El pasado martes por la noche, luego de que las categorías 2016 de Julio A. Roca de Merlo y Bernardino Rivadavia de Haedo disputen la semifinal de la Copa de Campeones de la Liga Argentina de baby fútbol, padres y allegados de los niños de 7 se pelearon a piñas y patadas.
Los insultos y golpes ocurrieron frente de los pequeños jugadores que, como podían, intentaban huir de la cancha ante la violencia desatada.
El hecho ocurrió en el Club Malvinas Argentinas, institución que cedió las instalaciones como entidad neutral. Cristian Fernández, vicepresidente de la Liga, contó que una vez finalizado el encuentro, que ganó Rivadavia, comenzaron los incidentes.
La gresca tuvo su origen luego de que dos niños de otra categoría se pelearan en el buffet del club. “Un padre intercedió, los separó y cuando llegó una mamá su hijo le dijo que el hombre lo había golpeado. Ahí empezó todo”, relató el dirigente.
Leandro, el padre del niño golpeado, dijo que su hijo se acercó llorando y le contó que el abuelo de otro chico lo había golpeado en la cara: “Todo empezó porque un hombre le levantó la mano a mi hijo”.
El tumulto se hizo cada vez más grande y se sumaron a la pelea otros adultos. Eran padres y madres del club Rivadavia contra los de Roca y viceversa. Consultado si un adulto golpeó a un menor, Fernández dijo que al menos por ahora “no hay ninguna denuncia formal de que eso haya sucedido”, como así tampoco de que haya habido disparos en las afueras del Malvinas Argentinas.
Mirá tambiénVideo: brutal batalla campal entre la policía de Chaco y manifestantes tras la desaparición de un jovenEn la trifulca también intervinieron algunos dirigentes, por lo que una vez analizados los cinco informes sobre lo sucedido -dos confeccionados por los árbitros, dos escritos por cada uno de los clubes involucrados y uno hecho por la institución donde ocurrieron los incidentes- la Liga podría tomar decisiones más determinantes con los equipos, como la quita de puntos. “Por ahora, ambos clubes fueron descalificados de la final de la Copa”, agregó Fernández.
“Lamentablemente, la violencia está implementada en el baby fútbol”, se lamentó Fernández y atribuyó la responsabilidad a los padres de los jóvenes jugadores y a los dirigentes por este tipo de violentos incidentes.
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