El próximo 22 buscará retener el cetro minimosca AMB, tras casi 13 años de permanencia, todo un récord para la categoría .
Gentileza: Prensa Huella Saint-Gobain
18:58
Yésica Yolanda Bopp es una mujer resiliente. Siempre lo fue. Desde adolescente, cuando tuvo claro que no le “atraía jugar con muñecas” y quiso arrancar con el boxeo, a los 16 años, en una época donde había muy pocas mujeres boxeadoras dentro de un deporte eminentemente machista.
A los 24 ya era campeona del mundo y hoy, a los 37, ya está en el Libro Guinness como la boxeadora con mayor permanencia de un título mundial (desde 2008 a la actualidad, 12 años y siete meses).
Pero, claro, es habitual que en su vida –y en su carrera- se presenten contratiempos que deba superar. Hace meses tuvo uno que la golpeó y cambió su realidad, como fue la cancelación del Preolímpico de boxeo y, por ende, de su sueño olímpico. Y ahora, 25 días atrás, sumó la segunda derrota de su trayectoria (36-2, con 16 nocauts). En su primera pelea en casi dos años y medio, perdió en Misiones con la santafesina Juliana Basualdo. Justo cuando está a días de defender su cetro minimosca de la AMB, en Colombia.
Pero ella, como siempre, mantiene su temple. “Lo del Preolímpico fue un golpe, tenía mucha ilusión de estar en Tokio y traer una medalla para nuestro país. Pero la derrota de septiembre no, porque es parte del proceso, de volver al ring, para retomar el ritmo, luego de mucho tiempo sin pelear. Mi objetivo está en el 22, en retener el título en la velada íntegramente de boxeo femenino que se hará por segunda vez en la historia”, cuenta quien enfrentará a la venezolana Johana Zuniga.
Gentileza: Prensa Huella Saint-Gobain Tuti es una mujer eminentemente social y ayudar le genera algo muy especial. Desde 2015 está en el programa La Huella.
"Tuti" es una mujer eminentemente social y ayudar le genera algo muy especial. Desde 2015 está en el programa La Huella.Foto: Gentileza: Prensa Huella Saint-Gobain
-Volviste y perdiste, pero no se te nota preocupada. Al contrario...
-No, primero porque lo tomé más como un regreso al ring y segundo porque volví en una categoría que no era la mía, dando ventajas de peso (NdeR: calcula que peleó con 4 kilos menos que su rival), contra una boxeadora de brazos más largos y en un combate a seis rounds cuando yo estoy acostumbrada a ir a 10. Todo lo teníamos en cuenta, podía pasar, pero la prioridad era hacer una pelea previa antes de ir por el título.
-Siempre se aprende de las derrotas, ¿qué aprendiste en este caso?
-Tal cual, es así. Aprendí que, a mi edad, tengo que darle más importancia a los dolores, a la recuperación… A veces creo que todo lo puedo, que cuando caliento todo se pasa, y no es así. Ahora sufrí por una fascitis plantar, peleé infiltrada y durante la pelea me agarró un tirón que no me dejaba pisar bien. Y yo, que soy un 80% piernas, me vi limitada. No quiero que me vuelva a pasar, por suerte ya estoy entrenando sin dolores.
-¿Cómo te afectó la cancelación del Preolímpico?
-Y, fue un golpe duro, porque tenía mucha ilusión de ser olímpica, de vivir esa experiencia, de traer una medalla para el país… Era la gloria poder estar en el primer Juego con boxeo femenino, yo había apostado a eso. Hacía meses que había cambiado la forma de entrenar, porque una cosa es el boxeo profesional y otro el amateur. En el segundo se necesita mucha cantidad de golpes sin fuerza, tal vez al revés de lo que yo estaba acostumbrada. Tuvimos mucho tiempo entrenando, incluso concentrando en el Cenard, y cuando se cayó el sueño, tuve que reacomodar todo, volver al ámbito profesional, retomar ese tipo de entrenamiento…
-¿Cómo llegás entonces para defender el título?
-Primero muy ilusionada porque volveremos a vivir una velada totalmente de boxeo femenino, como pasó en La Guaira (Venezuela) en 2016. Ahora serán cinco o seis peleas profesionales en Colombia. Y en lo físico estoy bien, ya sin dolores, y afinando todo para llegar bien al peso, en mi categoría (hasta 49 kilos). Nada puede fallar. Todas las ganas, toda la bronca, se la va a llevar de regalo la boxeadora venezolana (se ríe). Vuelvo con Tuti (ríe más fuerte).