Este domingo 24 de septiembre, Alejandro Almirón salió directo a Grecia para correr el Spartathlon, que se llevará a cabo el sábado 30. La largada será a las 7:00 horas (1:00 en Argentina) desde la base de la Acrópolis en Atenas hasta Esparta, un total de 246 kilómetros.
Todos los amantes maratonianos desean realizar este ultramaratón, pero sólo 300 son los que corren, emulando la hazaña de Filípides: uniendo Atenas y Esparta, con un plazo máximo de 36 horas para completar el recorrido. Hay mezcla de asfalto y senderos de montaña, terrenos que no son aptos para todos los corredores.
"Si sacás la cuenta, las zapatillas duran mil kilómetros, así que prácticamente estuve consumiendo un par de zapatillas por mes para entrenar", contó Almirón.
El odontólogo entrenó intensamente durante varios meses para participar. La competencia es extremadamente dura, y a pesar de la exigencia, Almirón la terminó en todas sus participaciones anteriores y espera hacerlo en esta ocasión.
¿Cómo fue tu preparación?
- Con tamaño recorrido, uno tiene que entrenar muchísimo, mucho volumen de kilómetros; estuve corriendo más o menos 200 kilómetros por semana. Hubo fines de semanas, donde un sábado corrí 8 horas seguidas, todo en gran escala, pero bueno, estoy bien preparado, gracias a Dios.
¿Cuánto hace que venís entrenando?
- Empecé en marzo, así que para tener una idea, mis últimos 40 sábados desde marzo hasta ahora los ocupé corriendo.
¿ Me imagino que esto obliga a dejar muchas cosas de lado?
- Tal cual, uno tiene que relegar muchas cosas, reuniones familiares, reuniones con amigos, un montón de otras actividades para estar dentro de este objetivo, que realmente es un desafío muy grande a nivel mundial, es la fórmula 1 de la disciplina a nivel planeta. Tiene una repercusión muy grande, porque es seguida en vivo por muchos medios internacionales.
¿Qué hace que la carrera sea tan dura y especial?
- Es una ultradistancia, hay que recorrerla en 36 horas, pero tiene topes de corte, hay 75 puntos de corte, o sea uno tiene que pasar por tal kilómetro a tal hora porque si no queda eliminado de la carrera, estás obligado a hacer todo al trote, todo corriendo, comer, no podés parar. Por eso es tan dura, nos convocan a los 300 mejores corredores rankeados en el mundo y tiene una tasa de abandono de más del 50%, de gente que está extremadamente preparada, lo mejor en la ultradistancia mundial y así todos terminan menos de la mitad.
¿Tu objetivo cuál es?
- Obviamente llegar, tener un cuarto finisher. Argentinos hay dos nada más, que han terminado cuatro veces en el Spartathlón, yo soy uno. Así que ya nos ponemos en un grupo demasiado selecto y la idea es mantenernos ahí.
¿Tu mamá te acompañó una vez?
-El año pasado hice un esfuerzo enorme y la llevé a mi mamá porque quería que vea lo que era. Fue algo que me partió la cabeza porque cuando la competencia terminó - llegás a Esparta, la gente sale a la calle y a los lejos en la avenida hay una estatua que tiene como 5 metros de alto y se le besa los pies al rey en agradecimiento porque apostó su ejército - entonces cuando iba por la avenida, doblé esa esquina y la vi a mi vieja al fondo abriendo los brazos, se me vino la imagen de cuando uno recién aprende a caminar y vas a la seguridad en los brazos de tu mamá, eso es lo que yo sentí en ese momento, la verdad que ahí me mató.
El "Spartathlon” es un súper maratón histórico que tiene lugar a finales de septiembre de cada año en Grecia.
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