“Estamos solos”, se lamenta Ernesto Peluffo, productor ganadero de la zona de Mercedes. En diálogo con Campolitoral, este veterano de la guerra de Malvinas reconoce que el fenómeno natural se fue de las manos, y que los recursos del Estado no están a la altura de las circunstancias.
Los productores hacen lo que pueden, y se comprometen en la lucha contra le fuego. Es que más allá de las cuadrillas de bomberos y voluntarios, tienen que transformar sus camionetas en autobombas improvisadas, ya que en muchos casos, el fuego llega hasta las casas.
En la tarde de ayer, Peluffo tuvo que sacrificar una majada de ovejas que agonizaban luego del paso inclemente de las llamas.
Al día de hoy, la crisis es productiva, ambiental y social. Y como si fuera poco, los pronósticos climáticos desalientan alguna expectativa de lluvias que permita revertir la situación.
Las entidades de la producción realizaron un trabajo preliminar para ponerle cifras al daño. Se analizaron 3 parámetros en cada cadena: el daño directo a la producción; el daño estimado/eventual; y el daño a la infraestructura.
Para la actividad citrícola, el monto asciende a $ 1.800 millones, por pérdida de acceso a los mercados por mala calidad (calibre de fruta).
En la actividad arrocera, la cifra estimada era de $ 4.968 millones. Pérdidas de mercados por mala calidad del grano (todo quebrado). Peligra el 65% de la superficie para la próxima campaña.
A nivel forestal, le número se estima en $ 6.000 millones. El cálculo anterior es sobre 10.000 has. quemadas, dato muy desactualizado. Las plantaciones jóvenes están muy comprometidas.
Para la producción yerbatera, el estimado es de $ 3.200 millones. Aún es incuantificable determinar la gran cantidad plantas se están secando y muriendo.
En la ganadería, se aproxima un estimado de $ 3.575 millones. $ 5.211 sólo estimando una mortandad del 1,5% superior al promedio normal y sin considerar los mayores gastos para contener la situación, ni el diferencial negativo de precios por venta forzada.
A nivel de infraestructura, el daño es transversal a todas las cadenas, representado principalmente en la reconstrucción de alambrados, por un monto de $ 1.575 millones. Lo que arroja un total aproximado de $ 26.329 (veintiséis mil trescientos veintinueve millones de pesos).
Por último, mencionaron la preocupación por el daño imposible de cuantificar que está sufriendo el ambiente y la biodiversidad en vastas zonas protegidas y de reservas.
Hoy, ya son más de 600 mil hectáreas incendiadas. Desde las entidades reclaman la presencia del Ministro de Medio ambiente y del Presidente de la Nación.