En el calor de Miami, con mucho de "compromiso" y con los Lionel afuera
El Hard Rock será testigo del último partido del grupo. Salvo una catástrofe, Argentina está clasificada primera y ese lugar no corre peligro. Perú necesita de un milagro. Arranca a las 21 de nuestro país.
En el calor de Miami, con mucho de "compromiso" y con los Lionel afuera
El calor de Miami es infernal, casi como el de enero en cualquier ciudad argentina. Pero si al calor le agregamos humedad y mosquitos, Miami es Santa Fe. Y si, además, sumamos tantos santafesinos que caminan por la Collins o por las blancas arenas de Miami Beach, parece como que “estamos en casa”.
La selección completa el grupo y si el equipo se termina confirmando, habrá nueve cambios si tomamos como referencia el partido en New Jersey. Apenas Dibu Martínez –cada día más parecido a Fillol en aquello de no largar el arco por nada del mundo- y Tagliafico mantienen su lugar.
Después, hay jugadores que han sabido ser titulares. Y algunos de ellos indiscutibles en otros tiempos, caso Otamendi, Paredes, Lautaro Martínez y Angel Di María, que tiene bien ganada la cinta de capitán para este partido con los peruanos. Pero aparecen Montiel, Pezzella, Ezequiel Palacios y posiblemente dos jugadores en los que se asienta el futuro de la selección, como Garnacho y Carboni.
Hay cierta ansiedad y expectativa por ver a los dos. Son jugadores que se hicieron en Europa, donde se habla mucho más de Garnacho que de Carboni. Representan, con otros, el futuro que inexorablemente se viene. Lisandro Martínez también forma parte de este proceso de readecuación.
Ya Otamendi, Di María y el mismo Messi empiezan a ver muy cerca el horizonte definitivo del final, al que llegarán con toda la gloria a cuestas. Y con otros pasará lo mismo. El paso del tiempo obliga al recambio. El mismo Messi lo padece, porque estas lesiones (cinco en total, entre 2023 y lo que llevamos de 2024) lo han postergado como casi nunca había ocurrido con él, dejando así en claro que “en el fondo, se trata de un ser humano”, por más que juegue al fútbol como un extraterrestre.
No cambiará ni la idea ni tampoco el esquema. Se mantendrá el 4-3-3, la presión constante, el dominio del juego a través de la posesión de la pelota y el interés propio de ver a un equipo en el que hay varios jugadores que se mostrarán ante el técnico para empezar a golpear la puerta de la titularidad.
Será raro este partido sin los Lionel. Ni Messi adentro de la cancha ni Scaloni afuera por una sanción que parece exagerada, pero que se ajusta a lo reglamentario. El artículo 45 de la Conmebol establece que si se entra tarde, primero habrá una advertencia y luego una suspensión. El equipo entró tarde al segundo tiempo con Canadá (casi cuatro minutos y con los canadienses adentro del campo de juego); y también tarde al segundo tiempo con Chile (al igual que ellos y también por eso fue sancionado Gareca). Scaloni, “a lo Gallardo en aquella Libertadores”, deberá verlo desde afuera.
Enfrente, Fossati y una patriada casi imposible. Tiene que ganar, hacerlo por una buena diferencia y esperar que el resultado de Canadá-Chile ayude. Si Canadá gana, clasifica; si empatan, hay posibilidades para los peruanos; y si gana Chile, se complica también, porque los chilenos juegan una final y su clasificación depende de ellos.