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La toma se inició el viernes 27 de abril y, luego de fuertes cruces, los dueños y el gremio se sentarán en el Ministerio de Trabajo el próximo martes 8 de mayo.
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La situación de la fábrica de cosechadoras Vassalli Fabril S.A. de Firmat, que desde el viernes 27 de abril se encuentra tomada por el personal, podría destrabarse en una audiencia que tendrá lugar en el Ministerio de Trabajo el próximo martes 8 a las 10 de la mañana. Mientras tanto, los empleados sostendrán la modalidad de “custodia de bienes” para evitar el vaciamiento.
Así lo reveló el intendente de la localidad santafesina, Leonel Maximino, tras participar de un “encuentro informal” entre las partes en conflicto el jueves 3 de mayo en Rosario, donde también estuvo presente el Ministro de Trabajo de la provincia Julio Genesini.
En la audiencia de la semana próxima, “la empresa va a presentar una propuesta, en base a algunas cuestiones que se hablaron, para ver cómo sigue esto adelante”, dijo el intendente en declaraciones al portal Firmat24 y aclaró que el planteo del gremio ( “que nosotros acompañamos y avalamos”, dijo) es que los empleados reciban una propuesta de pago antes de seguir negociando. En promedio, según el funcionario, la deuda con cada uno sería de $ 90.000 a $ 100.000.
Maximino indicó que “la empresa va a seguir custodiada por los empleados” hasta que se realice la asamblea y según lo que surja de ese encuentro definirán los pasos a seguir.
El mismo día del encuentro en Rosario, la firma Vassalli Fabril SA nombró a Luis Cagliari como nuevo CEO. Desde la firma indicaron que la designación es un primer paso para la reconversión de la empresa, con el objetivo de lograr rápidamente una profesionalización del management y poder así integrar a inversores internacionales que han mostrado interés en Vassalli, tanto por la calidad de sus productos como así también por su trayectoria de innovación.
“Vassalli es un gran desafío personal. Tiene producto, tecnología y mercado nacional e internacional. Ahora llegó el momento de que un nuevo management integre la empresa al mundo”, dijo Cagliari, que proviene del sector metal mecánico y que cuenta con una amplia experiencia como manager profesional y también en consultoría de empresas.
En los días previos al nombramiento de Cagliari se produjeron fuertes cruces entre el presidente del directorio, Néstor Girolami, y los representantes de los trabajadores. El propietario, en declaraciones a FM Estación Isla Verde (Córdoba), responsabilizó al gremio por el agravamiento de la situación que a traviesa la firma, que -dijo- se encuentra en un “cuello de botella” que torna “imposible” saldar las deudas contraídas con el personal y los proveedores.
Y agregó que la decisión de los empleados de paralizar la fábrica impidió la entrega de ocho cosechadoras y el cobro del dinero con el cual podría encaminarse la situación. “Si no producimos no funcionamos y no va a venir ningún comprador porque, hoy por hoy, así la empresa es inviable”, sentenció.
La crisis se precipitó el viernes 27 de abril, cuando de Vassalli iniciaron una toma pacífica de la planta por tiempo indeterminado para custodiar los bienes de la empresa, ante la sospecha de vaciamiento.
Luego del fin de semana largo, el jueves 3 de mayo se realizó una reunión en la ciudad de Rosario, de la que participaron las partes en conflicto, así como el intendente de Firmat, Leonel Maximino, y el Ministro de Trabajo de la Provincia, Julio Genesini. Maximino relató que “la idea fue acercar las partes” en medio del conflicto entre los trabajadores y la patronal.
El mandatario resaltó la “buena predisposición” de parte de Cagliari y remarcó que “la empresa va a presentar una propuesta para ver cómo seguir adelante”. También indicó que “el gobierno avala que antes de comenzar una negociación, los trabajadores reciban una propuesta de pago”.
Vassalli es la principal fábrica de cosechadoras y a fines del año pasado despidió a 127 personas, aunque la provincia dictó la conciliación obligatoria que terminó en el retiro voluntario de 52 empleados. El pago se iba a realizar en dos cuotas, pero sólo se efectivizó el primero, quedando una deuda de unos 150 mil pesos.
Además, los empleados de la planta están cobrando una parte del sueldo en efectivo y el resto en cheques, que fueron rebotados.