El Litoral
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El “Pipa” superó con éxito la revisión médica en una clínica porteña y motivó otro enojo más en la dirigencia de River, que envió un escribano a constatar el acto. Luego, el ex Colón fue a entrenar como si nada.
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Todos en River se quejan, en Colón nadie habla, Pedro Aldave —representante del jugador— se llamó a silencio también y Lucas Alario es el hombre del momento. Que a pesar del enojo de la dirigencia del “Millo” (enviaron un escribano a constatar la revisión médica), se presentó a entrenar ayer a la tarde “como si nada”, en lo que para muchos pudo ser su última práctica en River Plate. Lo que logró chequear El Litoral es que la rodilla de Lucas Alario, motivo de polémica en algún momento cuando pasó de Colón a River, no presentó dificultades para los médicos que llegaron especialmente por este tema desde Alemania.
El delantero apareció ayer al mediodía en la Clínica Rossi para realizarse la revisión médica bajo la atenta mirada de dos médicos que envió Bayer Leverkusen de Alemania. Era el paso previo para despejar dudas: ahora sí el club estaría dispuesto a desembolsar los 24 millones de euros brutos para ejecutar la cláusula de rescisión del delantero, quien ya manifestó que la propuesta lo seduce, tras dos años formidables en River, en los que anotó 41 goles en 82 partidos y consiguió cuatro títulos.
Vestido con un jean azul oscuro, remera blanca, zapatillas grises y gorra negra, Alario volvió a optar por no hablar a la salida de la clínica, se subió a un auto negro y partió hacia el predio de Ezeiza, donde luego entrenó con el plantel. Incluso allí, donde los suplentes de River jugaban contra Aldosivi de Mar del Plata, el “Pipa” se confundió en un abrazo con Fernando Telechea, recordando que fueron compañeros en el ascenso con la camiseta de Colón.
La misión de los médicos alemanes era poder comprobar que el futbolista se encuentra en condiciones, especialmente en su rodilla izquierda, aquella en la que River detectó anomalías que retrasaron su pase desde Colón y terminó derivando en la compra de un porcentaje inferior al inicial establecido —era 50% y pasó a ser 30%, con la compra de otro 30% al año siguiente— gracias a la insistencia de Marcelo Gallardo para adquirirlo.
Claro que todo ésto no se realizó en buenos términos: River no autorizó la revisión médica, envió un escribano para constatar lo que ocurría y los dirigentes no descartan demandar a Pedro Aldave, representante del jugador, y al club, que envió desde Alemania al manager deportivo Jonas Boldt, un abogado y un traductor para cerrar la operación.
La intención de Leverkusen es clara por estas horas: al pasar sin problemas la revisión, buscarán acelerar a fondo por el “Pipa”, ya que el delantero finlandés Pohjanpalo está lesionado y no jugará por un mes. Hoy, el turco Admir Mehmedi y Kevin Volland son los titulares, mientras que Stefan Kiessling y el jamaiquino Leon Bailey son los suplentes.
“Estamos en un final abierto”, dijo Aldave el domingo. Ahora, el problema pasará por cómo se desarrolla la negociación. Como River posee el 60 por ciento del pase de Alario y los derechos federativos, ayer tomó fuerza la versión de que los alemanes negociarían con Colón, dueño del 40 por ciento de la ficha, la posibilidad de abonar menos. ¿Cómo se daría? La institución sabalera resignaría parte de los 7,2 millones de euros que le corresponden por la cláusula —devolverían una parte— para que Leverkusen pague menos y así cerrar la operación en el presente mercado de pases, ya que el libro cierra el próximo jueves.
¿Por qué Colón aceptaría esta maniobra? Muy simple: luego del 30 de junio de 2018, si el joven de 24 años no es vendido, el Millonario podrá comprarle ese mismo 40 por ciento en apenas 1.6 millones de dólares
Al mismo tiempo que Alario se presentó ayer por la tarde a entrenar en el predio de Ezeiza y realizó tareas regenerativas junto a sus compañeros, en el club el presidente, Rodolfo D’Onofrio, se reunía con algunos pares de directiva para seguir de cerca el tema. Asimismo, el secretario técnico, Enzo Francescoli, también fue al predio de Ezeiza para charlar con el delantero y con el entrenador Marcelo Gallardo, quien ya había anunciado su preocupación por la salida de Alario cuando el equipo está en plena competencia de Copa y torneo local.
El Muñeco, que ya perdió a su otro goleador al final del semestre pasado cuando el Zenith pagó la salida de Driussi, tiene a dos delanteros lesionados: Marcelo Larrondo, por una lesión crónica en la rodilla, y Rodrigo Mora, que por una operación en la cadera no se sabe cuándo vuelve a entrenar.
41 goles en 82 partidos
Lucas Alario, hoy delantero irreemplazable en River Plate, llegó para jugar la semifinal de la Copa Liberadores a mediados del 2015 y rápidamente se adaptó al club, en el que convirtió 41 goles en 82 partidos, y dejará en el club ganancias económica por unos 8 millones de euros, tras haber invertido unos 2,5 millones de dólares.
Desmienten cumbre Vignatti-D’Onofrio
En medio de tantos trascendidos, rumores y comentarios, los medios capitalinos que siguen el día a día de River deslizaron que “D’Onofrio está reunido ahora en Buenos Aires con Vignatti para ofrecerle la misma plata que le ponen los alemanes por el 40 por ciento de Alario”.
Mientras se hablaba que Vignatti estaba con D’Onofrio en Buenos Aires, el mismo presidente junto a Eduardo Domínguez consumieron el lunes observando el cotejo de reserva contra Rosario Central.