Se termina 2022 sin que arranque la siembra de maíz de segunda
Era la apuesta de muchos productores ante peligro que implicaba una siembra de primera. Pero las lluvias no aparecen y la ventana óptima se va cerrando, lo que eleva el riesgo para un cultivo tardío. Algunos productores barajan la posibilidad de no sembrar, indicó el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA).
Escaso desarrollo de maíces en el centro- oeste del departamento San Martín. Crédito: SEA
Jueves 29.12.2022
11:31
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La siembra de maíz tardío no comenzó por la falta de agua útil en el perfil superficial del suelo en los 12 departamentos del centro norte santafesino que monitorea el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Al inicio de la campaña gruesa 2022/2023 fue el cultivo que concentró la mayor atención y se estimó un considerable aumento en la superficie total que se implantaría. Pero, finalizando el mes de diciembre, "cada día que pasó se redujo la ventana óptima para dicho proceso y se incrementaron los riesgos para el logro de una buena cosecha", consigna el reporte, que abarca los departamentos San Martín, San Jerónimo, La Capital, Las Colonias, Castellanos, San Cristóbal, San Justo, Garay, San Javier, General Obligado, Vera y 9 de Julio.
"Hasta el presente y ante los futuros pronósticos climáticos, solo se observaron interrogantes entre los productores de si se sembraría o no, ya que, junto a la soja tardía, serían los dos últimos cultivos que podrían implantarse", advierte el trabajo.
En tanto, los maizales tempranos o de primera, en similar estado fenológico en el norte, centro y sur del SEA, reflejaron el impacto de la ausencia de precipitaciones con heladas, déficit hídrico y marcada amplitud térmica de elevados registros térmicos diarios padecidos. "Fue el cultivo de la campaña de cosecha gruesa que mostró el mayor grado de daños provocados por las condiciones ambientales ocurridas durante todo su ciclo y no presentaron síntomas de mejorías durante su transcurso".
Con el correr de las jornadas, ante dicho escenario ambiental y la incertidumbre climática futura, el sector productivo continuó con el picado del maíz temprano y la confección de silos, de acuerdo al estado de cada lote. "Pero con menor ritmo, por los costos 10 en relación a los rendimientos promedios obtenidos, que oscilaron desde 5 a 7m/bolsa/ha, con mínimos de 1 a 4 m/bolsa/ha, valores considerados como muy bajos por el sector productivo".
Pero en otros casos, analizó la posibilidad de destrucción de los cultivares y las parcelas liberadas destinarlas a la siembra de soja tardía, siempre y cuando se produzcan lluvia.
Muchos lotes de primera ni siquiera sirven para picar y directamente se destruyen para liberar el espacio para una soja tardía, última ficha de la campaña en curso.
Los demás
En todos los departamentos del centro norte santafesino, la siembra continuó siendo la labor con más actividad realizada durante un par de jornadas, con la implantación de sorgo forrajero, sorgo granífero, algodón y soja tardía.
En el caso de la oleaginosa, las intenciones de siembra se estimaron en 580.000 ha, con un incremento del 8 % en comparación a la superficie alcanzada la campaña pasada. En el período se logró un progreso del orden del 70 %, que representó aproximadamente unas 406.000 ha, con un adelanto intersemanal de 15 puntos y de 27 menos, al de la campaña anterior, para ambos intervalos.
Muchos lotes de primera ni siquiera sirven para picar y directamente se destruyen para liberar el espacio para una soja tardía, última ficha de la campaña en curso.
La realidad de los girasoles no varió, la cosecha se realizó de manera normal y con buen ritmo de avance. Los rendimientos continuaron siendo bajos, de 6 a 8 qq/ha, en los lotes muy afectados por la falta de agua durante el transcurso de su ciclo. En la parte norte del departamento General Obligado, se observaron los mejores cultivares, dado que allí ocurrieron precipitaciones más regulares y de mayores montos. Las plantas mostraron menor desarrollo en las estructuras y en el tamaño de los capítulos, lo que afectaría directamente el componente rendimiento. En los sembradíos donde las precipitaciones fueron más abundantes y la etapa fenológica del cultivo al momento de la ausencia de precipitaciones, no era crítica, los rendimientos promedios oscilaron entre 10 a 18 qq/ha.
El algodón finalizó el proceso de siembra, pero no escapó a la realidad ambiental enunciada en los informes anteriores y continuó el desarrollo de las plantas que, a la fecha, se las observó con menor estructura en comparación a la campaña anterior y en algunos lotes, su número por metro lineal fue menor, dado algunos inconvenientes en la germinación. Durante el período se aprovechó la humedad originada por las precipitaciones de las semanas anteriores, para la realización de aplicaciones de herbicidas e insecticidas, como así también de fertilizantes post emergencia, principalmente nitrogenados En cuanto a las plagas, se observó el ataque de trips, presencia habitual, dadas las condiciones ambientales ocurridas.
Muchos lotes de primera ni siquiera sirven para picar y directamente se destruyen para liberar el espacio para una soja tardía, última ficha de la campaña en curso.
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