Tiene que ganarle a Colón y esperar los otros resultados
Como en 1977, la "T" sueña con jugar otra final de AFA
Tanto Banfield, que enfrenta a San Lorenzo, como Gimnasia que juega con los tucumanos, tienen chances de quedarse con el "1" para definir con Boca. El recuerdo de ese equipazo '77 aunque la final se jugó en 1978.
Como en 1977, la "T" sueña con jugar otra final de AFA
Domingo 10.1.2021
/
Última actualización 16:06
Las cuentas de Talleres son claras: tiene ocho puntos, uno menos que Banfield, con quien iguala no solo en la diferencia de gol, sino también en los tantos a favor y en contra, los otros criterios de desempate según el reglamento de la Liga Profesional. Por eso, en caso de conseguir un triunfo debería esperar que el "Taladro" no le gane a San Lorenzo, mientras que si suma un empate podría cuadrar la diferencia de gol, siempre y cuando Banfield pierda y Gimnasia (7) no le gane de local a Atlético Tucumán.
En cuanto al once titular, Nahuel Tenaglia volverá a ser zaguero central en Talleres, de cara al compromiso trascendental de este domingo a las 21.30 ante Colón, en busca de la final de la Copa Maradona, según lo determinó el DT Alexander Medina. Se especulaba con el ingreso de Javier Gandolfi o del ecuatoriano Piero Hincapié, luego de que se conociera la sanción sobre Juan Cruz Komar, con cinco tarjetas amarillas. Entonces finalmente estará Augusto Schott de lateral derecho para que Tenaglia sea zaguero.
Fue el ex DT albiazul Juan Pablo Vojvoda quien supo consolidar a Tenaglia en la zaga, incluso en Copa Libertadores frente a San Pablo por ejemplo. Después regresó a esa posición y más después del préstamo de Leonardo Godoy. ¿Y Federico Navarro? El volante presenta una molestia física aunque llegaría en condiciones para jugar. Mismo panorama para Tomás Pochettino.
Talleres, que sueña con volver a jugar una final de un torneo de AFA como en esa temporada 1977, se instaló desde el viernes en Santa Fe y ayer entrenó en Casasol, el predio de Unión.
Esa recordada final del Torneo Nacional de 1977 se disputó el 25 de enero de 1978. Independiente jugaba ante Talleres en Córdoba. El partido estaba 1 a 1, idéntico resultado se había dado en la ida en Avellaneda, cuando a los 25 minutos del segundo tiempo Ángel Bocanelli puso en ventaja a los locales. Para el árbitro fue con la cabeza, para los del Rojo fue con la mano. Todo se descontroló: los jugadores de Independiente le reclamaron con vehemencia al juez del partido. Enzo Trossero, Rubén Galván y Omar Larrosa fueron expulsados. El resto del equipo de Independiente quería dejar la cancha. Pero José Pastoriza los frenó: "No se vayan, jueguen, jueguen, sean hombres, se puede ganar", les dijo su director técnico.
El entrenador metió inmediatamente en la cancha a Daniel Bertoni y a Mariano Biondi. A los 38 minutos de la segunda parte, los dos que habían entrado armaron la jugada que Ricardo Bochini definió para poner el definitivo empate 2 a 2. Ante la igualdad de goles en la serie, Independiente se consagró campeón por tener más goles de visitante.
Ya se había consumado la hazaña y el héroe, que ese día cumplía 24 años, decía llorando: "Yo era de los que se querían ir de la cancha. Pensé que todo estaba perdido, pero seguimos luchando y conseguimos nuestro objetivo. Este es un momento de felicidad que nunca me voy a poder olvidar". Tenía razón: cuarenta años después Bochini sigue recordando esa noche cordobesa: "No me voy a olvidar más ese partido, me acuerdo todo. Ese fue el momento más glorioso de mi carrera, más que el gol a la Juventus en la intercontinental, más importante que el Mundial, más importante que todo. Por todo lo que significó, por las circunstancias, no hay otro partido más importante en la historia del fútbol argentino", aseguró el Bocha con el correr de los años.
El día del partido decisivo, la ciudad de Córdoba era una fiesta con los colores de Talleres. En el Barrio Jardín, hogar del estadio de la "T", todo era blanco y azul: las veredas, los árboles y los autos. Todo estaba pintado o embanderado con los colores del equipo local.
Dentro de los que alentaban por los locales, no había solamente camisetas de Talleres, sino también de muchos clubes del interior. Incluso de rivales de la ciudad como Belgrano e Instituto. Todo Córdoba, todo el Interior hacía fuerza por Talleres. Unas 25 mil personas colmaban el estadio.
Entre ellos, sólo se podía ver un pequeño grupo de hinchas con la camiseta de independiente. Pero la fiesta terminó siendo roja. Los hinchas del equipo de Avellaneda rompieron el alambrado para entrar a la cancha a dar la vuelta con los jugadores, mientras que la gran hinchada cordobesa se fue en silencio por las calles.