El Litoral / LaNacion.com
El sudafricano derrotó al estadounidense por 7-6 (8/6), 6-7 (5/7), 7-6 (11/9), 4-6 y 26-24.
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Después de seis horas de partido, en el All England ya casi no hay dos grupos de hinchas. ‘Vamos cualquiera de los dos‘, grita uno de los miles de espectadores en el Court Central de Wimbledon. La escena se repite por enésima vez en un quinto set maratónico de un trámite maratónico: saca John Isner y sostiene; saca Kevin Anderson y sostiene.
El público se impacienta. Los protagonistas están agotados. La umpire Marija Cicak no bajo de la silla ni siquiera para ir al baño. El único que se mantiene inquieto es Justin Gimelstob, el entrenador de Isner, de gestos ampulosos en el box del estadounidense. Se festeja cada vez que uno de los dos se pone 0-15 en el game del otro hasta que Isner convierte en una costumbre remontar una desventaja inicial de dos puntos en cada uno de sus servicios, ace tras ace, bomba tras bomba.
De repente se convierte en un duelo caótico. Isner erra una volea fácil y Anderson lo imita. Uno de los alcanzapelotas se le cruza al estadounidense en medio de un punto. El sudafricano se resbala y, diestro, devuelve con la zurda en un rally que terminó ganando. El estadio celebra un punto inolvidable en un partido que de inolvidable tuvo poco, más allá de haber quedado en la historia.
Ambos dominaron desde el saque y, principalmente, su derecha: Isner sumó 53 aces y 129 winners, mientras que Anderson acumuló 49 aces y 118 winners. El estadounidense duplicó los errores no forzados del sudafricano, una diferencia determinante en el desenlace: fueron 59 de Isner contra 24 de Anderson.
Fue otra maratón. El segundo partido más largo alguna vez disputado en Wimbledon, con un protagonista conocido en largas batallas sobre el césped como Isner. En 2010, tres días duró su encuentro, producto de la extensión del juego y del mal tiempo, con el francés Nicolas Mahut. Fue victoria para el estadounidense por 6-4, 3-6, 6-7(7/9), 7-6(7/3) y 70-68. En total, 11h5m. Fue en la cancha 18 del All England, donde se colocó una plaqueta conmemorativa al match más largo de la historia del tenis.
Ahora le tocó perder, nada menos que por las semifinales y en la cancha central, donde podría colocarse otra plaqueta en su honor. El vencedor fue Anderson (8°), el verdugo del suizo Roger Federer (1°) en los cuartos de final. En un partido para el recuerdo, Anderson se impuso por 7-6 (8/6), 6-7 (5/7), 7-6 (11/9), 4-6 y 26-24, en 6h36m.
Isner-Anderson superó al tercer encuentro más extenso en el All England, celebrado en 2012 en el que el croata Marin Cilic se impuso al norteamericano Sam Querrey por 7-6, 6-4, 6-7, 6-7 y 17-15, de 5h31m. También superó a la contienda entre Fabrice Santoro y Arnaud Clement en Roland Garros 2004, hasta hoy el segundo más extenso en un Grand Slam con 6 horas y 33 minutos.
En la final, este domingo, en busca de su primer título de Grand Slam, Anderson se medirá con el ganador de Rafael Nadal y Novak Djokovic. El sudafricano deberá recuperarse después de disputar más de once horas en sus últimos dos encuentros.