El gobierno de Australia considera que la presencia del número 1 del tenis mundial, Novak Djokovic, durante las dos semanas del Abierto de ese país en Melbourne supone un riesgo para "el orden civil y la salud pública", lo que justifica su deportación, aún bloqueada por la justicia.
Las autoridades federales australianas acusan al serbio de "alimentar el sentimiento antivacunas y despreciar las reglas vinculadas al Covid-19" en la presentación realizada ante el tribunal, que fue revelada por el periódico local The Age.
El ministro de Inmigración, Alex Hawke, que decidió este viernes revocar la visa del tenista, describió a Djokovic como un “individuo no vacunado de alto perfil”, que ha indicado públicamente su oposición a recibir la inyección, y muestra “aparente desprecio” por las normas para combatir la pandemia.
“Dado el estatus de alto perfil del Sr. Djokovic y su posición como modelo a seguir en la comunidad deportiva y en general, su presencia continua en Australia puede fomentar un desprecio similar por los requisitos de precaución luego de recibir una prueba positiva de Covid-19 en Australia”, escribió Hawke.
“En particular, su comportamiento puede alentar o influenciar a otros a emular su conducta anterior y no cumplir con las medidas sanitarias apropiadas luego de una prueba positiva de Covid-19, lo que en sí mismo podría conducir a la transmisión de la enfermedad y un riesgo grave para su salud y la de otros″, argumentó.
El estado de Victoria, al que corresponde la ciudad de Melbourne, sede del Abierto de Australia, registró en las últimas 24 horas un total de 25.526 nuevos contagios y 23 muertes por el coronavirus.
Djokovic, de 34 años, quedó nuevamente detenido este viernes por la noche (sábado en Australia) a la espera que la justicia federal, a la que se derivó su caso, resuelva sobre si podrá o no permanecer en el país para jugar el primer Grand Slam de la temporada, que empezará el lunes.
Una audiencia decisiva entre los jueces y las partes tendrá lugar mañana desde las 19:30 de Argentina.