Miércoles 6.7.2022
/Última actualización 4:07
Boca quedó esta noche eliminado de la Copa Libertadores de América tras caer derrotado como local por 6-5 en la definición por penales frente a Corinthians de Brasil, luego de haber igualado 0 a 0 los noventa minutos reglamentarios, en la revancha por los octavos de final, disputada en la Bombonera.
El arquero del Timao Cássio le contuvo los remates a Sebastián Villa y Juan Ramírez y fue la gran figura de la clasificación de su equipo, al tiempo que Darío Benedetto desvió el suyo.
El mismo Benedetto, a los 31 minutos del primer tiempo, malogró otro penal para el equipo Xeneize.
En la definición por penales, convirtieron para Boca Marcos Rojo, Carlos Izquierdoz, Guillermo Fernández, Oscar Romero y Alan Varela, mientras que Villa, Benedetto y Juan Ramírez malograron sus remates.
Por su parte, para Corinthians convirtieron Fábio Santos, Víctor Castillo, Róger Guedes, Roni, Lucas Pitón y Gil, en tanto, el arquero Agustín Rossi le contuvo los remates a Raúl Gustavo y Bruno Melo.
Con este triunfo, el equipo de Brasil accedió a los cuartos de final de la Copa Libertadores y enfrentará al ganador de la llave entre Flamengo y Deportes Tolima.
Boca tomó la iniciativa e impuso sus condiciones para hacerse dueño del desarrollo del partido, en el cual exigió con una presión constante y asfixiante, con Alan Varela como jugador sobresaliente, y acompañó con un juego de posesión para superar un rival que desde el vamos llegó diezmado y tampoco mostró variantes para sobreponerse.
Con el mencionado dominio, el Xeneize no tardó en acechar con peligro y desató un vendaval de situaciones con Frank Fabra, Ezequiel Zeballos y posteriormente con Benedetto, quien intentó una especie de pirueta y envió la pelota a la segunda bandeja de un estadio que estaba repleto.
Los minutos transcurrieron y Boca fue constante con su superioridad pero fue perdiendo la contundencia de un arranque frenético, pero no lo privó de encontrarse con un penal que podría haber cambiado la historia: Raúl Gustavo saltó a cabecear una pelota dividida con Pol, se impuso pero le pegó con el codo en el rostro -quedó sangrando-. El árbitro Matonte mediante el VAR sancionó la pena máxima y desde los 12 pasos, Benedetto con un violento remate estrelló la pelota en el palo izquierdo de Cásssio.
Ya en el complemento, Corinthians dejó en claro que no iba a atacar y se aferró al resultado replegándose en su terreno con orden y sin desatenciones para cerrarle los caminos al Xeneize que igualmente hizo de las suyas con la velocidad de Sebastián Villa y Zeballos, aunque no lograron gravitar en el área, pero si asistir a Benedetto que se la picó al arquero, pero mandó el balón por encima del travesaño.
El juego mezquino propuesto por los de Brasil y los ataques diluidos de por parte de los dirigidos por Sebastián Battaglia hicieron que el partido se torne de bajo vuelo y se vuelva friccionado en la mitad de cancha.
El cierre del encuentro tuvo a un Corinthians con pasajes en los que manejó la pelota y le dio algo de respira, por su parte, el local al ritmo de su gente con el "movete, boca movete", terminó lanzado en ataque, pero sin la lucidez necesaria para romper el cero que derivó en la instancia de los 12 pasos.
Ya en la definición por penales, tanto Agustín Rossi como Cássio se lucieron al atajar dos penales cada uno, pero la precisión de los jugadores del Timao y la noche para el olvido de Benedetto, inclinaron la balanza a favor del equipo de Brasil.
Con información de Télam.