Ante el avance de la influenza aviar desde América del Norte, el Senasa declaró el estado de alerta preventivo sanitario en toda la República Argentina por medio de su Resolución 803/2022.
Argentina sigue libre de la enfermedad, pero ante el avance por el continente desde Senasa se dispusieron medidas de prevención.
Ante el avance de la influenza aviar desde América del Norte, el Senasa declaró el estado de alerta preventivo sanitario en toda la República Argentina por medio de su Resolución 803/2022.
La medida, publicada en el Boletín Oficial el pasado miércoles 14 de diciembre, responde a la dispersión hacia América del Sur a través de las rutas migratorias que las aves silvestres inician en época primaveral y que indican una potencial propagación al resto del continente americano.
La normativa permite adoptar en todo el territorio nacional, nuevas medidas de prevención, detección precoz y atención temprana, así como fortalecer las ya existentes.
Frente a esta declaración, muchos productores agropecuarios que tienen aves de corral, principalmente gallinas, se preguntaron qué precauciones tomar o cómo actuar ante una anomalía.
Consultado por Campolitoral, el médico veterinario Martín Molina, Coordinador Temático de Sanidad Animal de Senasa en Santa Fe, explicó que la situación no es de alarma. "Ante todo tranquilidad, el país está libre de la enfermedad". Pero sí recomendó estar atentos y conscientes del riesgo que implica la enfermedad, que tiene hasta 100% de mortalidad en planteos intensivos, además de provocar cierre de mercados compradores.
"Se transmite por aves silvestres, es muy contagiosa y de gran letalidad para las aves de corral", dijo. Por ello quienes tengan aves de traspatio (gallinas, patos) deben notificar rápidamente a la oficina de Senasa más próxima "alguna sintomatología" que puedan detectar en sus animales, como letargo, falta de alimentación o muertes sin causa aparente. "Si están con la cabeza hacia el suelo; si son gallinas que encuentren en la cresta la babilla cianótica o azulada por la falta de irrigación", añadió.
"La indicación es no tocarlos" y comunicarse con el veterinario o directamente dar un aviso temprano ante la oficina más próxima de Senasa. También existe una aplicación móvil "Notificación Senasa" que cualquier persona puede descargar en su teléfono o bien escribir un mail a [email protected] "Así tomamos muestras, mandamos a analizarlas y tenemos una notificación temprana de cualquier suceso que se produzca en la zona".
Molina también puso énfasis en el contacto con aves silvestres, que son la vía de expansión geográfica. "Es muy importante tener en cuenta el riesgo de aquellos productores que son cazadores y podrían transportar el virus de aves silvestres a su establecimiento o a una empresa avícola".
Al respecto explicó que "todas las aves acuáticas o playeras pueden transmitir la enfermedad", como patos o gaviotas. Pero hay otras -no acuáticas- que también migran, como una especie de halconcito "que hace un replume en la zona de los Palmares de Colón durante 15 días y luego continúan con su ruta migratoria".
El veterinario explicó que puede aparecer mortandad en cualquier parte de la región, ya que hay 4 corrientes migratorias desde el sur de Canadá y EE.UU. que pueden traer la enfermedad al país. "Vienen por la costa del Pacífico, por el centro del continente o por el Este". Y precisó que "vienen bajando, ya se presentaron casos en Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú; y en el norte de Chile, el último que se notificó la semana pasada".
Sobre la posibilidad de contagio a humanos, aunque no hay una casuística alta dijo que podría ocurrir. De todos modos el riesgo mayor es que las personas trasladen el virus a establecimientos avícolas. "El riesgo existe, hay que estar en alerta", remarcó.
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