Monocultivo o diversificación productiva: el papel de las retenciones
“Se observa una falta de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace desde las políticas públicas”, señala la Ing. Agr Marianela De Emilio, de INTA Las Rosas. Cómo afectan las retenciones la producción de trigo, maíz y soja.
D.R.
15:06
Las políticas públicas, específicamente las retenciones, afectan a las decisiones productivas del sector agrícola nacional, afectando el potencial productivo argentino y el ingreso de divisas al país, explicó la Ing. Agr Marianela De Emilio, de INTA Las Rosas.
De Emilio analizó el período entre el 2007 y 2015, y entre 2015 y 2019, marcado por dos políticas diferentes en cuestión de retenciones, la primera con, y la segunda sin ellas.
“Desde la campaña 07/08 a la 14/15, el trigo y el maíz tuvieron retenciones de 28% y 25% en 2007, y de 23% y 20% a partir de diciembre de 2008. En diciembre de 2015 se quitan completamente las retenciones al trigo y al maíz, hasta septiembre de 2018, cuando se resuelve aplicar una retención de $ 4/U$ S exportado”.
“En toneladas cosechadas, el volumen cosechado de soja entre la 07/08 y la 15/16 subió casi 17%, mientras el de maíz subió el 33% y el de trigo bajó 32%, alcanzando este último, volúmenes mínimos en décadas. Lo contrario ocurrió entre la 15/16 y la 18/19, donde el volumen cosechado de soja nos e modificó, mientras el de maíz y trigo subió más de 71% y 84% respectivamente, este último logrando cuatro cosechas récord consecutivas”.
Ante estos datos, De emilio plantea la siguiente pregunta: “¿Cuál es el principal problema del trigo y el maíz, por el que no puede sostenerse un nivel de producción ante la imposición de retenciones, mientras la soja en general puede hacerlo? “
La respuesta, son los costos:
Costos de implantación: Los costos de implantación de maíz y trigo, dependiendo del paquete tecnológico aplicado, representan entre 33% y 52% del ingreso bruto respectivamente, mientras los costos de implantación de la soja representan el 25% del ingreso bruto.
Alquiler: Representa 30% del ingreso bruto de trigo y maíz, mientras representa el 40% del ingreso bruto de la soja.
Transporte: Los camiones llevan toneladas de granos y cobran por kilómetro transportado, el precio de la tonelada transportada será proporcionalmente más caro, en la medida que la tonelada transportada sea más barata, así, el maíz y el trigo, que en general tienen precios equivalentes al 55% y 70% del precio de la soja, pagan más flete, dado que se necesita más toneladas para pagar el mismo costo de flete. Para ponerlo en números, un flete de 120 kms equivale al 8% del ingreso bruto de la soja, el 13% del trigo y 17% del maíz.
De manera que, entre costos de implantación, alquiler y flete, comprometido el 80% del ingreso bruto del maíz, 95% del ingreso bruto del trigo y 73% del ingreso bruto de la soja a 120 kms, valores que se transforman en 92% en maíz, 107% en trigo, y 81,5% en soja a 300 kms del puerto. “No es de sorprender como se recortó tan drásticamente la producción de trigo, en el período con retenciones”, resaltó.
“Los números muestran la respuesta inmediata del sector agrícola, ante reglas claras comerciales, producciones record de trigo y maíz, así como volúmenes de cosecha, lo que se tradujo no solo en aumento de toneladas, sino en incentivo para avanzar sobre prácticas de manejo tendientes a tener la tierra ocupada todo el año y a la rotación de cultivos, versus el desierto pampeano que muestra la foto de soja de primera. Los números son contundentes en cuanto a los mayores costos de los cereales versus la oleaginosa, que da vulnerabilidad a los márgenes de estos cultivos, tan necesarios para fomentar la sustentabilidad del suelo agrícola, como el agregado de valor y diversificación de las cadenas productivas del país” concluyó De Emilio.