Se registró hoy una nueva convocatoria en el marco de un 9 de julio especial, en las ciudades de Avellaneda y Reconquista. Con Vicentín como excusa, marcharon por cuestiones más de fondo.
D.R.
11:55
En la tarde de hoy, miles de personas marcharon en dos convocatorias distintas. Si bien el disparador central fue la diferencia de miradas respecto de Vicentín, en la convocatoria en contra de la política intervencionista sobre el concurso de la empresa, se trató de un reclamo relacionado con la necesidad de respetar la propiedad privada y la división de poderes.
Según el presidente de la Sociedad Rural de Reconquista Juan Luis Capózzolo, “fue muy raro, porque a las 16 horas (que era la hora prevista de la convocatoria), llegaron tres colectivos con policías de Rosario que se instalaron en el puente para que la gente no pueda pasar a Avellaneda, y el ánimo de la gente se empezó a caldear”.
Sin embargo, según el ruralista, como no dejaban pasar, “se hizo una caravana de dos kilómetros con unas 9.000 personas que se agolparon en una caravana caminando por Reconquista con tractores, autos, camionetas, durante dos horas caminando y expresándose”.
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Para Capózzolo fue muy parecido a la última marcha. Hoy parecía que iba a ser más tranquilo pero la gente salió de la misma manera con sus banderas, y el hecho que no los dejaran pasar los motivó aún más. Fue muy lindo, muy alegre, lejos las más linda”.
Finalmente, destacó que no fue una movilización organizada por ninguna institución, pese a lo cual “los tractores y la gente recorrieron la ciudad en una caravana muy imponente”. Respecto de la otra marcha (a favor del gobierno), manifestó no tener mucha información, aunque opinó que “e la otra no superaban las 200 personas. Con los punteros atrás, pero con poca gente”.
El reclamo de fondo
Por su parte, según la productora agropecuaria Marina Massat, la policía quiso interrumpir el tránsito “pero la gente atravesó el cordón igual. Hace como un mes que no pedían el certificado de cinculación y justo hoy lo hicieron. Eso provoca, y es mandado por el gobierno. Había muchísmia presencia policial para desalentar la marcha, pero todo se dio con tranquilidad, nos llevó dos horas recorrer en caravana. Caminamos por la ruta hasta Reconquista y de vuelta a Avellaneda”.
Según la ex integrante de Coninagro, el reclamo no era por Vincentín, era por mucho más: “por la forma de Gobierno que pretende el kirchnerismo, que ya en 2008 resistimos. Para ellos, el problema no era con el campo, sino con la intención de manejar la justicia, el congreso, nuestras vidas, y uno rechaza todo eso”.