Por Tomás Rodríguez
La pelea se resolvió en el segundo round, cuando el flamante campeón del peso medio Carlos Monzón dio cuenta del boxeador estadounidense.
Por Tomás Rodríguez
El segundo sábado de noviembre de 1970 fue muy especial para los santafesinos: en horas de la tarde, en Villa Crespo, con una formación de entrecasa, en forma increíble, Colón logró permanecer por quinto año consecutivo en primera división del fútbol argentino, clasificándose para el Torneo Metropolitano del año siguiente; y esa noche, sólo un asalto y medio aguantó sobre el cuadrilátero del Luna Park el púgil estadounidense Charles Austin (72.850) a la potencia del flamante campeón mundial de peso medio, Carlos Monzón (73,100), determinando que el prestigioso árbitro Víctor Avendaño llegara al "out" y solicitara rápida atención al boxeador norteamericano.
Como era una costumbre, diríamos que casi una tradición, el sector de aficionados más humilde, ubicado en la popular, recibió al boxeador natural de San Javier con una ovación y al grito de "dale campeón, dale campeón", mientras en el sector de ring-side donde estaban los de clase media alta y mujeres bellas, con tibios aplausos recibieron al monarca.
Al mediodía, tras el pesaje de los contendientes, Juan Carlos "Tito" Lectoure, acompañado de Abel Ricardo Laudonio saludaron y abrazaron al poseedor del cinturón de esa categoría. El pupilo de Amilcar Oreste Brusa reconoció públicamente que a su segundo hijo –del matrimonio con Mercedes Beatriz "Pelusa" García- le puso los dos nombres del pugilista del Almagro B.C. porque admiraba al boxeador porteño.
El grupo santafesino que conducía Brusa se alojaba en el hotel Splendid Bouchard, frente al Palacio de los Deportes, dialogando y recibiendo los saludos del personal del Luna Park y del mundo del boxeo que frecuentaba el emblemático escenario, el más importante de Latinoamérica. Una de las notas de color fue cuando el Maestro, Francisco "Paco" Bermúdez, conductor del campeón mundial Nicolino Locche, lo saludó con cariño: "Salud, campeón, bienvenido a tu casa, te felicito –lo mismo que a Amilcar- desde aquí te proyectaste y le diste una de las mayores alegrías al pugilismo, al deporte y al pueblo argentino".
A su regreso a Santa Fe, Monzón visitó el bar "La Serrana" (al que Pelusa llamaba La Facultad) administrado por el "Gallego" Antonio Fernández Olea (reside actualmente en Sevilla) y el club de bochas "Los 40" donde estaban sus amigos Hernán Aníbal "Carancho" López (ex futbolista de Independiente de Las Flores que vive actualmente), el presidente Gerónimo "Gringo" Mottura y Juan Venenzia, a quienes les dedicó el triunfo, al boxeo provincial y al pueblo de Santa Fe