Lunes 25.10.2021
/Última actualización 11:41
Angel Cappa no olvida aquello que ocurrió en la lluviosa tarde del 5 de julio de 2009 en cancha de Vélez. Al Huracán de Cappa, el del tiki tiki que tenía entre sus jugadores al actual técnico de Colón, Eduardo Domínguez, le bastaba con el empate para ser campeón. Había sido el mejor equipo del torneo, pero una actuación muy polémica de Gabriel Brazenas ?fue el último partido que dirigió- lo privó de dar la merecida vuelta olímpica. Esa tarde, la zaga central que puso Cappa fue Domínguez-Goltz, ni más ni menos. Y él habla en Madrid con El Litoral de ellos, de lo que pasó ese día y de la realidad del fútbol argentino y mundial.
Cappa mantiene casi la misma fisonomía, desde el aspecto físico, que en aquélla oportunidad. Unos años más, claro. Y un recuerdo que "me provoca mucha tristeza", pero que él mismo se encarga de asumirlo desde su óptica. "El fútbol es tramposo y corrupto", tira Cappa con firmeza y fiereza en el mano a mano exclusivo con El Litoral. "Mirá, ya desde el '34, unos años más tarde de la implementación del profesionalismo, que hay denuncias y sospechas de corrupción en torno al fútbol", dice este hombre que hace 46 años que vive en Madrid, aunque el fútbol lo ha llevado por varios lugares del mundo, entre ellos a la Argentina.
En la extensa entrevista con El Litoral, en un bar en el que cuenta una linda anécdota que tuvo una vez con Federico Luppi. "Vos sabés que él vivía acá cerca y una vez me lo encuentro en este barcito. Yo lo miraba y él me miraba. ¿Es o no es?, me preguntaba... ¡Y era, nomás!... No me olvido más de ese hecho, porque siempre me pregunté cómo no le fui a preguntar si estaba o no en lo cierto", cuenta entre carcajadas.
"El fútbol es un negocio... Es lo que decía Galeano, cuando señalaba que el fútbol está haciendo el triste viaje del placer al deber... Y yo creo que a ese viaje ya lo hizo, ya lo terminó", es una de las decenas de reflexiones que tira Cappa, quien fiel a su estilo muy vinculado al "menottismo", habla del tan mentado resultadismo: "Resulta que parece ser que ganar es una obligación y no una posibilidad... Vende el que gana, el que va primero, y el que sale segundo es un idiota porque no vende, sólo vende el primero".
Fino observador y pesimista con relación al futuro, dice que "el fútbol que veremos será mucho peor que el de ahora... Estará dominado por la tecnología, por mediciones... Y el fútbol no es cuantificable... Se miden la cantidad de pases acertados y errados de un jugador, pero no se mide la calidad de esos pases... Vamos a un fútbol de números y no de conceptos", señala.
El Litoral El experimentado entrenador, exponente de toda una filosofía de juego, que defiende a ultranza, dialogó extenso con el periodista de Diario El Litoral.El experimentado entrenador, exponente de toda una filosofía de juego, que defiende a ultranza, dialogó extenso con el periodista de Diario El Litoral. Foto: El Litoral
"Vivimos en una sociedad capitalista, que todo compra y vende... Los verdaderos dueños del fútbol, que son los hinchas y los socios, han sido desplazados por los grandes empresarios... Los grandes jeques, multimillonarios, son los dueños de los clubes acá en Europa, y la gente se ha convertido en clientes, dejaron de ser los hinchas o simpatizantes del club", completa Cappa en la larga entrevista con El Litoral en Madrid.
Cuenta que nunca lo llamaron de Colón o de Unión pero que le hubiese encantado dirigir en Santa Fe. Recuerda con mucha nitidez el partido inicial de la era Menotti, cuando su primer "9" fue la Chiva Di Meola y habla del campeonato de Colón: "Yo no veo fútbol argentino porque acá no lo pasan, salvo algunos partidos muy puntuales. Leo mucho, me interiorizo y hablo con mis amigos. Y mis amigos, empezando por el Flaco Menotti, Rubén Rossi y el profesor Signorini, me dijeron que Colón jugaba muy bien, así que no me sorprendió. Ví algún partido que otro en diferido. Y me gustó".
El Litoral publicará en breve una producción multimedias con esta entrevista extensa y en exclusiva con Angel Cappa. Sus conceptos, sus críticas, sus sospechas, su tristeza por aquel torneo perdido y esta actualidad en Madrid, lejos en kilómetros de su patria pero cerca de su fútbol.