Beto Tardivo: "A Godano lo tuve de jugador; hacía lo que podía, pero lo hacía bien"
Vivió con dolor el descenso de Colón, dijo que colaboró pasando datos de jugadores que veía potables para ir a buscar pero que "nunca me dieron bolilla" y a los 78 años mantiene una gran claridad para el análisis y le gustaría dar charlas a los entrenadores de las inferiores. Le deseó suerte al actual presidente.
Alberto Pompeo Tardivo, en su visita a Café con Fútbol, en Cable y Diario. Un hombre que el fútbol de Santa Fe no puede desperdiciar.
El Beto Tardivo tiene una foja de antecedentes en la que mezcla su cariño natural por Colón, que fue el club que lo vio nacer futbolísticamente y tuvo al barrio Centenario como su cuna; o remontarse a aquellos tiempos en Independiente cuando fue campeón del Metropolitano del 70 y luego coordinador de inferiores; o Argentinos Juniors, el club donde también jugó, dirigió la Primera y las inferiores, logrando que surgieran enormes figuras del fútbol argentino como el Checho Batista, Borghi, Sorín y Pena, entre otros; o Atlanta, que fue el club que se respaldó en su juventud y creyó en él a pesar de su inexperiencia, para darle la conducción técnica del equipo allá por finales de los 70.
Aquél equipo de 1968 de Colón que tuvo una brillante actuación en el Nacional, donde le ganó al campeón Vélez y también a Racing, que venía de ser campeón del mundo. De pie: Mareque, Jaúregui, Lezcano, Tardivo, Sanitá y Drago. Agachados: Balbuena, Orlando Medina, Colman, Borgogno y Ceballos.
Para Alberto Pompeo Tardivo, Argentinos Juniors tiene un sabor especial aunque lo sentimental se incline mucho más por Colón, porque el Beto es hincha de Colón. Pero en Argentinos vivió momentos inolvidables. "En el 72, cuando terminaba el primer tiempo de los partidos aparecía Diego, con sus 11 o 12 años, para hacer jueguitos y enloquecer a la gente. Diego me veía como un caudillo del equipo y se creía que yo ganaba mucha plata, entonces venía con un talonario, con rifas. Yo le decía que si le compraba el talonario, me gastaba todo el sueldo".
-¿Y qué vendía?
-Argentinos estaba mal en ese momento, Francisco Cornejo hacía rifas para comprar pelotas, camisetas. Ni siquiera cancha tenía, porque los llevaba a los chicos al Parque Saavedra y ahí entrenaban. El Goyo Carrizo era el 9 del equipo y le dijo a Cornejo que lo vaya a ver a Villa Fiorito, porque Diego era mejor que él. Francis lo vio y lo invitó a entrenar. A los cinco minutos, paró la práctica y lo llamó al padre. ¡La rompió!… El presidente de Argentinos Juniors era Juan Fiore y los sábados, nosotros almorzábamos en el club después de la práctica, antes de concentrar o de viajar. Y Juan Fiore no se quedaba a comer porque quería ir a verlo a Diego, que tenía 11 o 12 años. Y al poco tiempo, lo sufrí.
-¿Por qué?
-Yo estaba haciendo el curso y me llamó Victorio Cocco para que lo ayudara en Atlanta, porque él jugaba y dirigía. Al tiempo, Victorio se va a Boca y me quedo yo con el equipo. Nos toca un partido en cancha de Atlanta contra Argentinos, que era dirigido por Victorio Spinetto. Lo estaba esperando a Maradona, porque estaba haciendo la colimba. Victorio esperaba que viniera y yo que no viniera (risas)... Llegó un ratito antes del partido y la rompió. Ganábamos 1 a 0 con un gol de Lalo Vega. Después nos metieron 4. El Gráfico le puso 10 a Diego.
-¿Se sorprendió con el descenso de Colón?
-Me dolió el descenso… Yo miraba todos los partidos por TV y llevaba una ficha de cada equipo. Iba apuntando jugadores. Me cansé de pasarle datos a uno de los dirigentes, de jugadores potables para reforzar... ¡Nunca me dieron bolilla!… Supongo que este hombre habrá presentado estos datos en comisión directiva, pero como el presidente de Colón se creía que se las sabía a todas, nunca me llamaron.
-Me imagino que eso le dolió, porque se nota que lo hacía de "onda" y para colaborar...
-Hay muchachos a los que yo tuve de jugador y hoy son entrenadores. Y todos me piden cosas, trabajos… No sé, te puedo mencionar el Turco Mohamed, Quiroz, el Checho Batista, el Chino Batista... Recomendé jugadores afuera... Pero acá no me dieron bolilla.
-¿Y qué le hubiese gustado o qué le gustaría?
-Mirá, yo sé que no estoy para trabajar en la cancha... Soy consciente de eso... Pero para agarrar un pizarrón y darle charlas a los entrenadores que están dirigiendo en inferiores, estoy preparado… Yo dirigí casi siempre abajo, en las formativas… Y tengo mucho material… Se me ocurre que podría ayudar y mucho, con todo lo que viví y lo que aprendí.
-¿Faltan "maestros" en el fútbol?, ¿usted lo tuvo?
-¡Adolfo Pedernera!… Un crack… El lo salvó al Pato Pastoriza, porque la gente de Independiente lo insultaba cuando llegó y jugaba de volante central. Resulta que el Pato vino de Racing y Mori fue para allá. Y Mori fue campeón del mundo… En Independiente, al principio, al Pato no lo querían. Y llegó Pedernera... El primer partido armamos nosotros el equipo porque él nos pidió eso... Y el martes, cuando volvimos a entrenar, pidió que nos quedemos solos, los jugadores y él, que se vayan todos del vestuario… Y lo primero que hizo, fue encararlo al Pato y le dijo que iba a jugar de 8 y que Raimondo iba a ser el 5… El Pato no quería y Adolfo le dijo: "Le digo una cosa: si a usted le sale mal, me van a echar la culpa a mí. Así que va a jugar de 8". ¡Y lo salvó!... El Pato la rompió de 8. Fue el líder de ese equipo.
-No contestó el por qué faltan maestros...
-Los clubes están más preocupados en ganar campeonatos que en poner en funcionamiento la fábrica… No sé en River, porque es una máquina de sacar jugadores… Argentinos también piensa más en sacar jugadores, ¡ésa es una fábrica!… El Chino Batista está de coordinador y lo tienen a Antonino Spilinga, que asesora a los que entrenan a los arqueros…. El Chino era buenísimo como jugador, pero muy vago. En cambio, el Checho no… Pero el Checho quería jugar de 8, de 9… Y yo le dije una vez al padre que me 'cortaba las bolas' si no jugaba en Primera, pero tenía que jugar de 5. Y el Checho no quería… Pero jugó… Y cuando terminaba las prácticas, me quedaba con él haciendo unos trabajitos… Fue campeón del mundo en el lugar que yo quería que jugase...
-¿Y al margen de eso que dice, respecto de los objetivos, qué otra cosa pasa por la que faltan maestros?
-Te cuento algo de Victorio Spinetto, porque él me enseñó que había que jugar con la raya de costado cuando un día me tiré al piso, llegué tarde al cruce y quedé totalmente desairado... El me decía que era lo mismo que cuando se enfrentan dos boxeadores y uno de ellos se va contra las cuerdas; si se desconcentra, va al piso... Entonces, él me enseñó a que al rival había que llevarlo contra la raya... Y una vez allí, lo agarraba alguno de los defensores y se terminaba el problema... Don Victorio le tenía miedo a los aviones... Un día fuimos a jugar un cuadrangular a Brasil y no viajó, al equipo lo armamos entre nosotros pero él nos dijo cómo teníamos que jugar. Llegamos a la final contra Fluminense. Me echaron porque Gerson hizo un gol, me lo gritó en la cara y le pegué una patada en el culo… Se armó un lío bárbaro… Me sacaron con la policía.
-¿No le parece que se le da mucha información hoy al jugador?
-Es posible... Yo le daba el informe de los rivales al Bichi Borghi, en Argentinos y salimos campeones. Fuimos a Boca y me llevó. Yo le decia que no había que ir y la verdad es que nos fue mal. Ahí me vine a Santa Fe… Me vine mal porque le Bichi era como un hijo para mí y se portó mal conmigo… Creo que tuvo una mala influencia de la gente de al lado.
-Pero el Bicho siempre habló bien de usted...
-¡Antes!... El otro día le hicieron un reportaje y dijo que fue Pekerman el que lo llevó… Todos sabemos que no fue así.
-¿Por qué no salen enganches o jugadores mejor dotados técnicamente?
-No salen buenos jugadores porque faltan maestros… Jorge Rodríguez lo descubrió a Riquelme en Argentinos y atendía la octava y la novena de Independiente cuando yo fui a coordinar allí. Y ví un partido de la novena, contra San Lorenzo… En el entretiempo, viene el Kun Agüero, me saluda y le digo: "Acordáte del segundo palo, el arquero te va a tapar siempre el primero, pero si se la tirás al segundo palo, es gol". Metió el gol y vino a gritármelo… Cuando yo apuntaba algo, no fallaba… A Víctor Hugo Delgado lo descubrí yo en Huracán… ¡Gambeteaba en el aire ese pibe!…
-¿Lo conoce al Bicho Godano?
-¡Lo tuve de jugador en Colón!... Era medido, hacía lo que podía, pero eso que podía, lo hacía bien… Ojalá le salga todo bien a él, porque lo conozco y como jugó al fútbol, sabe de qué se trata.
Al mediodía
El domingo, Colón irá a jugar a la cancha más humilde -y más chica en cuanto a capacidad- de las que visitará en este torneo de Primera Nacional. Brown volvió a ganar luego de 13 partidos y consiguió la primera victoria del torneo, como visitante de Almirante Brown. Mauricio Garín
La Afa confirmó que el partido del domingo entre Colón y Brown de Adrogué, en Buenos Aires, se jugará a partir de las 13.10 y será televisado en vivo por TyC Sports. Colón volverá a jugar en esa cancha luego de 62 años. La última vez fue en 1962, cuando ambos equipos compartían el torneo de Primera C. Desde ese año, en que Brown descendió, nunca más volvieron a jugar entre sí.
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