuesto en la normativa provincial.
Al respecto, la Secretaria de Agroalimentos de la provincia, María Eugenia Carrizo, detalló que se observaron dos tipos de anomalías en establecimientos o empresas que utilizan o comercializan productos fitosanitarios. Por un lado, equipos de pulverización de uso propio o para terceros, propiedad de productores agropecuarios o contratistas "que no están habilitados", o bien no tienen declarado el lugar de guarda o no cuentan con un operario certificado. Por otra parte, las firmas elaboradoras, fraccionadoras o expendedoras que "no declaran quién es el regente" (debe ser un ingeniero agrónomo) o no tienen el depósito con las normas de seguridad correspondientes.
Sin embargo, "en lo que va del año no se han recibido denuncias" dijo sobre el mal uso de fitosanitarios y lo relacionó con la eficiente tarea de capacitación y prevención que se instrumenta junto a empresas del sector y otras entidades como INTA y Senasa. Este accionar, dijo, "se refleja en la baja de denuncias que tenemos" vinculadas al mal uso y la mala aplicación de fitosanitarios.
Otro aspecto que Carrizo consideró clave es la implementación de veedores en localidades rurales, una recomendación que la provincia realiza a municipios y comunas. "Santa Fe tiene más de 130 veedores; nosotros motivamos a que sean ingenieros agrónomos, porque el veedor es la figura central para habilitar y ayudar al control local" en el uso de fitosanitarios. Esta especie de "fiscalizador del periurbano", dijo, además colabora en las fiscalizaciones de usuarios, proveedores y maquinarias. "Cuando los inspectores salen al territorio ahí los veedores son grandes aliados para poder trabajar en la prevención y evitar estas realidades negativas que puede producir un insumo necesario para la producción como son los fitosanitarios", concluyó.