Domingo 18.12.2022
/Última actualización 23:01
Una multitud de fanáticos de la Selección Argentina de todas las edades iniciaron los festejos en el Obelisco, en Palermo, y en las calles de toda la ciudad de Buenos Aires tras el triunfo de la Selección en la final del Mundial de Qatar contra Francia por penales.
Al igual que en otras ocasiones, la Ciudad tuvo un trajín llamativo: corridas en la mañana para poder comprar lo que faltara; después las calles y veredas desiertas; más tarde, los gritos en cada casa y departamento; y el festejo final, desde ventanas, balcones y dándole vida nuevamente al espacio público.
La pantalla gigante montada en la Plaza Seeber se convirtió en uno de los puntos de concentración tanto de vecinos porteños como bonaerenses, al igual que turistas que se vieron disfrutando del folklore futbolero argentino en una de las jornadas más importantes.
Crédito: REUTERS/Martin VillarSaltos de alegría, llantos y abrazos pudieron verse en las cercanías del monumento. En un abrir y cerrar de ojos, Corrientes y 9 de Julio, cruce icónico de la Ciudad de Buenos Aires, tuvo decenas de miles de hinchas celebrando.
Banderas, camisetas, botellas cortadas llenas de fernet con coca, canciones de cancha: el Obelisco se vio rodeado de argentinidad en su más plena expresión.
Crédito: REUTERS/Agustin MarcarianTreinta y seis años después las calles de la Ciudad volvieron a vibrar por la pasión y la felicidad gracias a que la Selección argentina puso a la bandera celeste y blanca en lo más alto.
Crédito: REUTERS/Martin Villar